Capítulo 1: Pizarra.

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T/N se encontraba en el trabajo, rodeada de sus amigas.

- ¿Hey tu T/N nunca has tenido curiosidad por ver su cara?. -preguntó una de ellas.

- Realmente nunca había pensado en eso. -respondio.

- Jajaja, ¿En serio?, ¡No te creo!, ¿Llevas seis años escuchándolo y nunca te paso eso por la mente?.

Ella lo amaba más que a nada.

- ¿Que imaginas cuando lo escuchas?. -preguntó otra.

- Todo. -respondio tras un suspiro.

El vivía sólo en un departamento. Tenía un hermoso balcón como todos los demás. Salía cada mañana, le gustaba ver el amanecer.
Ahí estaba con sus brazos cruzados detrás de su cabeza, sentado en una silla.

Ella salió al balcón y miro hacia afuera apoyando sus codos en el borde.
Veía a su vecino de enfrente haciendo un gesto de desagrado.

El la miraba con una sonrisa pero no de las buenas, el también tenía cierto desagrado con ella.

Pese a que nunca habían cruzado una palabra no se agradaban ni un poco.

Ella creía que el era un mujeriego y un patán.

Y es que frecuentemente lo seguían unas pocas admiradoras.
Ellas tocaban a su puerta muy insistentes hasta que el les abriera. Y así lo hacia.

Ella odiaba que tuviera tantas mujeres tras de el y que las tratara tan "mal". Cada noche era lo mismo, un montón de golpeteos en la puerta y de gritos.

Pero obviamente eso no lo sabía ella. No sabia que su vecino era nada más y nada menos que Jonghyun de Blue Night.

El creía que ella era una fiestera y ruidosa.

Y es que no era tanto ella, simplemente tenía amigas y amigos que solían ir sin previo aviso y armar pequeñas "reuniones" donde ponían la música muy fuerte y siempre trataba de cesar eso, pero siempre era lo mismo, preguntarles que hacían ahí, que entraran muchos de golpe, que la ignoraran cuando trataba de poner orden, así que simplemente se daba por vencida.

Y ahí era cuando ella salía al balcón y se daba cuenta de lo que el hacia.

En cuanto a el le era imposible no escuchar la música.
Era un poco estresante para el escuchar tanto ruido junto y más cuando componía sus canciones.

Y era cuando el se asomaba y la veía ahí asomada en el balcón.
El sostenía una pequeña pizarra que decía: "Baja el volumen, por favor".
A lo cual ella hacia una mueca volteado los ojos y le respondía solamente moviendo sus labios que decían: "No puedo", con el ceño fruncido.

El sólo ponía los ojos en blanco.

Y así era cada noche, hasta que un día el se harto tanto que llamo a la policía.
Poco después un par de policías llegaron al departamento de ella y tocaron la puerta.

- Señorita, hemos recibido una queja de que tiene el volumen muy alto y molesta a los vecinos. -dijo uno de ellos.

En ese momento todos se quedaron callados y apagaron el estéreo.

- Disculpe, no volverá a pasar. -respondió sumisa.

Ella cerro la puerta y los miro a todos con el ceño fruncido.

- Tienen que irse ahora mismo, lo siento pero en realidad no quiero ningún problema con nadie, no más fiestas. -dijo molesta.

Todos murmuraban muy bajito y salieron sin decir nada a excepción de un par de amigos suyos.

Lindo Secreto. (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora