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-¿Estás segura de esto? Podemos ir a buscarte, sólo dinos la dirección y vamos.-preguntó la mujer del otro lado de la línea con nerviosismo.

-Estoy bien, sabes que estudié mucho para esto.

-Tienes razón, pero es un sitio nuevo, gente nueva....y apenas acabas de cumplir la mayoría de edad.....

-Mamá de verdad, estaré bien. Sabes cuanto deseaba este viaje, sólo serán tres meses. No te preocupes.

-Y es que aún que me lo digas no me quedo tranquila, nunca te has ido de viaje tanto tiempo y tan lejos.

-Hablas como si me fuera a otro continente-suelta una pequeña risa que calma a su madre-sólo me voy a visitar a la abuela durante las vacaciones de verano.

-Ya, ya, pero no entiendo por qué tanto tiempo.

-Siempre me gustó el pueblo, será una bonita forma de recordar donde pasaba los veranos de niña.

-Bueno, vale. Pero a cualquier problema que tengas nos llamas y estamos allí.

-Que sí....-contesta ya cansada de la preocupación de la mujer-mamá, tengo que colgar, voy a entrar ya.

-Vale, ten cuidado, diviértete y....

-Da recuerdos de nuestra parte a la abuela, sí tranquila, lo haré.

-Mei....

-¿Sí?

-Te queremos.

-Y yo a vosotros mamá.-contesta antes de colgar.

Sobrecogida por los nervios, del que sería su primer viaje en serio, entra en el autobús luego de ver por última vez su ciudad.

-Os echaré de menos también-susurra al aire antes de que las puertas del vehículo se cerraran.

Mira su billete, que marca el asiento 137 y antes de que le griten por distraerse y taponar el pequeño pasillo coge sus maletas y se encamina mirando los números cosidos al respaldo.

-134, 135, 136,...oh.-se queda parada en medio del pasillo, delante del que se supone que es su lugar.

Por suerte está al final del autobús y nadie le puede reprender por estar ahí de pie, sigue mirando hacia su asiento sin saber que hacer. Y es que en su sitio, apoyado contra el cristal aparentemente dormido se encuentra un chico pelirrojo. No quiere despertarlo pero no tiene más remedio, al fin de cuentas es su sitio.

-Disculpa....-lo sacude suavemente del hombro para que despierte-disculpa....ese es mi....

No puede acabar la frase ya que el chico por fin se despierta fulminándola con un par de ojos ceniza. Mei se sorprende un poco por el repentino despertar de éste y se queda sin habla mirándolo sin saber que estaba diciendo. Él la sigue mirando y al ver que no sigue la frase arquea una ceja cómo indicando que siga, cuando ve que no surte efecto y que sigue igual de perdida suspira.

-¿Ese es mi....-sigue la frase para que ella retome el hilo.

Mei se sorprende por lo grave de su voz, no tiene un aspecto tan rudo como para tener esa gravedad de tono.

"Debe ser por que se acaba de despertar".

Entonces escucha una tos demasiado falsa y por fin se da cuenta de la situación. Con vergüenza completa la frase.

-Ese es mí sitio, mira.-para darle mayor valor a sus palabras y compensar el ridículo de hace unos segundo le planta el billete delante de sus ojos.

Firefly Lights//Sasori au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora