Tú adorabas mis cenizas sin ni siquiera conocer el incendio.
Tú siempre me diste tu mano.
Tú siempre me escuchaste.
Tú siempre querías lo mejor para mí.
Tú, tú, tú, tú, tú, tú.
Te hacía enojar constantemente, pero en el fondo sabía que te gustaba.
No estuviste en mi cumpleaños.
San Francisco.
Siempre adoraba los viernes.
Nadie podía mirarme sí tú estabas ahí.
Nadie podía tocarme, sólo tú.
¿De verdad pensabas que era sexy?
Porque así me sentía contigo.
Por favor vuelve.
Por favor vuelve a mí.