No somos nada, pero te puedo decir que tú eres el único.
Como una oruga atrapada infinitamente en su capullo, con la intensidad de ser mariposa.
Perder la inocencia.
Porque te siento tan adentro y a la vez afuera.
No soy como ellas.
Sólo quiero gritar y decirte que te odio.
Dime que me necesitas, así sabré que es verdad.
Te quiero tanto, pero odio tu carácter.
Déjame en las vías del tren, que no te importen mis sentimientos.
Déjame, como aquella vez.
Porque algo de ti me tiene enganchada.
Así qué, sí decides romper mi corazón. Ya sea hoy, mañana o años a partir de ahora; se gentil conmigo.