The Dome | Maze runner| EN EDICIÓN

Capítulo 3 "¿La matarás?"

Thomas apareció por el marco de la puerta.

—Grace, Winston te esta buscando.

—Sí.—contestó Newt aclarando su garganta.—Te llevaré con él.— dijo dirigiéndose a mí.

Cuando salíamos del edificio Newt tomó mano para guiarme, rió al notar que estaba sudada. Minho caminaba cerca de nosotros y al ver que estabamos tomados de las manos sonrió, estaba a punto de abrir la boca.

—Ni se te ocurra.— advirtió Newt serio, Minho rió y reanudó su camino.

—Suerte Grace.—anunció Thomas y se alejó con Minho.

—Grace, hoy no podré acompañarte, estarás sola con Winston. Ve al granero rápido o se molestará.—indicó Newt.

—Claro, te veo más tarde.

Caminé hasta llegar al granero, en la entrada de este divisé a Winston.

—Hola novata, hoy me ayudarás con esta amiga, ya esta algo vieja y no da leche como yo quisiera.— introdujo acariciando a una vaca.

—¿La matarás?—pregunté con un nudo en la garganta.

—Así es.—contestó.—Trae la cuerda que esta por allá.—ordenó señalando una esquina del establo.

La tomé de una pequeña mesita de  acero y se la entregué. Él la usó para atar el collar de la vaca a ma pared.

—Bueno, lo que harás es fácil. Solo tienes que sostener la soga en su cuello ¿de acuerdo? Yo haré el resto.

—De acuerdo— contesté temerosa. Al parecer no era tan valiente como creía, pero haría lo posible.

Winston caminó a una mesa del establo y tomó un cuchillo, a continuación empezó a afilarlo. Después de unos minutos se acercó a la vaca nuevamente.

—Sujeta fuerte—ordenó nuevamente Winston.

Tomé la cuerda entre mis manos y la aferré lo más que pude.

Winston se inclinó para alcanzar a la vaca que estaba recostada en el sueño del establo, tomó el cuchillo y lo acercó al cuello del animal. Me voltee para evitar ver esa escena tan disgustante.
Escuché cómo se desgarraba la piel de la vaca, se retorcía desesperadamente, no me atreví a voltear ni una sola vez.
Después de unos minutos, que para mí fueron una eternidad, dejó de moverse.

—Bien hecho.—admitió Winston.— Yo solamente asentí.—No quieres... ¿Lavarte?— señaló mis manos, bajé la mirada y las ví, estaban bañadas en aquel líquido tibio y escarlata que me causaba tanto temor.
Corrí al lavabo del granero y lavé mis manos a profundidad, el agua se tornaba roja apenas las rozaba. Tallé fervientemente con jabón hasta que no quedara residuo de sangre. Al cerrar el grifo comencé a temblar.

—Hey, Grace, ¿Te encuentras bien?—interrogó Winston con preocupación.

Sentí como todo se tambaleaba a mi alrededor, de un momento a otro, la escena se desvaneció.

Escuché murmullos, abrí los ojos poco a poco. Estaba en una habitación que me era familiar; el lugar de donde Newt había sacado el botiquín.

—No tuviste que asignarle esa tarea.—replicó Newt a Winston.

—No sabía que era tan delicada.— contestó en defensa.

—Debiste asegurarte de eso mucho antes.—argumentó Newt molesto.

—Ah, chicos.— murmuró Thomas al notar que había despertado.

Newt se acercó rápidamente a donde yo estaba recostada.