Capítulo 3

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Dos rubios se encontraban tumbados en el césped, después de un largo entrenamiento a pesar de que deseaban hacerlo desnudos no pudieron ya que Kushina les advirtió que no dormirían adentro sino afuera como los verdaderos salvajes. 

-Mira papá, ese tiene forma de un ganso.- dijo Naruto mientras señalaba una nube.- y ese tiene forma de una manzana.-

Minato sonrió.- Tienes razón y es una manzana muy bonita y redonda.-

.-Papá eres muy extraño.-

.-¿Lo soy?- 

-Si, pero aun así te quiero papá- Naruto se acurruco.- me gustaría pasar más tiempo contigo.-

Minato acarició la espalda de su hijo.- Lamento no estar tanto tiempo, pero cuando las guerras se acaben estaremos todos los días viendo las nubes.-

Naruto se levantó y miró hacia su padre.- ¿Lo prometes?.-

.-Lo prometo.-

.-¡Si!, ¡las promesas son inquebrantables!.-

Minato rió y se incorporó.- Bueno mi pequeño, regresemos a casa o mamá se enojara con nosotros.

-¿Ah? quería ver el atardecer -

.-La podemos ver en otra ocasión-

.-¿Cuando es otra ocasión?.-

.-Mañana-. Minato alzó a su hijo y lo puso sobre sus hombros.- Mañana veremos el atardecer y pediremos que mamá nos acompañe.-

.-Mamá no va querer - susurro Naruto.

.-Claro que sí, deja que papá la convenza.-

Naruto no respondió y se puso a jugar con el cabello de su padre.

-Naruto...¿Qué opinas de Gaara?.- 

-¿Gaara?.- preguntó extrañado.- ¿Qué pasa con el?.-

Minato sonrió.- ¿Te llevas bien con el?.-

-Es un niño algo extraño, no tiene cejas y tiene un extraño tatuaje en su frente.-  

.-¿Pero?.-

.-Me cae bien, estaba entrenando conmigo antes de que vinieras papá, es alguien muy fuerte.-

.-¿Más que yo?.-

.-¡No!, ¡Tú eres más fuerte!.-

Minato sonrió complacido y siguió con su camino.

Ya el cielo se había pintado de color naranja cuando llegaron. Kushina los esperaba en la puerta, con dos abrigos en mano.

.-Ya iba ir a buscarlos.- dijo Kushina.- Estos abrigos iban hacer para ustedes.-

Minato bajo a su hijo y tomó los abrigos que su esposa les daba.-Supongo que ya no es necesario, ya estamos aquí.-

.-Ya me di cuenta.- 

.-¡Mamá! ¡Papá prometió que veremos el atardecer mañana!.-

Kushina alzó una ceja.- ¿Sí? y ¿Yo no estoy invitada?.-

-Si tu quieres - contestó Naruto no tan seguro.

-Quiero, hace tiempo que no paso tiempo con mis dos niñotes - sacudió el cabello de su hijo y le dio un beso en la mejilla a su esposo.- Quiero ver el atardecer mañana.-

Naruto sonrió. -¡Mañana veremos el atardecer!.- 

-¡Si!-

La familia entró al dojo, emocionados por lo que harían mañana. El pequeño rubio brincaba de la emoción y poco a poco su energía se fue gastando hasta quedar dormido en el sillón.

Kushina rió.-Mi pequeño principe-  beso su mejilla y lo levantó con cuidado para no despertarlo.

Minato la miro por unos minutos y luego siguió trabajando. 

Kushina entró a la habitación de su pequeño y lo dejó acostado en la cama. Se quedó observado a su hijo pensando en lo que iba a suceder en el futuro, no podía dejar que su futuro se arruinara solo por la predicción de un anciano.

-Puedes amar a quien sea y ser libre como quieras, mi pequeño.- susurro.

Luego de haber visto a su hijo lo suficiente, salió de la habitación y caminó hacia el despacho de su esposo. Cuando llego solo se quedó parada en la puerta y se cruzó de brazos.

Minato seguía concentrado en los papeles, pero aun así ella habló.

.-Se lo que intentas hacer-. 

Minato no apartó su mirada, pero aun así contesto.

.-Sería una sorpresa que no lo supieras -.

Kushina golpeo la pared.- ¡¿Cómo te atreves a vender a mi hijo?!.-

Minato dejó los papeles y suspiro.- No estoy vendiendo a Naruto, no me atrevería hacer algo así.-

-Pero la carta, la carta decía que Gaara y Naruto harían una gran unión para unir los clanes Sabaku y Namikaze -.

-Rasa la envio, yo no tengo nada que ver en esto-

.-¡Pero lo pensaste! .-

-No lo negaré, es una oferta tentativa y tu sabes más que nada que no es mala idea que el clan Sabaku se una a nosotros- suspiro.- Pero no lo hice, porque se que Naruto no es un objeto al cual podemos intercambiar.-

Kushina no respondió, se dio la media vuelta y salió del lugar.

Minato suspiró una vez más, no sabía qué hacer para que su esposa confiara en él. Sabía que su hijo era un caso especial y que solo la gente más cercana sabía el secreto. Acarició sus sienes para calmar su dolor de cabeza.

Luego la puerta se abrió bruscamente, que lo sobresaltó

.-Lamento asustarlo, señor.-

.-¿Qué sucede, Sarutobi?.-

Sarutobi hizo una leve reverencia.-Hay un incendio en las fronteras, señor-.

 Minato se levantó de la silla.- ¿Es un ataque?.-

.-Al parecer solo es un accidente en un granero, ya he movilizado a varios soldados señor... pero aún así...-

.-Está bien, iré para allá.-

.-Gracias señor.-

Minato siguió al soldado y Kushina lo interrumpió en el camino.

.-Llévate esto, puede haber frió.- le dio el abrigo.

Minato lo tomó y le dio un beso a su esposa.-No tardare.-

Kushina asintió y se apartó de su camino

.-Guieme soldado.-

Sarutobi asintió y guió a su líder al lugar donde estaba el incendio.

Kushina sintió un ligero escalofrío que la hizo abrazarse a sí misma.

Rosa NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora