Capítulo 38

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Durante estos días, Naruto se la ha estado pasando, comiendo y durmiendo. Estaba viviendo en una pequeña residencia junto con Konohamaru y dos doncellas que le servían sus caprichos y que de vez en cuando se entretenía con sus chismes, esto le hacía recordar los días cuando estaba en la cocina, escuchando las pláticas de los sirvientes.

Al día siguiente Gaara llamó a Shikamaru para que fuese a verle. Tenían que hablar de muchas cosas, incluyendo la próxima guerra que se avecinaba.

Shikamaru llegó al palacio junto con Temari, los dos estaban tomados de la mano platicando de algunas cosas que él no llego a escuchar. Shikamaru se detuvo enfrente de Gaara e hizo una leve reverencia.

-Amigo ¿Cómo has estado? -

Gaara miro a su hermana y le hizo una seña para que se retirara. Temari no deseaba irse, por lo que no obedeció.

-Temari, necesito hablar con Shikamaru a solas, por favor -

Shikamaru apretó la mano de la mujer -¿Por alguna razón no puede quedarse aquí?-

-Es sobre Naruto-

Shikamaru entendió -Lo siento, cariño, pero esto es importante -

Temari frunció el ceño -¿Más importante que yo?¿Por qué le prestan atención a alguien que los traiciono? -

- Temari... ya lo hemos hablado -

Dos soldados se acercaron y tomaron los hombros de la rubia -Por favor, acompáñenos -

-No es necesario, yo sé dónde está la puerta- de un manotazo quito las manos de los hombres y con una última mirada de enojo se retiró de la sala.

Gaara suspiro -Suerte con ella

Shikamaru sonrió levemente -Mi padre ya me había dicho que las mujeres son problemáticas, así que no me sorprende... ¿Dónde esta él? -

-Esta en la pequeña residencia del patio trasero, yo mismo te llevo -

Shikamaru asintió y salieron del palacio, junto con cuatro soldados y sirvientes.

-Señor Namikaze, el rey Sabaku está aquí –

Naruto se atraganto con el pedazo de pastel, sintió varios golpecitos leves detrás de su espalda.

-No comas tan rápido, nadie te lo quitara- dijo Konohamaru, mientras repartía suaves golpes al rubio.

-Naruto ¿Estás bien? – una voz preocupada apareció de repente en la entrada.

Naruto lo miro. Era Gaara vestido con un Kimono rojo con piezas de oro que colgaban e muchas partes de su cuerpo e incluso sus orejas tenían pendientes dorados que parpadeaban y brillaban.

-Estoy bien, solo me atragante un poco – Naruto camino dos pasos hacia adelante y les dijo a las criadas que se retiraran.

Konohamaru se quedó a su lado.

- Por favor, come despacio, no quiero que te suceda nada malo-

El rubio todavía no estaba acostumbrado a los buenos tratos del pelirrojo, pero tampoco quería incomodarlo, después de todo lo trataba bien a pesar de que estaba con un Uchiha.

-Gracias, Gaara -

-Lamento interrumpir este ambiente amoroso, pero quiero saludar a mi viejo amigo – una voz burlona se escucho desde la entrada.

Rosa NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora