ENTRETANTO, Sandy y Justin habían ido hasta la casa con Henry, el chofer, quien les abrió la puerta principal y los condujo hasta la habitación que había ocupado ______.
Cuando abrieron el enorme armario, los hermanos se quedaron paralizados ante la desoladora vista que se presentó ante sus ojos. Estaba completamente vacío, a excepción de una bolsa de viaje en el suelo, la que ______ le había mencionado a Sandy, tres vestidos, cuatro camisas, dos faldas, dos pares de gastados zapatos, y un cajón con la ropa interior.
-Esa pobre chiquilla... -murmuró Henry meneando la cabeza-, durante estos dos años la tuvo viviendo en la pobreza, la trató como a un perro, y la trajo de vuelta cada vez que intentó escaparse. Detestaba trabajar para él, pero no podía soportar la idea de dejar a esa pobre criatura aquí sola a su suerte.
Los ojos de Justin relampaguearon peligrosamente cuando se giró hacia el hombre.
-¿Qué está diciendo? -le espetó enfadado-. ¿Cómo que la tuvo en la pobreza? Nuestro primo tenía millones de dólares.
Henry asintió.
-Sí, señor, y se procuraba para sí las mejores ropas, los mejores coches, y las mejores mujeres de Houston -respondió sin amilanarse un ápice-. Pero la señorita ______ lo único que recibió de él fueron golpes e insultos de su lengua de serpiente. La hirió de gravedad la última noche que durmió aquí, la noche antes de la fiesta. Yo mismo tuve que conducirlos hasta el hospital, porque él estaba borracho. Tenía intención de decirle a los médicos lo que había ocurrido, pero él no me dejó bajar del coche, y luego supe por la señorita ______ que mintió al doctor que la atendió, diciéndole que se había hecho el corte con una lámina de hojalata que tenía en el garaje. En mi vida había visto tanta sangre...
Justin y Sandy se habían puesto lívidos al recordar lo que les había dicho el médico del pabellón de urgencias.
-¿La hirió? ¿Con qué? -exigió saber Justin, entre incrédulo e indignado.
-Con un cuchillo, señor Bieber -contestó Henry-. Yo había entrado en la casa para preguntarle si quería algo de mí antes de que me retirara a la cabaña a dormir, y al llegar al salón vi. que se había abalanzado sobre ella en el sofá con un cuchillo en la mano apretado contra su garganta. No hacía más que insultarla y amenazarla a gritos con que la iba a matar. Traté de detenerlo, de hacerlo entrar en razón, y creí que lo había conseguido cuando de repente empezó a maldecirla de nuevo, diciendo no sé qué de una tarjeta de cumpleaños y acusándola de serle infiel -añadió-. Y entonces, antes de que pudiera detenerlo, la hirió. Ella gritó y la sangre saltó en todas direcciones. Eso pareció hacerlo recobrar el sentido, y la llevamos al hospital. Le dieron puntos y volvimos aquí, pero él salió otra vez y no volvimos a verlo hasta la mañana siguiente.
Justin se notaba las piernas temblorosas, y tuvo que sentarse en la silla más próxima.
-¿Y dice que fue... que fue por una tarjeta de cumpleaños?
Sandy se había tapado la boca horrorizada y las lágrimas rodaban por sus mejillas en silencio.
-Sí, señor -respondió el chofer-. Parece ser que ella había recibido una tarjeta de cumpleaños y eso lo había puesto furioso. A menudo la golpeaba. Ella nunca me dijo nada, pero yo lo sabía porque le veía las marcas. Me alegro de que esté muerto -añadió en un tono gélido-. Era una bestia, y no me importa que fuera su primo. Tuvo el final que se merecía. La noche de la fiesta yo estaba esperándolos con el coche aparcado fuera, y cuando los vi salir, antes de que acabara la velada, él la traía casi a rastras. Me ordenó que los llevara a casa, pero yo tenía miedo de que intentara hacerle daño otra vez a la señorita, y me negué a obedecerle. Me dijo que estaba despedido, y que le diera las llaves. Se las di, pero le dije que la señorita ______ no iba a ir con él, que tendría que pasar por encima de mi cadáver, eso le dije. No se enfrentó a mí, porque en el fondo era un cobarde: sólo se atrevía con las mujeres indefensas, y se marchó solo. La gente cree que se mató por su culpa, que lo dejó conducir bebido, pero lo único que hizo esa pobre criatura fue librarse de morir ella también en la carretera o a sus manos.
-¡Miente! ¡No está diciendo más que mentiras! - masculló Justin con el rostro blanco como una sábana.
Henry se volvió hacia Sandy.
-Dígale usJustin a la señorita ______ que le enseñe los puntos. Fue un corte muy profundo. El médico creyó la mentira que él le contó porque las veces anteriores le había mentido igual, haciéndole creer que ella era muy torpe, propensa a tener accidentes. El fue el único accidente que tuvo la pobre chiquilla -añadió-. Nunca tuvo ningún accidente practicando ala delta... ¡él la tiró por las escaleras!
Justin murmuró un «oh, Dios mío» angustiado, y puso la cabeza entre las manos.
-Se metía con ella constantemente -continuó Henry-, llamándola «torpe» e «inútil»... porque a menudo se le caían las cosas, pero aquello le pasaba por sus malos tratos. Hizo de ella una persona nerviosa, asustadiza... como les ocurre a los perros a los que sus amos gritan y golpean.
Sandy le rogó al chofer que los dejara un instante a solas.
Cuando el hombre hubo salido de la habitación y bajado al piso inferior, Sandy se acercó a su hermano pero no dijo una palabra. Parecía que su conciencia ya estaba castigándolo sin necesidad de que ella interviniera.
-¿Lo sabías? -le preguntó alzando el rostro hacia ella con una expresión atormentada-, ¿sabías algo de todo esto?
-No -murmuró Sandy-. Barry no me dejaba verla y teníamos que quedar a sus espaldas, pero yo creía que la razón era que él era muy posesivo, nada más. Y cuando nos veíamos ella jamás me hablaba de su matrimonio. El día del entierro me confesó que Barry apenas le daba dinero para sus gastos, pero nunca pensé...
Justin se puso de pie.
-No podemos dejar que sepa que nos hemos enterado -murmuró.
-Lo sé.
-Imagino que debe haber mucho más -dijo Justin. Y entonces recordó las duras palabras que le había dirigido a ______ antes de marcharse. ¿Cómo había podido estar tan ciego?
De regreso al rancho, Justin metió en la casa las maletas que Sandy se había llevado. Con una sola había bastado para guardar las pocas pertenencias de ______. Las otras iban vacías. Sólo entonces estaba empezando a comprender que la víctima no había sido su primo, sino la joven. Barry le había mentido desde el principio, y por haberle creído había sido cruel con ella. El sólo pensar en ella lo estaba matando. Había pasado lo indecible, y él lo único que había hecho había sido humillarla y culparla.
En ese momento la señora Bird se asomó desde la puerta de la cocina.
-Ah, ¿ya están aquí? La cena estará lista en un... -se quedó a mitad de la frase, y salió al pasillo, mirando con extrañeza detrás de ellos-. ¿Y la señorita ______?-les preguntó ¿No se han encontrado con ella?
Sandy y Justin intercambiaron una mirada de incomprensión.
- ¿______ no está aquí? -inquirió Sandy.
-No, señorita, salió al poco rato de irse usJustines
respondió la mujer.
-¡¿Que ha salido?! -explotó Justin sin dejarla terminar-. ¡Pero si apenas podía caminar! ¿Cómo ha podido dejar que saliera?
La señora Bird contrajo el rostro.
-Pero, señor Bieber... había pedido un taxi por teléfono y me dijo que iba a la casa, porque se le había olvidado decirles que le trajeran algo... -murmuró retorciendo nerviosa el dobladillo de su delantal-. Pero si no ha ido allí... oh, Dios mío...
-¿Dónde podrá estar? -dijo Sandy angustiada, dejándose caer en una silla-. No tiene un solo pariente en el mundo y no creo que lleve apenas dinero.
-¿Cómo ha podido hacer una locura así? -masculló Justin pasándose frenético una mano por el cabello.
Sabía muy bien qué la había empujado a marcharse: su comportamiento. ¡Dios!, ¡si no hubiera sido tan estúpido... si no hubiera creído las mentiras de Barry...!
-¿Qué podemos hacer, Justin? -inquirió su hermana.
-Llamaremos a la compañía de taxis -respondió él yendo junto al mueble del teléfono y sacando del cajón la guía telefónica-. Tal vez logremos dar con quien la llevara.
Consiguieron hablar con el taxista que la había llevado, y éste les dijo que la había dejado en la estación de autobuses. Fueron allí, y por suerte el encargado de la taquilla de billetes recordaba haber visto a una joven que se ajustaba a la descripción de ______, y les dijo que había tomado un autobús a Houston. Sandy quería acompañarlo, pero Justin insistió en que volviese a casa. Era él quien debía hacerlo. La culpa de que se hubiera marchado había sido suya.
Lo primero que Justin hizo fue ir a una comisaría de policía, y allí tuvieron el buen acuerdo de sugerirle que se acercara al albergue de la YWCA, donde era posible que se hubiera dirigido. Le indicó la dirección, y, en efecto, allí la encontró. Cuando entró en el edificio la halló sentada de espaldas a él en el área de recepción, con una mujer que debía ser una asistente social, quien tomaba notas mientras hablaban. ______ parecía agotada y tenía los ojos enrojecidos, como si hubiese estado llorando.
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Ted- Justin Bieber y Tu [ Adaptada]
FanfictionEsta historia no es mía, es una adaptación. esta historia se puede encontrar en facebook