capítulo uno

50 6 0
                                    

por ahora... camino sola por las enormes calles de esta pequeña cuidad, ahora que lo pienso me resulta tan ridículo tener unas calles tan amplias en un pequeño pueblo en el que apenas y pasa un auto de vez en cuando.
creo que a las tres con veinticinco de la mañana, casualmente todo parece ridículo.

un tiempo atrás, no me hubiera atrevido a pensar ni por accidente en la remota posibilidad de tomar mis cosas, e irme. Pero ahora me parece lo más sensato... no tengo la intención de pasar ni un minuto más aquí.

estoy segura que no he sido la única que ha deseado hacer esto... simplemente tomar la maleta, y dejar que el viaje empiece sin una ruta, sin un horario, sin pensar en un posible retorno... pero todos critican la idea, por que prefieren quedarse en paz y seguros en lugar de tomar los riesgos.

y así era yo, tenía una vida linda, sencilla, que aunque no estuviera llena de lujos no hubiera cambiado por nada en esta vida. jamas me entenderías si no has vivido todo lo que he vivido yo en los últimos días... un golpe de mala suerte tras otro.

¿quieres escuchar?, genial, enserio... quizá esto sea como esas tontas películas románticas donde el protagonista solo necesita esperar unos minutos mas para que algo ocurra, cambie su vida y se de cuenta que irse es una mala idea.

¿te parece sentarnos?, no es una historia muy larga... solo bastaron unos cuantos días para que mi vida perfecta y bien planeada se fuera a la basura... y vamos, a los 23 años tener todo tan definido es prácticamente un reto... pero así era yo, tenia desde varios años antes cada aspecto de mi vida planeado casi por completo.

¿que si a que me refiero?, cállate y déjame hablar... la que tiene la vida hecha trizas y la maleta en la mano mientras camina con un extraño, que bien podría ser un asesino serial o un violador psicópata soy yo... y aun así siento que encontrarme con uno no sería lo peor de mi día.

primero mucho gusto, ¿donde están mis modales?, me llamo Sandra Aguirre, como te decía tengo 23 años, y si siempre había tenido mi vida perfectamente planeada... crecí en este pequeño pueblo, en la casa de mis padres, ellos me inculcaron los valores mas esenciales para la vida, si ya sabes, respeto, orden, paciencia, tolerancia, cooperación, etc, etc, etc. ellos realmente eran buenas personas y se sentían bien siendo así. Yo me sentía orgullosa y afortunada de tener una familia así.

Se me estaba olvidando decirte que soy hija única, jamas tuve que compartir el amor de mis padres, ni los regalos de navidad; prácticamente tuve una niñez casi perfecta y me encantó que fuera así.

aunque tenia el deseo de hacer algo muy grande por mi y por la humanidad, cuando elegí mi carrera, decidí estudiar algo que fácilmente pudiera ejercer aquí sin obligarme a mudarme a algún pueblo cercano a como lo hicieron varios de mis compañeros de preparatoria... ademas también tendría que ser una licenciatura que estuviera en la oferta educativa de la "veintiunica" universidad de este lugar.

decidí estudiar contaduría, es una muy buena carrera, debo de admitir que mi sueño no era ser contadora y estar rodeada de números que representan dinero ajeno, que rara vez pasa por mis manos... sin embargo, era muy buena para ello y tome amor a esos números, les di mi dedicación y un par de años mas tarde ya estaba lista para hacerme cargo del negocio familiar de modo eficiente.

como te digo mi vida era perfecta....

¿amor?¿amigos?, claro que estaban en mi vida... pero te contaré solo si me invitas una copa, allá hay un pequeño bar abierto; sí la necesito, asi que quita esa cara, no seas tacaño que solo pediré "vodka".

EBRIA DE DOLORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora