Aceptando Sentimientos

Enfermedad y Medicina

Aquella mañana no escuchó el despertador, ni cuando sus compañeras se fueron, no escuchó absolutamente nada, aquella mañana apenas sintió un rayos de luz en sus ojos, y lo supo, se había quedado dormida.

Se levantó de golpe, y sintió como todo su cuerpo le había reclamado, no se sentía nada bien, tocó su frente, estaba caliente y tenía mucho frío, observó su reloj, había perdido el desayuno y la primera hora, "la clase de Remus" pensó, y se maldijo así misma por no haber estado en ella.

La siguiente clase era Aritmancia, con la profesora Vector. Y sería en una media hora, se baño y vistió, lo más rápido que pudo, sintiendo como su cuerpo se sentía indispuesto a realizar cualquier clase de actividad, peinó su cabello, e intentó arreglarse un poco, no quería verse enferma si es que lo llegaba a ver.

Revisó sus cosas, y una vez checado que llevaba todo lo necesario, salió corriendo del lugar para dirigirse a su clase, justo a tiempo, para que la maestra apenas comenzara a llegar.

No se sentía bien, pero se concentró en los número que estaban escritos en el pizarrón y en su papel, y de nuevo agradeció no tener que llevar matemáticas muggle.

Tenía mucho frío, y pronto, se colocó una bufanda, pero el frío no paraba y se colocó en su capa un hechizo calentador, la clase había terminado, antes de que esta pudiera hacer algo plenamente productivo, ya que había estado intentando controlar su temblor, la maestra les había recogido sus tareas por medio de un hechizo, y ella salió, rumbo a su siguiente clase.

Pero mientras todos lo alumnos salían demasiado rápido para ella, poco a poco sus ojos se le comenzaron a nublar, pero ella dispuesta a seguir con sus clase lo ignoró y siguió caminando, a lo lejos, podía ver a Theo Nott, quién le veía con cara de espanto, ella solo sonrió, perdiendo un poco el equilibrio que rápidamente recuperó, para ver como este se acerba mas rápido hacia ella, pero fue una voz quién le hizo girar su rostro del de Theo al de su amado Remus.

Su rostro también era uno muy preocupado, y mientras le dedicaba una sonrisa, todo se volvió oscuro.

Solo un "Hermione" proveniente de aquella voz que le encantaba, y luego nada, solo la oscuridad.

Remus, le había estado esperando durante todo el desayuno, y luego durante toda su clase, había preguntado a Harry y a Ron tantas veces si sabían donde estaba ella que se sintió como un tonto.

Pensando en lo peor, en que ella tal vez no le quería ver a causa de aquella carta "Oh por que demonios le tuve que mandar aquello!!??" se repetía constantemente, una vez su clase terminó y la de la otra hora, no pudo más y salió en busca de la joven, y ahí, entre otros estudiantes, una bufanda roja como la sangre, la hizo fácil de identificar, su rostro pálido y sus ojos llorosos, se veía tan desubicada, apunto de desmayarse, que no pudo más que sentir miedo, se veía terriblemente mal, pero había otra persona que iba hacia ella, el chico Nott, pero una vez que ella le había visto, y le había sonreído, uno de sus miedos se había ido, pero otro mas había llegado al verla desplomarse, de una manera u otra, había llegado corriendo hacía ella, evitando su caída, y entonces la vio, su sonrisa era solo para él, y ahora su castaña se encontraba tendida en sus brazos, mientras un Slytherin hacia acto de aparición.

- Hermione!!, pero que le paso?.- le miró y le ignoró.

- Esta ardiendo.- dijo una vez que posó su mano en su frente.

- La llevaré a la enfermería.- decía el joven rubio.

- No, lo haré yo, busca a Madame Pomfrey y dile que esto es grave.- el chico salió corriendo del lugar, rumbo a la enfermería, para luego Remus seguirlo cuidadosamente mientas cargaba en brazos a su dulce leona.