CAPÍTULO 21

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Me desperté frotándome los ojos con las manos.

No había dormido muy bien, pero me sentía con fuerzas para tener la cita con James.

Me levanté, me vestí y me fui a desayunar con mi hermano.

-¿Al final que vas a hacer?-me preguntó mi hermano dándome un plato de tostadas.

-¿Sobre que?-pregunté confusa.

-¿Sobre lo de James y Kyle?

-He decidido tener la cita con James, pero le diré que no me gusta tanto como yo le gusto a él, se que le romperé el corazón pero se lo diré de la forma mas... amistosa posible.

-Bien, ¿y que vas a hacer con Kyle?

-Aun no le voy a decir lo que siento, aunque no se lo que verdaderamente siento por él, creo que es una persona pasajera en mi vida, él no me quiere.

-¿Se lo has preguntado?

-Pero como se lo voy a preguntar, si él esta enamorado de mí ya me lo habría dicho, él no tiene problemas para decir lo que siente.

-Yo si fuera tú se lo diría, no tienes nada que perder.

-Sí, un trabajo.

-¿Enserio Karen? ¿Ahora te importa perder un trabajo?

-Tengo que ganarme la vida.

-Anda acabate el desayuno, ¿a qué hora has quedado con James?

-A las 18:00, él viene a buscarme a casa.

-Todo un caballero, pero aun no entiendo porque no le quieres.

-Porque creo que estoy enamorada de otra persona, además no siento esas mariposas en el estómago cuando le veo.

-¿Y con Kyle si?

-Creo que sí, es un estúpido arrogante pero yo sé que en el fondo, muy en el fondo es el chico del que un día me gustaría enamorarme.

-Pues si te sientes así, a por ello, yo te apoyo en tu decisión.

Terminamos de desayunar, ayudé a mi hermano a recoger la mesa y me fui a mi habitación para ver que me ponía para la cita con James.

(...)

Media hora buscando algo que ponerme y no tengo nada que valga la pena para una cita.

Pero pensándolo mejor, la cita va a ser para romper con James tampoco hace falta que vaya muy arreglada.

Busqué un poco más y al final encontré el vestido que me regaló mi hermano en mi quince cumpleaños.

Era muy bonito, era un vestido de tirantes blanco con brillo y las sandalias con un poco de tacón a juego.

Me lo preparé sobre la cama y me fui a darme una ducha.

Terminé de ducharme y miré la hora.

Eran las 14:00 de la tarde, mi hermano estaba haciendo la comida y pese a que olía muy bien, no tenía mucha hambre.

Me volví a mi habitación, me puse el pijama y me fui a la cocina.

-¿Te ayudo en algo?

-Si, prepara la mesa.

-Yo no tengo mucha hambre.

-Tonterias, tienes que comer algo, no vayas a desmayarte cuando estes rompiendo con James en la cita.

-Ja ja ja, que gracioso.

Al final me senté en la mesa a comer algo.

(...)

Solo faltaban 30 minutos para que James llegara, y aún estaba cambiándome.
Y luego me tendría que maquillar.

Así que con esos minutos que me faltaban, decidí ir mas rápido.

Corrí de aquí para allá, con una bolsa de maquillaje.

Terminé de arreglarme y aún faltaban cinco minutos.
Arreglé mi habitación, y llamaron a la puerta.

Cody fue a abrir y no me sorprendió de que la persona que había llamado fuese James.

Corrí hacia la puerta, y me despedí de mi hermano.

Cuando puse un pie en la calle me maldije a mí misma por no haberme traído una chaqueta, aunque estuviésemos en verano hacía un poco de frío.

James pareció notarlo y se puso por detrás a abrazarme.

Por un momento sentí el calor de sus brazos rodeándome.

Caminamos juntos hasta su coche.

Abrió la puerta del copiloto para que yo pasara, entré y el entró por la puerta del piloto.

-¿Cómo estás?-preguntó arrancando el coche.

-Bien, ¿dónde vamos?

-A un sitio donde me gusta mucho y luego iremos a cenar a un restaurante que he reservado, ah y por cierto, estas muy guapa.

Me sonrojé un poco, pero enseguida me controlé sabiendo que tendría que romper con él.

Llegamos a una colina no muy alta, con flores y arboles preciosos y un verde bosque a lo lejos.

Era un mirador.

-¿Te gusta?-preguntó cuando llegamos.

-Sí, es precioso.

-Sabía que te gustaría.

Estuvimos un rato así, hablando de nuestras cosas y mirando los arboles y las flores.

Hasta que mi estómago pidió comida y pareció que el de James también.

Decidimos ir ya al restaurante.

Volvimos al coche y nos fuimos.

(...)

El restaurante era muy elegante.

Entramos y nos sentamos en la mesa que ponía "reservado".

Estuvimos un tiempo hablando hasta que nos trajeron la comida y la bebida.

Recordé la vez en que estaba cenando con Kyle y bebí mas de la cuenta, fue un momento de mi vida que jamás podré olvidar.

Cenamos en tranquilidad, luego pedimos el postre.

No sabía cuando le tendría que decir a James que en realidad no me gusta.

Pero armandome de valor y acabándome la tarta de chocolate que me había pedido, le dije lo que todas las parejas dicen cuando quieren romper:

-James, tenemos que hablar de una cosa.

Empleada de un Playboy © (1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora