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"¡Despiértate dormilona!" Una voz llamó a Izzie.
Izzie gruñó cuando fue despertada por su hermana. "Demasiado temprano." Dijo.
Madi resopló. "Bueno, entonces supongo que este delicioso donut es todo mío, ¿verdad Izzie?"
Con esa pregunta, Izzie se sentó. "Nop. Estoy muy despierta."
"Así me gusta." Dijo la rubia más mayor. "¡Pide un deseo!"
Izzie le sonrió a su hermana, antes de apagar la vela. "Feliz cumpleaños Izzie."
"Mi día favorito del año." Izzie sonrió. Decía la verdad. Amaba Halloween, así que le parecía apropiado que coincidiese con su cumpleaños. En cambio, Madi, siempre decía en broma que era una bruja por eso.
"Vale brujita, vayamos abajo. Mamá y papá están esperando." Dijo caminando hacia la puerta de la niña.
Izzie siguió a su hermana, y comenzó a bajar las escaleras para ver a sus padres.
"¡Feliz cumpleaños Izzie!" Celebraron sus padres cuando entró en la cocina.
El Sr. Williams sonrió ante sus dos hijas "os estáis haciendo tan mayores." Se quejó. "No puedo creer que mi pequeña Izzie ya tiene 11 años."
"Papá, eres un sensiblero." Dijo Madi.
"¡Solo pensamientos felices en el mejor día del año!" La hermana menor defendió.
"Si, bueno, hay escuela en el 'mejor día del año' así que id a comeros vuestro desayuno para que os podáis vestir." Añadió la Sra. Williams.
Izzie rodó los ojos en broma ante su madre. "Creo que es injusto que tengamos colegio en Halloween."
"Y yo pienso que es injusto vivir con una bruja." Picó Madi.
Izzie se rio con su hermana, empujándola hacia un lado.
La vida de Izzie era genial. Madi pasaba tiempo con él, probablemente porque se sentía culpable por el hecho de que planeaba irse a Berkeley el año que viene, pero a Izzie no le importaba. Madi trabajó muy duro para tener la confianza de solicitar ingreso a la universidad de sus sueños. Además, no se iba a morir. Izzie la volvería a ver, y a ella le gustaba su bonita casa en Texas. Era todo perfecto.
Hasta que dejo de serlo.
Izzie nunca supo como murió su hermana. Nadie se lo diría. Estaba hecha un completo lío y fue forzada a ir al funeral de su hermana sin saber porque estaba allí en aquella posición.
Años después, cuando los padres de Izzie tuvieron la valentía de decirle lo que había pasado, se le rompió el corazón. Tuvo un accidente de coche cuando venía de vuelta de comprar el regalo de Izzie. Lo encontraron en el asiento de pasajero envuelto en papel de regalo. Cuando le dieron el regalo a Izzie, al principio, le dijeron que lo encontraron en su habitación. Desde que Izzie abrió la caja, lleva puesta la pulsera que contenía.
Tuvo que mudarse del hogar que ha conocido durante toda su vida a una casa a las afueras de Indiana. Sus padres no soportaban los recuerdos constantes. La única cosa positiva que Izzie podía sacar de todo eso es que no le tenía que contar a la gente sobre Madi. No tendría que hablar de ella, podría continuar y actuar como si esta cosa terrible nunca hubiese pasado. Durante el tiempo aprendió a tolerar su hogar en Hawkins. Con un nuevo grupo de amigos, tal vez podría sobrevivir.
Rápidamente se hizo amiga de una gritona, a veces cruel, pelirroja llamada Carol, y dos chicos con los que ella solía salir. Uno se llamaba Tommy, era el novio de Carol y era idiota. El otro era un chulito pero con un enorme corazón moreno quien Izzie pronto conocería como Steve Harrington. A Izzie le agradaba Steve.
Nunca podían reemplazar a Madi. Nunca. Nadie podría, pero tal vez la ayudarían a olvidar.