Las advertencias son creadas por una razón, para que la persona que las vea tenga precaución y no comenta algo tonto, eso pensaba Hermione mientras se dirigía a su primera clase de Aritmancia.
Nunca le gustaron los números, ni las sumas, ni las restas, ni nada con ellos, hasta que conoció la Aritmancia, única en su tipo, sin formulas tediosamente largas y complicadas, ni nada de eso, al contrario, estos números tenía un significado, tenían cosas que explicar sobre las personas, y eso le gustaba.
Saber como eran las personas, siempre le había intrigado, todas únicas y diferentes,y con la combinación de números que estas tuviesen ella podía darse una idea de cómo eran las personas.
Fue justo así cuando en un momento de aburrimiento se puso a analizar a todos sus conocidos, incluyéndolo a él.
Así supo que Ron a pesar de ser un cabezota la mayoría de las veces podía llegar a ser serio y sensato, y no un tonto inmaduro, descubrió que Harry era un romántico, cosa que con tan solo preguntarle a su novia Ginny le hubiese ahorrado el esfuerzo.
Descubrió en Snape un hombre de fiar, y en Malfoy descubrió el sufrimiento que lo agobiaba.
Pero eso no era mucho de su interés hasta que llego a él, a Remus Lupin, su persona favorita en el amplio mundo.
Cuando se disponía de ver que era lo que descubriría, interrumpió todo el procedimiento cuando decidió que si algo debía de descubrir lo haría a la antigua aunque eso pudiese nunca revelarle nada, no quería invadir el mundo de aquel noble hombre, aunque fuese a base de algo tan inocente como los números.
Pero guardaba el papel intacto, incompleto solo por si un día desistía y terminaba haciendo trampa.
Y ahí estaba otra vez pensando en el, sin poner atención en clases, sin escuchar lo que la profesora decía, oh no, estaba pensando en él, y en lo magnifico que era, su inteligencia, su nobleza, su corazón siempre tan puro, su valentía, y su adorable sonrisa, que sin querer le provocaba un rubor en el rostro, todo en el era fascinante, desde sus bellos ojos dorados hasta su forma de comer chocolate tan única.
No importara como, así era siempre, ella terminaba pensando en el.
Sin advertir que la profesora se encontraba llamándola desde hacía ya dos veces, solo fue el codazo que una de sus compañeras le propino, lo que hizo que despertara de su nube de fantasías.
- Eh?, pero que?.-
- Ah es bueno saber que ha vuelto a la clase Srita. Granger me sorprende que sea usted en particular quien este distraída.- pánico, fue lo que la castaña sintió al ver en la situación en la que se encontraba .
- Yo profesora, lo siento, yo ...-
- Suficiente, 20 puntos menos para Gryffindor y si continua de ese modo, la castigare.-
Advertencias, si, esa era una advertencia, cuando veía una siempre les tomaba la palabra y les hacía caso, y esta no sería la excepción.
El resto de la clase se dedicó a prestar atención a todo lo que la profesora le decía, sin perderle el hilo en ninguna ecuación, tanto así que pudo, restaurar aunque fueran 10 puntos a su casa.
Esa sin duda era la primera advertencia que recibía la joven castaña, que ahora se encontraba rumbo a su clase de pociones.
Justo ahí se encontraba el profesor Snape escribiendo las instrucciones en el pizarron, típico de el, y aprovecho para intentar pasar desapercibida y no notase su retraso.
- 5 puntos menos para Gryffindor por llegar tarde.- dijo Snape sin siquiera mirarla.
- Rayos.- se dijo así misma mientras tomaba asiento a lado de Neville.
Su segunda advertencia, si eso era, la chica había llegado tarde por que en un momento había visto a su querido profesor de Defensa y se le había quedado viendo, cuando le explicaba algo a un niño de tercero.
El resto de la clase todo parecía estar bien, su poción parecía estar perfecta, sin duda alguna, aunque sabía que Snape nunca se lo reconocería, pero se sintió satisfecha, cuando se escuchó un leve toqueteo en la puerta para posteriormente aparecer Remus Lupin con su dulce sonrisa y sus cabellos levemente desalineados cayéndole un poco sobre el rostro.
No lo pudo evitar y suspiro, y sin querer, se movió para poder verlo mejor, provocando que Neville derramara de más hierba en su poción provocando una enorme explosión, que terminó por mancharle la mitad del rostro de un azul, y a Neville estar bañado de ese color.
Muchas risas se escucharon en el aula, pero los gritos de Snape eran más prominentes, haciendo que Neville se ponga más nervioso y derramara una parte de la sustancia en Hermione, que al parecer la estaba adormeciendo lentamente, mientras se repetía, lo tonta que había sido, aunque claro Snape solo regañaba a Neville.
Sin darse cuenta que su alumna iba caminando un poco al escritorio del profesor para poder sostenerse, pero cuando vio que ya no podía más, y que pronto sentiría el frió del piso en su cuerpo, que nunca llego, ya que unos fuertes brazos la sujetaron evitando que cayera.
Y solo vió sus bellos ojos dorados.
- Tercer advertencia Hermione.- se dijo en casi un susurro, haciendo que el licántropo se confundiera, pero encantado de verla dormir en sus brazos.
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Hola!!, si les esta gustando? espero que si :D
Esta Obra NO es mía Todos los Derechos de esta Obra le Pertenecen a la Autora que es Patrice Bellamy.
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Aceptando Sentimientos
FanfictionHermione y Remus. El camino que deberán de recorrer para estar juntos, empezando por aceptar lo que sienten el uno por el otro. *** *** *** Esta hermosa Obra NO es mía, todos los Derechos de esta Obra pertenecen a la Autora que es Patrice Bellam...