||

3.9K 33 0
                                    

Ya había pasado alrededor de 1 mes desde el cumpleaños de Laura , y era octubre, el mes de Halloween.

Las 6 de nosotras estábamos planeando exactamente lo que queríamos hacer para el 30 en la noche, nuestro sueño era irnos disfrazadas todas iguales.

Nos terminas disfrazando de las gemelas de "the shining", pero en vez de un par de gemelas éramos 6 morras.

Nuestro disfraz fue el mejor de los tiempos, nos lo mandamos hacer con una costurera que su especialidad era hacer vestidos de noche, pero nosotras le habíamos pedido que si nos podía hacer nuestros disfraces, un vestido arriba de la rodilla, azul cielo con un cuello de maid blanco, y con manga corta.

Usamos calcetas largas blancas, tacones negros y obviamente nos teníamos que manchar de "sangre" para vernos mas tenebrosas, lo que en realidad era una mezcla de pintura naranja/amarillo, porque no habíamos conseguido una pintura roja al ultimo momento, en fin, daba el efecto que queríamos.

Manchamos nuestros vestidos de pintura, nos pintamos darketamente para que no pareciéramos unas niñitas que se habían chorreado de algo naranja/amarillo, quien sabe si era comida o que coño era, nos peinamos como típico peinado de Halloween, que literal te vas a peinar para estar despeinada, (si, la verdad es que las mujeres estamos un poco locas)

Esa noche fuimos al hotel donde se supone que iba a ser la gran fiesta de Halloween del pueblo, pero un pequeño problema que teníamos nosotras, y cuando no por cierto, era que no teníamos mesa, y ninguno de nuestros amigos iba a ir a esa fiesta, entonces nosotras nos las teníamos que arreglar solas para ver donde y con quien íbamos a pistear.

Fue un fiasco, nos salimos de esa fiesta para ir a un antro del pueblo donde todo mundo iba siempre y todos los fines estaba a reventar.

Por fin! Llegamos, y me cago en la puta, ya no estaban dejando entrar a gente porque estaba demasiado lleno, gracias universo porque mi hermano mayor estaba ahí, y justo en el preciso momento cuando estábamos tratando de sobornar al guardia, el salió a fumar, y como el se la pasaba en ese antro se llevaba muy bien con todos los de ahí, entonces nos hizo el paro y nos ayudo a entrar a mi y a mis amigas.

Lo único que nos faltaba era donde y con quien pistear, entiendan que si me llevo genial con mi hermano, pero si nos respetamos nuestros espacios, y si nos respetamos nuestras salidas, entonces ponernos en la mesa con el no era una opción.

Nos terminamos yendo mas temprano de lo normal porque ya estábamos cansadas todas, y con tacones y que no nos habíamos sentado ni un solo minuto, claro que estábamos a punto de arrancarnos los pies y seguir el resto de nuestra vida en silla de ruedas.

Lo único bueno que paso esa noche, es que todo el mundo nos chuleaba nuestros disfraces porque la verdad es que habían quedado chingones.

JUVENTUD EN EXTASISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora