Nuovodunia: El hombre del hacha.

CAPÍTULO 15

El proyecto está terminado. Me eh levantado muy temprano para concluirlo ahora que estoy más relajada. Es lunes y es medio día. Dan me a dicho que le puedo entregar el proyecto a él, pero decido ir a dárselo a Drew en persona. Desayuno algo ligero, me doy una ducha y me pongo una camiseta color azul verdoso, pantalones y calzado cómodo. Me eh sujetado el cabello en una cola de caballo. Salgo de mi casa, subo al auto y emprendo el recorrido hasta casa de Drew. Esta será la última vez que nos veamos.

Al llegar a su casa, encuentro una camioneta oscura frente al portón. Dirijo mi auto mas adelante del camino ya que no puedo entrar con el, por el portón y después lo estaciono un poco alejado de la casa. Tomo los planos y bajo del auto. Me dirijo hasta la villa pasando por la camioneta. Me encuentro al vigilante que ahora no parece muy simpático como antes ya que está muy serio.

-Buen día.- Saludo. El hombre asiente y me señala que pase sin recibir ninguna palabra de él. El ambiente aquí se siente tenso. Yo hago lo que me indica y paso por el portón, camino por la pista de piedra hasta quedar frente a la casa. Observo a Martha a fuera, parece muy molesta cortando rosas que se encuentran plantadas fuera de la casa. Me acerco a ella.- Disculpe, y ¿Drew?- Pregunto. Ella se gira para mirarme, observo que su mano está sangrando a causa de una espina.

-No está, salió.- Parece que no le caigo bien. No entiendo porque siempre es así. Me quedo observándola, esperando más información y ella se percata de eso.-Volverá en un rato, si gusta entrar a la casa. Al señor Drew no le gusta que sus visitantes se queden esperándolo afuera.- Me explica.

-Gracias, Martha.- Ella pone los ojos en blanco. La miro seriamente y después me dirijo a la puerta de entrada.

La abro y entro. Me giro para ver su colección de hachas que siguen ahí impecables. Después me dirijo al sofá y sobre la mesita coloco los planos enrollados al lado de un florero vacío. Trato de ponerme cómoda observando la hermosa casa y luego observo el pasillo que se encuentra detrás de la sala hacia la izquierda, por donde Drew aquel día me quería mostrar las pinturas. Me da curiosidad y me levanto. Camino hacia el pasillo, subo un escalón y lo recorro. Es un poco largo, hay varias puertas de madera a los costados y al final se encuentra una abierta, camino hacia ella y entro. Hay un grandísimo cuarto de estudio, está un poco oscuro, busco el interruptor hasta encontrarlo y al presionarlo se ilumina con luces tenues. Es moderno y de madera como toda la casa, al frente está una gran biblioteca, no sabía que a Drew le gustara leer. Sigo observando, hay sofás color café, un escritorio de madera y un asiento con ruedas detrás de esté. Me giró a la izquierda y al fondo hay una puerta, la abro y veo que da para el jardín, después vuelvo a cerrarla y sigo mirando el estudio en busca de las pinturas. Después de un momento las encuentro debajo de una sábana.

Me dispongo a mirar una por una. Son realmente geniales, la mayoría son pinturas de paisajes muy hermosos, pero nada realista. Aun así los admiro. Sigo observando y encuentro uno que me llama mucho más la atención.

Son pequeñas chozas de madera, muy iluminadas entre la casi oscuridad, estás se encuentran en medio de un paisaje muy colorido y hermoso. Hay grandes árboles alrededor, estos tienen unas hojas muy llamativas de colores fuertes que están entre el verdoso real de las hojas. También se encuentra un lago, pero este tiene algo muy peculiar. Me acerco más para observar detenidamente cada detalle y descubro algo maravilloso. El lago esta iluminado y tiene peces. Peces con luz propia de distinto color. Es realmente fantástico. Subo la mirada un poco y me concentro en las hojas de los árboles y también observó algo fabuloso. Estás hojas son en realidad pequeñas criaturas coloridas camufladas como una hoja de árbol. Es algo que jamás había visto y algo que es digno de un pintor, su tremenda imaginación. Antes de dejar la pintura en su lugar, observó unas letras pequeñitas en el inferior de la pintura, acerco más mis ojos para poder distinguir aquellas letras que dicen: