capitulo ocho

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¿Qué pasó después?, ¿quieres que sea directa?... no pasó nada; yo moría porque Enrique me hiciera suya de una vez por todas, digo, ya me había besado más de mil veces, ya conocía prácticamente mi cuerpo... si tenía las manos demasiado agiles... El punto es que yo me creía prácticamente en sus brazos, pero no fue así...

Deja te cuento esa parte de la historia... pero primero tengo que decirte de algún modo... espera no me digas tu nombre, así al terminar esta agradable reunión, seguiremos siendo simplemente un par de desconocidos que se toparon accidentalmente y así casual, saben todo el uno del otro... además que te puede asegurar que realmente me llamo Sandra... así que... te diré...Paris, siempre he querido ir a Francia.

Ok Paris, como te decía, Enrique me citaba muchas veces, pero yo era prácticamente una chiquilla, dejaba que el hiciera lo que se le diera gana, además no sabía que hacer o cómo actuar, tampoco sabía cómo darle a entender que yo quería más que simples besos y caricias... así pasó el tiempo y el deseo de él se fue apagando poco a poco...

En una ocasión, estábamos en su departamento, el me besaba como siempre, sentía sus manos en mi vientre, mi blusa verde tenía algunos minutos de haber tocado el suelo, su boca en mi cuello... tome valor, subí en él, ahora lo besé yo y el solo se dejaba, quité de uno a uno los botones de su camisa... la observé bien, para recordar la próxima vez que la viera sabría que ella fue testigo de tanto... besé poco a poco su cuello y su pecho, baje de él y justo cuando intenté avanzar por así decirlo.

Él me empujó, me dijo que hasta el cinismo tenía un límite y que él creía que yo lo conocía, o que por lo menos en todo este tiempo me había dado cuenta de hasta él tiene un límite. Eso me rompió el alma.

Es todo lo que puedo decir. Enrique me rompió el alma, imagina como se siente una mujer que jamás había pensado siquiera en entregarse a alguien, tratando de seducir a un mujeriego; y que si eso no fuera por sí mismo suficiente, este cínico mujeriego la haya rechazado...

Supongo que fue lo peor de que me pudo pasar, tomé mis ganas de llorar, las contuve todo lo que pude, tome mi blusa del suelo, me la coloqué a como pude... y solo corrí, no quería saber nada de él, de mi error, y de lo tonta que había sido en todo este tiempo...

¿Qué sí que pasó después?, ay Paris, te diré que no tuve valor para leer los mensajes que envió esa noche, no supe si fue una despedida, una oportunidad, o simplemente una burla a las tontas ilusiones de una inexperta en el amplio sentido de la palabra.

Creo que nunca, no te todo el tiempo que perdí junto a Enrique, sino hasta que noté que, un par de días más tarde, Hugo, Marina y Pilar estuvieron de vuelta... creía que iba a ser genial, volver a mi vida normal; mis amigas, mi novio, y la diversión que tenía siempre a su lado...

Mira Paris, solo te diré que no fue exactamente lo que esperaba... pero primero hay que pagar la cuenta y avanzar por a las 5am, van al cerrar este lugar y no estoy dispuesta a que me corran.

l3s

EBRIA DE DOLORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora