Capítulo 7

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Entramos en la sala de cine y nos sentamos. Yo estaba al lado de Joe y de Melissa, que estaba al lado de Tony.

Durante la peli no paré de mirar a Melissa y a Tony. Quizá más de lo que debería. En realidad, no debería mirarle. No debería importarme lo que haga. Pero me importa. Y ahora mismo están muy cercan y tienen las manos entrelazadas. Y eso no es que me encante precisamente.

Jane, contrólate.

Lucho por intentar concentrarme en la peli, pero es imposible. Mis ojos se empeñan en mirar las manos entrelazadas de Tony y Melissa.

-¿Te encuentras bien, cariño? Te noto rara.-oigo que susurra Joe en mi oído.

-Si, tranquilo. Estoy bien.

Pero ahora mismo estoy lejos de estar bien.

-Sigo preocupado por lo de ayer.

-Estoy bien, de verdad. Ya te dije que no fue nada.

Joe me miró un momento, puso cara de resignación y volvió a dirigir su mirada hacia la película.

Yo también. O al menos eso intenté.

Cuando llegué a casa Joe se empeñó en quedarse un rato conmigo, pero yo puse de excusa que estaba cansada y necesitaba dormir.

Me despedí de ellos y entré en casa.

-Hola Jane. ¿Qué tal te ha ido?-me dijo mi madre nada más verme.

-Bien.

-Me alegro mucho, hija.-uy, esto huele a que va a pedirme algo, y yo no estoy muy de humor para nada.-Tu padre ha tenido una semana muy dura de trabajo y hemos pensado que podríamos salir a cenar los tres. Hace mucho que no hacemos cosas en familia.

Resoplé.

-Estoy cansada, mamá.

Mi madre me miró detenidamente.

-Jane, estos días has estado muy rara. ¿Qué te pasa? Puedes contármelo.

Más quisiera.

-No es nada.-mi mente intentaba inventar una excusa rápida.-Es que se acerca el final de curso y están los exámenes, ya sabes.

-Entiendo.-suspiró.-Si quieres dejamos la cena familiar para el sábado que viene. Este viernes ya te dan las vacaciones.

-Vale. Me voy a la cama, mamá. Te quiero. Hasta mañana.-dije abrazándola y subiendo por las escaleras como un rayo.

Entré en mi habitación y me puse el pijama. Me metí en la cama y cogí mi móvil. Tenía un mensaje de Kelly: ¿Quedamos mañana? Tengo muchas ganas de hablar contigo. Ayer fue todo muy rápido y repentino.

¿Por qué ahora todo el mundo se empeñaba en no dejarme tranquila?

La contesté: Vale. Mañana a las cuatro en mi casa. Yo también tengo ganas de hablar contigo.

Y acto seguido apagué el móvil.

Llamaron al timbre y oí como mi madre fue a abrir la puerta. Yo me puse los zapatos y cogí mi bolso.

Kelly y mi madre estaban en la puerta charlando.

-Hola Jane.-me saludó Kelly.

-Hola.-miré a mi madre.-Mamá, esta es Kelly. Una amiga.

-Ya veo.-dijo mi madre.-Bueno, yo tengo que seguir con haciendo cosas. Que os divirtáis.

Y se fue.

Yo salí y cerré la puerta a mis espaldas.

-Tu casa es enorme.-me dijo Kelly. Yo no contesté.-¿A dónde vamos?

-Pues...¿te gusta el Starbucks?-ya se qué era poco original pero no se me ocurría otra cosa.

-No he ido nunca.

-¿¡No has ido nunca!?-ella negó con la cabeza.-Pues ahora vas a probarlo. Yo invito.

Entramos en el Starbucks y me pedí mi frapuccino de caramelo. Mi favorito.

-¿Qué quieres tú?-le pregunté a Kelly.

-No conozco nada.

Le pedí otro igual que el mío y, cuando nos lo sirvieron, nos fuimos a una de las mesas del fondo.

-¿Qué tal ayer con Tony?-me preguntó. Pregunta directa.

-Bien.-respuesta seca.

-¿Bien?

-Si.

-¿No te ha dicho nada?

-¿Qué me tenía que haber dicho?

-Nada.

Me acomodé mejor en la silla y me crucé de brazos.

-¿La conversación va a estar todo el rato dirigida hacia Tony?

-No, solo que sigo pensando que deberíais de hablar.

-¿Sobre qué?

-Sobre lo vuestro.

-No hay nada nuestro. ¿Cuántas veces te lo tengo que decir? Nuestra historia pertenece al pasado.-paré un segundo y añadí.-Además, a Melissa le gusta.

-Ya me había dado cuenta de eso. Pero no te preocupes, a Tony no le gusta ella.

-Eso no era lo que ayer daba a entender. Se pasaron toda la película cogidos de la mano.

-Mucho te fijaste tú para no interesarte.-me dijo con una sonrisa pícara. Ups.

-Si... Bueno... Es que... Tampoco es que me fijara, solo que...-balbuceé. No había escapatoria. Me había pillado.

Ella se rió.

-No hace falta que te excuses, Jane. Ya viví esto una vez. Os conozco, Jane. A ti y a mi hermano.-hizo una pausa.-Pero no te preocupes, no lo diré. ¿Sabes que pienso? Que lo que pasa es que ni tú estás segura de lo que sientes. Quieres a tu novio, pero te sigue gustando Tony.

Créeme que si estoy segura de lo que siento. Otra cosa es que lo quiera admitir.

Un chico de pueblo en la gran ciudad [UCDCEUPP #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora