Querida:
«Para cuando leas esto estaré de lejos de nuevo, pero cuando pienso en ti realmente sé en lo profundo de mi ser que estoy en casa. Algún día desearía que me acompañes, así no tendría que sentirme tan solo.
Te amaré por siempre.»Salí a comprar cigarrillos, y vi un anillo de fantasía que me gustó.
Él lo robó para mí.
Solía pensar que era un cretino, una simple alma más.
«¿Tienes miedo?»
Condujo por horas para llegar a casa, mientras sonaba Radiohead.
Todos lo juzgaban.
Él estaba confundido.
Porque te pienso a cada instante, al cerrar los ojos.
Besé sus nudillos rojos y lo miré.
«Quédate conmigo esta noche.»
Y viajamos hasta el infinito esa madrugada fría.
Él cumplía 21 y bailamos sin música; porque él la tenía consigo.
Pero nadie lo entendía, nadie nunca lo entendió.
Y lo besé.
Me dijo que me protegería.
Y lo hizo alejándose de nuevo.
Mi amor, los chicos no lloran.