Empleada de un Playboy © (1)

CAPÍTULO 13 {TERCERA PARTE}

¡Aviso!
Antes de comenzar a leer, cambiaré de narradores durante todo el capítulo.
Gracias por leer la historia, ¡os quiero!

NARRA Kyle

Por fin se fueron.
Tanto quedarme mirando como Karen se sube al coche de ese idiota, dan ganas de matarle.

Os explico.

Antes de las 19:00, estaba en el salon viendo una película.
Hasta que oí unos gritos provenientes de la casa de al lado.

Gritos y aun que otro tortazo.

Ya me imaginaba a Karen con una sartén en la mano obligando a su hermano a que la dejara ver una película porno.

Si, he exagerado un poquito.

El caso es que cuando termino de oírse ruidos y portazos, supuse que Cody le había dicho que no podría ir a algún tipo de fiesta.

¿Que como lo se?

Pues esta mañana después de que Karen se fuese de mi casa, vi como un chico iba a la suya y le decía algo.
Ella enseguida asintió.
Así que supuse que iba a alguna fiesta.

Y yo como caballero que soy no la iba a dejar sola con ese tipo que no conocía.

Así que aquí me tenéis apunto de subirme a mi coche para perseguir a esos dos.

Subí al coche y puse la radio.
Y para mi suerte estaban sintonizando la canción que me gustaba.

Arranqué el coche y los persegui.

(...)

¡En menudo lío se estaba metiendo Karen!

Nada mas llegar aparque el coche como pude (porque con la multitud de gente que había era imposible), bajé y sin que ellos me vieran comenze a caminar en su dirección.

No me gustaba nada ese sitio, y menos para Karen.

Ella tenía 16 años y no podía dejar que le ocurriese nada.

¡No es que me guste!
La protejo por su hermano.

No es que me guste la forma en que me mira, ni en sus ojos, ni en esa adorable curvatura de sus labios cuando sonríe... Como os dije, ¡¡no me gusta!!

Entré en la discoteca y nada más entrar vi a un montón de adolescentes borrachos besándose.

¡Vergüenza me daría a mi!
Oh por dios me estoy convirtiendo en mi padre.

La vi sentarse en la barra y pedir algo.
Espero que no pida lo que creo que iba a pedir.

NARRA Karen

-Whisky, por favor.

-¡Vaya con la Karen! Otro para mi, ¿segura que te sentara bien?

-Si, no te preocupes por mi.

-Si tu lo dices.

Nos trajeron los whiskys, y nos los bebimos de un trago.

Me picaba la garganta.

-¿Vamos a bailar?

-¿Seguro? Yo no bailo muy bien.

-Creo que bailaras mejor que yo.