Capitulo diecisiete

15 3 1
                                    


En las conversaciones archivadas solo habían dos, y aunque una no importaba; la otra era de Marina, no era muy claro lo que decían porque habían demasiados audios enviados, pero el contexto general me pareció hasta cierto punto bastante claro...

-¿estas celosa?, yo debería estarlo, eres hermosa y sé que hay mucha gente detrás de ti

-¿detrás de mí?, claro que no, detrás de mí no hay nadie... Pero contigo las cosas son muy distintas

-claro que hay personas detrás de ti, pero me alegra que no te des cuenta porque así eres solo mía.

-siempre...

No necesitaba más, en esas líneas había suficiente información, si el karma existe, debe ser esto... sé que lo traicioné, pero eso no le quita ni un poco el dolor a que él haya hecho lo mismo.

¿Qué sí que hice?, ¿Qué podía hacer?... tomé el teléfono en mis manos y caminé hasta el final de mi habitación, cuando llegué al rincón más lejano de la recamara; me desplomé lentamente al suelo... y descubrí que para nada era fuerte... comprobé que no era una persona fuerte, que la vida fácilmente podía darte una cucharada de tu propia medicina y reírse en tu cara.

Simplemente lloré, deje de pensar y seguí llorando; al principio no quería hacer ningún ruido, solo necesitaba desahogarme... más tarde no me importaba, necesitaba sacar el dolor que sentía dentro, no me di cuenta cuando empecé a llorar con fuerza, menos aún noté cuando grité de dolor.

No me sentía mejor, pero no tenía ganas de hacer algo más, tampoco quería que Hugo supiera que lo había estado espiando; pero era muy tarde, el despertó en medio de la noche y corrió hacía mí.

Esperaba que me abrazara, sin embargo lejos de eso, se sentó a un lado mío, tomó su teléfono y me dijo:

-supongo que esto significa que ya lo sabes...

No podía hablar y probablemente tenía los ojos hinchados de tanto llorar, así que me limité a mover la cabeza afirmativamente.

-esto también quiere decir que la boda se cancela...

Él estaba siendo tan frio y directo que no sabía si era realmente Hugo el que estaba hablando... yo no quería perderlo así que le dije:

-estoy segura que ella es solo una aventura, que será pasajero, que podemos continuar, que todo está bien, que simplemente podemos, puedo ignorarlo.

Jamás esperé ver esa expresión en su rostro, estaba muy lejos de la comprensión, no era odio, no era rencor... solo no podía creer el frio en sus palabras.

-no me estas entendiendo, no hay boda, no me puedo casar; quizá tengas razón y ella sea una aventura, pero si quieres un poco de sinceridad, no me había sentido tan vivo como cuando estuve en sus brazos... me encantó su ternura y su inocencia; no quiero casarme con ella, pero no pretendo dejarla, al menos no por ahora.

-¿quieres decir que Marina y tu...?

-lamento decirte que sí, y te pido disculpas; por haberte engañado, por haberte mentido y aún más que te hayas enterado de este modo y hasta este momento... el dinero que quede ocúpalo para cancelar todo lo que hayas apartado y si sobra algo, no te preocupas puedes quedártelo sin rencor de mi parte.

- ¿estás de broma?, ¿sin rencor de tu parte?, aquí la que fue engañada fui yo... ¿qué debo hacer?, ¿agradecerte por no tener rencor hacia mí por haberme engañado?

-sería una buena idea, o puedes hacer lo que desees... no discutiría si de repente me odiaras...

-VETE, VETE, VETE... NO TENGO INTENCIÓN DE VOLVER A VERTE, VETE.

-si te sirve de algo... me iré de aquí y Marina se irá conmigo... procuraremos no irnos al mismo tiempo ni bajo los mismo motivos para no aumentar el bochorno que te podamos ocasionar.

No supe que más decir al verlo simplemente dar la vuelta y caminar hacía la puerta...quería desplomarme porque mi vida también se iba por esa puerta, cuando un impulso aún más grande que el dolor se apoderó de mí; corrí hacía la puerta incluso antes que él llegara... y vomité...



EBRIA DE DOLORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora