Aquel día sin duda alguna, Hermione no podía ni caminar propiamente, siempre tambaleándose, o simplemente deteniéndose de la nada, muchas de las personas que le observaban imaginaban que era por el accidente ocurrido en la clase de Snape.
Pero su completo desinterés y su falta de atención al mundo ajeno, la hacía ver como una loca, pero eso era, estaba loca por Remus Lupin y eso le hacía actuar de manera tonta.
Y aunque hubieran personas que le preguntaban si se encontraba bien, ella solo contestaba "De maravilla!!".
Si, estaba enamorándose cada vez más de el, y al darse cuenta de ello se asustó.
Dicen que el amor es la cosa mas bella en este mundo, que la experiencia es lo mas mágico que uno pudiese llegar a vivir, pero eso significaba una cosa.
Entregarse a una persona, dejarte al descubierto, quitar toda barrera, toda clase de protección, era estar desnudo y al descubierto. Vulnerable.
En la mano de lo inesperado, de lo desconocido, y a nadie le gusta estar en lo desconocido, siempre surge el temor y en este caso el temor al desamor, algo que cualquier persona evitaba a toda costa, y Hermione, era de esas personas.
De aquellas a las que no les gustaba estar ciega, sin poder ver, sin saber, y sobre todo, temía vivir el desamor, ella había visto lo que el desamor, traía, lo que causaba, el gran dolor, las lagrimas, el desconsuelo, y sobre todo la soledad, lo había visto tantas veces, con sus amigas de cuarto, cuando hacia sus vigilancias nocturnas, y hallaba a una que otra muchacha llorando por amor.
Si, el desamor, el mayor miedo, que cualquier persona enamorada quería evitar.
Y si ella se estaba enamorando como ella creía, eso la llevaría a estar vulnerable, ante Remus Lupin, vulnerable, desprotegida, desnuda y sin armas, con que defenderse o protegerse.
Y sin darse cuenta, llego la hora de la cena, se sentó donde siempre, apenas y comió, no hablaba, no nada.
Sus amigos se preocuparon por ella, pero ella solo contestaba un: "estoy bien, solo un poco cansada" y con eso bastaba para que la dejasen en paz.
Toda la noche se contuvo el deseo de voltear a la mesa de profesores, y confirmar sus temores.
Bebió su vaso con jugo de calabaza, tomó sus cosas, lo que más quería era llorar, se sentía confundida, y temerosa, temerosa al no saber que hacer si se enamoraba, temerosa si se enteraba que el no la quería, temerosa al rechazo, y temerosa a que le rompieran su corazón.
Intentó salir del Gran comedor, lo más rápido posible, para que sus amigos no la bombardearan de preguntas o le dijeran si necesitaba compañía, ella solo quería estar sola para pensar y llorar.
Pero justo cuando estaba a punto de lograrlo, un grito de su amiga la hizo girar, y lo vio.
Sentado como todos los demás, sentado y mirándole, su rostro hermoso, y ahora mas juvenil, como el de una persona de veinte y tantos años más, era el semblante de una persona preocupada y triste.
Pero ver aquellos ojos dorados, la hizo, no solo perder el tiempo, sino que le hizo darse cuanta de que su miedo era real, ella estaba enamorada de él, ya no había duda alguna, ni una sola!!!, e ignorando a su amiga que se acercaba, salió corriendo del lugar.
Sorprendiendo a todos, sorprendiéndolo a él, que inmediatamente se levantó y fue en su busca.
Ella corrió y corrió, sin detenerse corrió mas allá de donde estaban las torres, que la guiaban a su dormitorio, corrió, mas lejos, de lo que ella hubiese imaginado, y sus pies se detuvieron en el lugar donde nadie le estaría buscando, el estadio de Quidditch.
El cielo estaba nublado, y el viento soplaba fuertemente, sintió como sus rodillas golpeaban el pasto.
Y sin siquiera evitarlo, las lagrimas salieron sin previo aviso, regando aquel pedazo de tierra, no supo cuanto tiempo estuvo ahí, solo que lloró temerosamente, no había nadie que la viera, que la oyera, y sin más, sintió las suaves gotas, que poco a poco se convirtieron en una fuerte lluvia, que la terminó por empapar, de cabeza a los pies.
Pero eso le relajó, se quedó allí acostada, sintiendo la lluvia lavando su rostro, haciéndole sentir, tranquila, y cuando supo que era suficiente, se levantó.
La lluvia empezaba a calmarse hasta solo volverse un simple goteo, y fue ahí cuando lo vio, corriendo hacia ella .
- Hermione!!!, pero donde estabas???!!!! Me tenías tan pero.. , nos tenías muy preocupados a todos, y ... estas temblando.- se retiró su capa y la envolvió en ella, mientras la abraza fuertemente, sin despegarse de ella, pero el terminó aquel contacto rápidamente.
- Yo..., Hermione, estas bien?.- las lagrimas brotaban de sus ojos color a chocolate, que deseaba saborear, y sintió una terrible punzada en el corazón, ella estaba triste, muy triste, pero porque? Su Meum mel (Mi Miel), porque estaba en esa condición?-
- Hermione que sucede?.- el rostro de su castaña bajo y solo pudo escuchar:
- Estoy bien, yo solo necesito darme una ducha.- y de nuevo salió corriendo.
- Hermione ...- el licántropo se quedó quieto, mientras la observaba desaparecer.
Fue un gota de agua la que le hizo reaccionar, y comprender que debía de encontrar una forma para saber que era lo que le perturbaba.
*** *** ***
Todos los Derechos de esta Obra le Pertenecen a la Autora que es Patrice Bellamy.
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Besos <3
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Aceptando Sentimientos
FanfictionHermione y Remus. El camino que deberán de recorrer para estar juntos, empezando por aceptar lo que sienten el uno por el otro. *** *** *** Esta hermosa Obra NO es mía, todos los Derechos de esta Obra pertenecen a la Autora que es Patrice Bellam...