Rosa Negra

Capítulo 13

.-¡Esto es increíble! ¡Increíble! ¡Al parecer todos mis esfuerzos en protegerte fueron en vano!.- grito Jiraiya.-¡Acaba de ser derrumbado como una simple hoja de papel!.-

.-El papel no se derrumba, solo se rompe.-

-¡No me corrijas! ¡No estoy de humor! – suspiro con gran pesar.- Dios ¿Ahora que vamos hacer?.-

-¿Qué tienes contra la familia Uchiha? – pregunto Naruto.

-Oh, si supieras la clase de gente que son, no estarías defendiéndolos –

Naruto no respondió y se concentro en los copos de nieve. Es verdad que no sabía mucho del clan Uchiha, solo conocía las pequeñas cosas que Sasuke le mencionaba cada noche que venía a verlo. La mayoría eran las cosas vergonzosas que hacía su padre o las cosas buenas que su hermano hacía de vez en cuando, pero de ahí en adelante nada importante salía de sus labios.

.-¿Ahora que haremos?.-

Sasuke estaba determinado en llevarlo al clan Uchiha y volverlo su consejero. Nada lo iba hacer cambiar de opinión a no ser que Sakura se negara a su petición, aunque era imposible. La Haruno haría cualquier cosa por el azabache si eso significaba entregar su vida, pero había una pequeña esperanza de que Sakura se negara.

-No te preocupes, ella dirá que no -

Jiraiya miro al rubio.- ¿Cómo puedes estar tan seguro?-

-Ella me odia -

Lo había sentido en varias ocasiones, aunque Sakura no disimulaba de que la presencia de Naruto le era molesto, de hecho, la idea de acomodar los pergaminos por semanas fue de ella, con tal que no apareciera en su camino.

-¿¡Cómo puedes decir eso con orgullo?!- dijo Jiraiya, mientras golpeaba su hombro.-¡Si no fuera por mí! ¡De seguro ella te hubiera mandado a decapitar!

-Auch, yo no tengo la culpa, no se porque me odia -. Sobo su hombro.- Yo hice todo lo posible para llevarme bien con ella.-

.-Claro, te creo.- le dio un golpe más.- trata de hacer las pases con ella cuando la veas.-

-Pensándolo mejor, si sufro abuso contigo-

Jiraiya lo volvió a golpear. -Ve, acúsame con tu amigo Sasuke, ¡hazlo malagradecido!.-

-¡Ya! ¡Detente! ¡Me duele!- Naruto se levanto de la silla, para huir de los golpes de Jiraiya.- ¡hare lo que me pidas!, ¡Deja de golpearme!-

Jiraiya se detuvo y suspiro.- Ahora solo falta esperar que tengas razón, si no lamentablemente te tendrás que ir-

Naruto sonrió.-confíe en mí y si no da resultado, hare lo posible para convencer a Sasuke-

.-No creo que sea posible-

.-¿Por qué?.-

-Ellos son más poderosos que nosotros, sus palabras son la ley que nosotros tenemos que respetar -

-Sasuke es diferente -

-No lo creo muchacho, está determinado en llevarte. -

Naruto recordó lo quedijo el azabache "Hare todo lo posible para que estés a mi lado" dijoantes de retirarse. No sabía cuando o como empezó depender de él, todo el tiempo lo buscaba en vez de su prometida y creo que desde ahí empezó el odio de Sakura. 

Decidió no pensar más y se sentó de nuevo, mirando la ventana. Faltaba esperar el día de mañana y saber el resultado.

.-¿Quieres café?-.

Naruto asintió ante la pregunta de su padre. 

******

En una habitación del palacio, se encontraba Sakura, peinando sus cabellos rosados. Sus ojos se concentraban en cada rasgo, cada pómulo de su cuerpo y en cada lunar.

-Señorita Haruno, su prometido desea verla.-

Sakura se apresuro de acomodar su bata y se levantó rápidamente de la silla.- Dile que pase.-

La puerta de la habitación se abrió y la figura de su prometido se hizo presente.

-Sasuke, ha pasado tiempo-

Sasuke miro a su alrededor, fijándose en el aspecto de la habitación.- En realidad, necesito pedirte algo.- dijo sin mirarla.- Es como un adelanto de regalo de bodas.-

.-Creí que tú me darías algo.-

Por fin puso su mirada en ella.- ¿Qué quieres de mi parte? ¿Amor? Sabes que no te lo puedo otorgar.-

-Oh...entonces mientras no sea tu cariño, ¿Puedo obtener algo de ti?-

.-¿Qué quieres, Sakura?, yo que sepa no necesitas nada.-

Sakura bajo la cabeza y se puso tímida.- Desearía...desearía que su majestad pasara la noche conmigo, el día de nuestra boda-

.-Oh, así que la señorita Haruno quiere ser deseada solo una vez-.

Sin previo aviso, le quito la bata de un jalón, dejando semi desnuda a la chica. Sus partes íntimas eran guardadas por su ropa interior, pero sus senos quedaron descubiertos.

Sakura se cubrió con sus manos, mientras sentía la mirada penetrante del Uchiha analizándola de pies a cabeza.

-No dudo que tienes un buen cuerpo, tal vez me satisfaga en nuestra única noche-

-Majestad –

.-Solo te diré una cosa, no quiero que tengas esperanzas después de ahí, si piensas que después de pasar la noche contigo sentiré algo, te equivocas.-

Sakura controlo sus lágrimas, pero no sus temblores.- ¿Por qué? ¿Por qué eres tan cruel conmigo?-

-¿Por qué te enamoraste de mí? ¿He hecho algo por ti? Tú sabes muy bien que nuestros clanes se unen por orden de nuestros padres-

- Pero aún así, aun así creo que deberíamos aprender a amarnos, siento que todo tu cariño se lo das a Menma - grito Sakura.- ¡¿Por qué a el si lo permites a acercarse?!.-

-¡Ya basta! –

Sakura callo ante su fría mirada.

El azabache recogió la bata del suelo y dijo con voz profunda.- Vístete-

Sakura lo tomo con mano temblorosa.- ¿Qué quieres a cambio, majestad?-

El azabache que esperaba su pregunta, respondió -Quiero a Menma como mi consejero-.

-Hic – un leve gemido broto de sus labios apretados.- Como... como usted desee majestad.-

Sasuke se aparto de ella y salió de la habitación.

.-Maldito, estúpido, maldigo el día en que te permití entrar al palacio-. Tiro la bata a un lado y empezó a tirar las cosas que estaban cerca.

Ese día en que se conocieron, iba todo bien, hasta que Menma entró al palacio como hijo de su maestro y ahí las cosas empezaron a empeorar. Su prometido solo tenía ojos para el niño de ojos azules y ella creyó que solo sería temporal hasta que crecieran, pero se equivocó. Las cosas empeoraron.

-Debí deshacerme de ti -

.-¡Princesa!.-

Las mucamas entraron rápidamente y trataron de calmar a la señorita.

-¡Suéltenme!-

.-Por favor, tranquilícese-.

Sakura araño a varias de sus doncellas, mientras que lágrimas de ira resbalaban de sus mejillas. Estaba determinada a acabar con cualquiera que se le ponga en su camino.