1- El Comienzo

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-¡corre Alice! ¡¡corre!!-los gritos de mi mejor amiga Megan retumbaban en mis oidos, pero por alguna razon se me hacian lejanos.
Solamente veia a Megan delante mia esquivando a gran velocidad los árboles y los troncos. La vision era cada vez mas borrosa y no ayuda que haya perdido mis gafas unos minutos antes de que empezaramos a correr lo máximo posible.
Senti que algo se abalanzaba encima de mi y cai al suelo dando un desgarrador chillido.
Sus grandes fauces se abrieron y fueron directos a mi cintura undiendo en mi piel cada uno de sus enormes dientes.
Chille de dolor e intente con todas mis fuerzas sacarlo de encima. Levanto su garra y me hizo cinco cortes profundos en mi estómago.
Lagrimas calientes descendian de mis ojos por el dolor acumulado en mi cuerpo.
-"¿este es el fin?"- es lo unico que pasaba en mi cabeza. Lo que yo no sabia es que esto era solo el principio.
No sé si se cansó de mi. Pero de repente paro y salio corriendo en dirección cotraria.
- ¡¡ Alice !! ¡oh dios mio! ¡¿que te a echo?!-exclamó Megan corriendo a mi encuentro cuando esa cosa se fue.
Me encontraba en el suelo. Aun consiente de todo lo que pasaba a mi alrededor, aún consciente de los dolores que estaba experimentando mi cuerpo en este momento. Y desgraciablemente aun consiente de las insolencias que exclamaba mi amiga por su boca.
Con mucho dolor y mucha dificultad me puse sola en pie y empezé a andar para salir de ese maldito bosque.
-Alice...-dijo Megan de repente.
Me pare y miré hacia ella.
-oye Megan.- ¿ es posible que me duela hasta hablar?-tenemos...que irnos.-dije entrecortadamente por las eridas.
-nos hemos perdido.-afirma.
-pero quedarme quieta no es una opcion.-dije dandome la vuelta y tragandome las lagrimas que querian salir de mis ojos.
-es mi culpa.-dijo Megan despues de unos segundos de silencio.
-¿que dices?-dije parandome y mirandola.
-si no te huebiese dicho para que vengamos al bosque para sacar las fotos jamas hubiera pasado esto.-dijo llorando.
-si no me lo hubieras dicho tu acabaria diciendotelo yo. Ademas tampoco es para tanto.-dije intentando hacerme la dura.
-Alice, vi como eso te sacudio.- dijo poniendo sus manos en su cara, lo que significaba que estaba nerviosa.-vi como te atacó.-dijo llorando y callendo de rodillas al suelo.-y lo peor es que yo no hice nada.-me dolia verla asi. No me gusta que se culpe a ella de todo lo que a pasado. Siempre las dos estamos juntas en todo, nos ayudamos en todo pero esta vez no es asi. Tampoco la culpo. Ella no hubiese podido haber echo nada.
-hey...-dije acariciandola del cabello.-¿sabes que puedes hacer ahora?-paré un poco para coger aire y continue hablando.-si quieres ser util ayudame a encontrar la salida de este maldito laberinto con hojas.-dije intentando clamarla.
¿acaso no soy yo la que deberia de estar mas asustada que ella?
Cada segundo que pasa me desangro mas y aqui sigo de pie. Intentando buscar la salida a esto.
Mi madre cuando hablaba tenia razon. Soy fuerte y siempre lo sere.
Al contrario de que Megan es bastante debil. Se rinde muy facil y no le gusta luchar por lo que quiere. Al primer obstaculo se rinde.
Yo trato de hacerle saber que debe luchar por lo que quiere pero cada uno es como es.
Asintio y se puso de pie. Andamos durante demasiado tiempo. Mis pulmones estaban apunto de rebentar. Mi corazon luchaba por seguir palpitando. Mis piernas flaqueaban a cada paso que daba. Mi boca estaba seca necesitaba agua. Y para colmo la herida no dejaba de dolerme pero almenos habia dejado de sangrar como antes.
Los arañazos en mi estomago ardian como si me hubieran puesto limones en la erida. Estaba sucia por haberme caido en el barro. No se como las hojas y ramas estaban enredadas por mi largo cabello.
-he escuchado algo.-dije parandome de repente y haciendo un gesto para que Megan dejase de llorar.
Estuvimos unos segundos en silencio y pude escuchar el sonido de un motor de algun coche pasar.
Empece a correr hacia el lugar en que habia escuchado ese ruido.
Para cuando me doy cuenta mi pierna derecha falla y caigo de bruces en suelo frio y mojado de la carretera.
La bocina de un coche me alertó de que estaba cerca. Gire la cabeza y lo unico que hice fue cerrar fuertemente los ojos esperando el impacto del coche. Ese impacto nunca llego. Abri los ojos y tenia el coche gris a unos pocos milimetros de mi rostro. El conductor salio asustado del auto y vino corriendo hacia mi direccion.
-señorita, ¿esta usted bien?-me pregunto acercandose a mi.
Mi vision se hizo cada vez mas borrosa hasta que no veia mas que negro.

***
Horas mas tarde me encontraba en una camilla del hospital. Megan estaba a mi lado, mientras que mi madre estaba dormida en el sillon.
-Hey.-le susurre.
-dios Alice.-dijo dandome un fuerte abrazo.
-yaya...mucho amor.-dije separandome de ella.
-llevas tres horas inconsciente.-me dice. Y cuando me doy cuenta veo que a estado llorando.
-a mi me parecieron minutos. Megan. De verdad que estoy bien.-dije sonriendole.
-Alice nadie se cree lo del monstruo del bosque.-dijo preucupada.
-¿y las heridas?-le pregunte.-¿que piensan de eso?-dije con intriga.
-vete al baño.-me dice seria.
Me pongo de pie y me dirijo al baño.
Cierro la puerta con pestillo y levanto la bata de hospital.
Absolutamente no tengo nada. Miro los profundos cortes en mi estomago y tambien desaparecieron. Miro mi muñeca por un accidente que tuve con el fuego y la cicatriz de la quemadura que la iva a tener toda mi vida tampoco esta.
Me miro a los ojos en el espejo y respiro ondo. ¿me desmaye y tuve una pesadilla? Pero todo esto es tan real.
Sali del baño con una cara confusa. Esto no es posible.
-¿como...?-
-ni idea. No me preguntes.-respondio Megan antes de que terminara la frase.
-¿tu estas bien?-le pregunte.
Asintio con una mueca en el rostro.
-cansada.-responde.
-¿tu cuando no estas cansada?-dije sonriendole para calmar el ambiente. Me sonrio de vuelta.
Chasqueó los dedos y acto seguido me señalo.-eso tambien es verdad.-me responde sonriendo.
Me rio.
Mi madre se levanta al escuchar mi risa.
-cariño.-dijo ella viniendo a mi encuentro.
-mama.-dije abrazandola.
-¿estas bien? El médico quiere hacerte unas pruebas y después si estas lo suficientemente bien te dejará ir a casa.-me responde mi madre.
-yo me siento mejor que nunca. Habrá sido un mareo.-dije ocultandole la verdad a mi madre.
Ella asintió no muy convencida.
-¿no estaras embarazada no?-me preguntó con temor en sus palabras.
-si mama del espiritu santo por que de otra cosa no puede ser.-dije irónica rodando los ojos.
Sus facciones se relajaron y me dio una sonrisa.
-echate en la cama. Llamaré al médico.- dijo acariciandome la cara y saliendo de la habitación.
-al parecer tu madre no sabe que hay botones para llamar a los enfermeros.-dice Megan con el aparato entre sus manos. Me rio y niego con la cabeza.
-para la próxima le aviso que estamos en el siglo 21.-nos volvemos a reir y me siento en la cama.-espero que me deje salir hoy mismo de aqui.-digo mirando a Megan aburrida.
-tengo miedo.-habla Megan.
-¿de que?-le pregunté.
-¿y si esa cosa nos persigue?-pregunto con lágrimas en sus ojos.-porque Alice, te juro que si nos persigue no podré soportarlo.-dijo secandose una lágrima que resvalaba en su mejilla.-sabes lo debil, lo pequeña y la ingnisificante fuerza que tengo.-otra lágrima de escapó de sus hermosos ojos castaños.
No me gustaba verla tan asustada, no me gustaba verla de esa forma. El corazón se me empequeñecia al escucharla decir esas cosas de si misma.
-mira Megan. Te aseguro que esa cosa no nos perseguirá. Estaremos bien y a salvo siempre que permanezacmos unidas. Y si es asi. Si de verdad viene a por nosotras, que no creo. Pues estaremos preparadas.-dije apretando mis labios al teminar de hablar.

Enseñame A VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora