Las consecuencias de la venganza [YAOI]

Capítulo 10

Pasaron unas semanas desde que el disco saliera a la venta. Fue una novedad y llegó a ser número uno en algunos países, también dieron algunos conciertos improvisados. Con los beneficios obtenidos podían irse a cualquier parte del mundo, así que decidieron ir a Hawaii.

Quedaban horas para irse y todos preparaban las maletas. 2D era el que más ropa y objetos personales llevaba. Intentaba cerrar la maleta pero no podía. Se sentó encima y así consiguió cerrarla.

"Uff... creo que ya está todo." Se secó la frente, sonriendo. Se quedó sentado un rato más sentado en la maleta.

Desde hace unas semanas Murdoc lo había estado acosando sin parar, queriendo tener sexo con él. Por lo menos había dejado de pegarle y de insultarle. Cerró los ojos sonrojado.

Desde hace un tiempo también sentía que su corazón se le salía del pecho cada vez que lo veía. Era extraño, le dolía y apenas podía respirar. Esperaba encontrarse bien durante el viaje.

- ¡NOS VAMOS A HAWAII CHICOS!- Gritó el moreno desde la entrada. 2D cogió su maleta y fue hasta el vestíbulo. Allí solo estaba Murdoc con Russel.

- ¿Y Noodle?

La recién nombrada salió del pasillo. Solo llevaba una maleta grande como equipaje.

- ¡Hai!

- Bueno, ya estamos todos.- Murdoc abrió la puerta y todos salieron.- ¿No se os olvida nada, no?

- ¡No!- Contestaron. Murdoc cerró la puerta con llave y se dirigieron al aeropuerto. El viaje era un poco largo pero sin embargo ninguno dijo nada hasta que llegaron.

- A ver... hay que embarcar aquí.- Había una larga cola en donde había que facturar las maletas hacia Hawaii. Para el fastidio de todos tuvieron que esperar bastante. Por lo menos nada más entregar las maletas subieron al avión, Noodle estaba hiperactiva perdida.

- ¡Nunca he montado en uno!- Dijo pegando saltos. Ya hablaba inglés con más fluidez.

- Cálmate fideo.- Murdoc le acarició el pelo. Se sentaron en sus correspondientes asientos mientras que la afazata explicaba las instrucciones de seguridad. 2D se sentó al lado de Noodle y Murdoc con Russel para su fastidio.

2D miraba por la ventana distraído. Pensando en el beso que se dio con Murdoc. Se mordió el labio sonrojado, nunca se imaginaría que se besaría con alguien como él.

Noodle le tiró de la manga.

- ¿Qué pasa Noodle?

Ella juntó sus dos dedos índices con vergüenza.

- ¿Te gusta Murdoc-san?- Preguntó en un susurro. A 2D casi se le cae la cara de vergüenza.

- ¿¡C-Cómo has llegado a esa conclusión...!?- Exclamó alterado. Noodle agachó la cabeza.

- Porque... porque un día estaba pasando por tu cuarto y...- Se tapó la cara, sonrojada. El peliazul lo pilló al vuelo.

- N-Noodle no pasó nada...- Dijo con corte.- Pero de todos modos no digas nada ¿Vale? No quiero que el rumor se extienda...

En ese mismo momento Murdoc los miraba con una ceja alzada desde su asiento "¿De qué estarían hablando?" Pensó extrañado.

El avión por fin despegó. Les quedaría un largo viaje por delante, pero se la pasaron escuchando música, o hablando entre ellos, o durmiendo. 2D no dejaba de pensar en Murdoc y de vez en cuando lo miraba desde su asiento sin que éste se diera cuenta. Noodle lo miraba extrañada cada vez que lo hacía. Por parte de Murdoc estaba tranquilo, deseoso de ir a Hawaii ya, pero tranquilo.

Aterrizaron muchas horas después, estaban muy cansados de estar metidos en el avión. Las piernas le temblaban a todos.

- ¡Mirad! La playa.- Exclamó Russel señalando el mar. Hacía un día buenísimo.

- ¡Por fin!- Murdoc se estiró después de coger su maleta.- Vacaciones, mojitos, calor...- Vio a unas nativas en la entrada del aeropuerto bailando el hula bastante bien.- Y sexo.- Se le cayó la baba mientras lo dijo. 2D lo miró con los ojos entrecerrados.

Fueron al hotel en taxi. Se registraron y fueron a sus habitaciones, tenían una para cada uno. Eran súper grandes y lujosas, con camas de matrimonio y vistas a la playa. Murdoc no había reparado en gastos.

2D dejó su maleta en la cama y sacó el bañador. Se lo puso y alguien llamó a la puerta.

- Buenos días señor.- Era una camarera con una bandeja y bebidas.- Regalo del hotel.- Le ofreció una.

- ¡Gracias!- Exclamó contento. Miró a la habitación de al lado que era la de Murdoc. Otra chica con una bandeja estaba allí y el moreno intentaba ligar con ella. El peliazul se enfadó.

Cerró la puerta y bebió un poco del vaso. ¿Por qué se sentía así? Quizá estaba enamorado de Murdoc... Sólo quería que se fijase en él.

Dejó la bebida en la mesita y se tumbó en la cama. No tenía ganas de nada.

- ¡2D!- Noodle entró en la habitación con un bañador puesto y una toalla en la mano. Lo zarandeó.- ¡Vamos a la playa!

- No tengo muchas ganas...

- ¡Venga no seas aguafiestas!- Le tiró del brazo, arrastrándolo y tirándolo de la cama.- Perdón...

- Da igual.- Dijo suspirando y levantándose.- Venga vamos.

Los dos salieron del cuarto y se encontraron con Russel y Murdoc. Todos se fueron a la playa que estaba muy cerca del hotel. El sol quemaba mucho y 2D decidió ponerse varios kilos de crema en el cuerpo y a Noodle también.

- 2D deja de ponerle crema a la niña.- Murdoc la apartó de él y la mandó a la orilla.- Estás obsesionado con la salud.

- Sólo quiero que no se queme...- Guardó el bote y se fue al agua con Russel y Noodle.- ¿Tú vienes?

- Prefiero quedarme aquí debajo de la sombrilla.- Se tumbó con los ojos cerrados y con una sonrisa.

El peliazul se encogió de hombros y fue al agua. Era muy transparente y se veían los peces en el fondo, eso alegró a 2D, le gustaban mucho los animales.

Noodle comenzó a salpicar a los dos e iniciaron una guerra de salpiqueo.

- ¡Mira un alga!- Noodle la cogió y se la lanzó a 2D en la espalda.

- ¡AAARRRGGG!- Gritó con asco. Russel y Noodle rieron.- ¡No tiene gracia!

El peliazul escuchó a Murdoc reír y miró hacia donde estaba. Se enfadó cuando vio que estaba hablando con algunas camareras y otras chicas que venían de vacaciones. Salió del agua sin mucho ánimo.

- ¿A dónde vas, D?- Preguntó el batería.

- Me duele un poco la cabeza...

Se fue a su habitación de hotel. Se acostó boca arriba con la mirada perdida. ¿Todas sus vacaciones serían así?

¿Tendría fe de aguantar cada vez que Murdoc ligaba?