-Estaba a punto de hacer café -le dijo su hermana, lanzándole una mirada de advertencia para que no fustigase a ______-. ¿Quieres una taza?
-Sí, por favor.
-______, ¿quieres que prepare algo para almorzar? -se ofreció su amiga.
-La verdad es que no hay demasiado en la nevera, ni en la alacena -respondió la otra joven.
-Tranquila, veré qué puedo hacer -sonrió Sandy y se fue a la cocina, mordiéndose la lengua para no mencionar la poca consideración de los vecinos. No quería incomodar a ______.
Era tradición en las zonas rurales llevar comida preparada a quienes habían tenido un fallecimiento en la familia, y la de Jacobsville era una comunidad muy unida.
Justin, sin embargo, no era tan considerado como su hermana y, en cuanto ésta hubo desaparecido, puso el dedo en la llaga:
-¿Cómo es que nadie te ha traído comida? -le preguntó con aspereza a la joven viuda, esbozando una sonrisa cruel mientras tomaba asiento frente a ella-. ¿Es que los vecinos también creen que mataste a tu marido?
______ sintió náuseas en la boca del estómago, pero tragó saliva y alzó sus ojos azules hacia él.
-Nunca tuvimos una relación estrecha con ningún vecino. Barry decía que si les dábamos confianza acabaríamos teniéndolos en la casa todo el tiempo. Nunca le gustó la gente.
-Y a ti nunca te gustó él -masculló Justin con puro veneno en la voz-. Me lo contó todo sobre ti, ______, todo.
La joven no tenía que preguntarle para imaginar qué clase de mentiras le habría contado, como que era frígida y lo había rechazado desde que se habían casado. Cerró los ojos y se frotó la frente, donde se estaba formando el principio de un dolor de cabeza.
-¿No tienes un negocio que atender? -le espetó-, ¿varios, de hecho?
Justin cruzó una pierna sobre la otra.
-Mi primo ha muerto, y he venido a su entierro.
-Pues el entierro ya ha terminado -le respondió ella cortante.
-Y supongo que ya debes estar imaginándote con los millones de Barry en tu bolsillo. Pues yo que tú no contaría aún las ganancias: todavía no se ha leído el testamento. Tina ya viene hacia aquí.
-Espoleada por ti, sin duda. Justin enarcó las cejas.
-No necesita que nadie la espolee.
______ se puso de pie. El dolor y el tormento de aquellos dos años la estaban corroyendo por dentro como el ácido.
-Yo no maté a Barry. Justin también se levantó.
-Dejaste que se subiera a un coche y que condujera cuando había bebido. Sí, ______ -añadió asintiendo con la cabeza ante la mirada de estupefacción de la joven-, las noticias se extienden como la pólvora en las pequeñas localidades como Jacobsville. Sandy y yo hemos vuelto a instalarnos en el rancho, y la gente dice que en la fiesta de los Ballenger, anteayer, Barry te pidió que lo llevases a casa, y tú te negaste, así que se marchó solo y salió disparado por el borde de un puente.
De modo que así era cómo las malas lenguas habían tergiversado los hechos... ______ se quedó mirando a Justin, pero no dijo nada. Sandy no le había dicho que habían vuelto a Jacobsville para quedarse. ¿Cómo iba a soportar tener que vivir en la misma ciudad que Justin?
-¿No te defiendes? -la retó burlón-. ¿No vas a buscar ninguna excusa?
-¿De qué serviría? -le contestó ella cansada-. Tú ya me has condenado, igual que los demás.
Justin caminó por el salón, deteniéndose junto a una estantería, y se giró hacia ella.
-Barry me escribió hace un par de semanas -le dijo de repente-. En su carta decía que había cambiado el testamento, y que me mencionaba en él. ¿No lo sabías?
No, ______ no lo sabía, lo único que Barry le había dicho era que lo había cambiado, pero desconocía su contenido.
-Imagino que también mencionará a Tina -continuó Justin, acercándose a ella y mirándola fijamente.
Había una sonrisa tan engreída en sus labios, que las manos de la joven se cerraron, clavándose las uñas en las palmas para contener la ira que se estaba apoderando de ella. Estaba harta, harta del incesante aguijoneo de Justin. ¿Por qué tenía que soportarlo después del infierno por el que había pasado?
-Márchate, por favor -le rogó desesperada .Márchate...
Justin se había detenido apenas un metro frente a ella, y ______ no estaba segura de poder contener mucho más tiempo las lágrimas que se estaban agolpando en sus ojos. Bajando el rostro para que no pudiera ver la angustia en él, trató de pasar por su lado para huir escaleras arriba, pero tropezó con el borde de la alfombra, y estuvo a punto de caer de bruces al suelo cuando Justin, en un acto reflejo, dio un paso adelante y la sostuvo, quedando la joven atrapada en un inesperado abrazo.
Años atrás le habría parecido un sueño encontrarse entre los fuertes brazos de Justin Bieber, pero después de su matrimonio con un hombre que la había maltratado, aquel contacto provocó miedo en ______.
-¡Déjame!, ¡suéltame...! -gimió zafándose y echándose atrás. Se dejó caer sobre el sofá y rompió en amargos sollozos, ocultando el rostro entre las manos.
Justin, que no se había esperado esa reacción, se quedó mirándola estupefacto, sintiéndose mal por haberla puesto en ese estado, pero se dijo que si lloraba era porque se sabía culpable.
De mala gana se sacó un pañuelo del bolsillo y lo puso en las manos de la joven.
-Sécate esas lágrimas de cocodrilo -le ordenó malhumorado.
Justo en ese momento regresaba Sandy, con una bandeja cargada con un plato de sándwiches, café, y algo de fruta pelada y cortada.
Al ver el rostro lloroso de ______ y sus ojos enrojecidos, lanzó una mirada fulminante a su hermano, pero éste no se dio por aludido.
-Vamos, Corrie, come un poco, te vendrá bien - le dijo a su amiga mientras depositaba la bandeja sobre la mesita baja entre los sofás enfrentados.
Justin volvió a sentarse, observando cómo Sandy servía el café y le daba una taza a su amiga.
-Tina me ha dicho durante el entierro que está alojada en un motel -comentó, sin dar tregua a ______-. ¿No hay sitio para ella en la casa de su propio hijo?
La joven, que había recobrado la compostura, lo miró brevemente antes de responder con aspereza:
-Le ofrecí que se viniese aquí estos dos días, hasta que regresara a Houston, pero se negó.
Justin bajó la vista a la taza de café que su hermana le estaba pasando en ese momento.
-Cuando todo esto haya acabado, deberías marcharte un par de semanas a un lugar tranquilo -le dijo Sandy a ______-, a la costa, por ejemplo. Ahora es temporada baja y no habrá nadie.
-Sí, ¿por qué no? -intervino de nuevo Justin, en el mismo tono sarcástico-, cuando hayas cobrado el dinero podrás permitírtelo. Podrás irte a Montecarlo, o a Las Bahamas, o...
-¡Ya basta! -gritó ______ fuera de sí, los ojos como platos en su rostro pálido-. ¡ Deja de atormentarme !
-¡Justin, por favor! -intercedió Sandy por ella.
El ruido de un coche deteniéndose frente a la casa atrajo la atención de Justin, que se levantó y fue a abrir la puerta.
-No lo soporto más, no lo soporto... -balbució______, dejando con manos temblorosas la taza sobre la mesita—. ¿Por qué me hace esto?, ¿por qué...?
Sandy peinó el corto cabello castaño de su amiga con los dedos.
—Creo que es por algo que Barry le contó —mur¬muró contrayendo el rostro y meneando la cabeza—, pero no sé qué pudo ser. Antes, en el cementerio, me dijo que durante estos dos años había visto a Barry a menudo, y que él le había contado cosas acerca de ti.
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Ted- Justin Bieber y Tu [ Adaptada]
FanfictionEsta historia no es mía, es una adaptación. esta historia se puede encontrar en facebook