-¡Déjame!, ¡suéltame...! -gimió zafándose y echándose atrás. Se dejó caer sobre el sofá y rompió en amargos sollozos, ocultando el rostro entre las manos.
Justin, que no se había esperado esa reacción, se quedó mirándola estupefacto, sintiéndose mal por haberla puesto en ese estado, pero se dijo que si lloraba era porque se sabía culpable.
De mala gana se sacó un pañuelo del bolsillo y lo puso en las manos de la joven.
-Sécate esas lágrimas de cocodrilo -le ordenó malhumorado.
Justo en ese momento regresaba Sandy, con una bandeja cargada con un plato de sándwiches, café, y algo de fruta pelada y cortada.
Al ver el rostro lloroso de ______ y sus ojos enrojecidos, lanzó una mirada fulminante a su hermano, pero éste no se dio por aludido.
-Vamos, Corrie, come un poco, te vendrá bien - le dijo a su amiga mientras depositaba la bandeja sobre la mesita baja entre los sofás enfrentados.
Justin volvió a sentarse, observando cómo Sandy servía el café y le daba una taza a su amiga.
-Tina me ha dicho durante el entierro que está alojada en un motel -comentó, sin dar tregua a ______-. ¿No hay sitio para ella en la casa de su propio hijo?
La joven, que había recobrado la compostura, lo miró brevemente antes de responder con aspereza:
-Le ofrecí que se viniese aquí estos dos días, hasta que regresara a Houston, pero se negó.
Justin bajó la vista a la taza de café que su hermana le estaba pasando en ese momento.
-Cuando todo esto haya acabado, deberías marcharte un par de semanas a un lugar tranquilo -le dijo Sandy a ______-, a la costa, por ejemplo. Ahora es temporada baja y no habrá nadie.
-Sí, ¿por qué no? -intervino de nuevo Justin, en el mismo tono sarcástico-, cuando hayas cobrado el dinero podrás permitírtelo. Podrás irte a Montecarlo, o a Las Bahamas, o...
-¡Ya basta! -gritó ______ fuera de sí, los ojos como platos en su rostro pálido-. ¡ Deja de atormentarme !
-¡Justin, por favor! -intercedió Sandy por ella.
El ruido de un coche deteniéndose frente a la casa atrajo la atención de Justin, que se levantó y fue a abrir la puerta.
-No lo soporto más, no lo soporto... -balbució______, dejando con manos temblorosas la taza sobre la mesita—. ¿Por qué me hace esto?, ¿por qué...?
Sandy peinó el corto cabello castaño de su amiga con los dedos.
—Creo que es por algo que Barry le contó —mur¬muró contrayendo el rostro y meneando la cabeza—, pero no sé qué pudo ser. Antes, en el cementerio, me dijo que durante estos dos años había visto a Barry a menudo, y que él le había contado cosas acerca de ti.
______ dejó escapar una risa amarga.
—Conociendo a Barry, seguramente se trataba de una sarta de mentiras para que tuviera lástima de él — dijo—. Yo era siempre la culpable de todos sus pro¬blemas — alzó el rostro hacia su amiga—. Fui yo quien lo arrastré a la bebida, ¿lo sabías? —añadió con ironía.
—No, eso no es cierto, bebía porque quería —repli¬có Sandy con firmeza, no queriendo imaginar de qué barbaridades habría acusado su hermano a ______.
—Pues debes ser la única persona en Jacobsville que crea eso —respondió la joven viuda.
Desde el vestíbulo llegaron voces que se acerca¬ban, una profunda y muy calmada, la de Justin, y otra aguda e impaciente, la de Tina Tarleton. Al poco rato entraban ambos en el salón.
—Creí que ese maldito notario ya habría llegado —dijo irritada mientras se sacaba los guantes negros con muy mal genio.
—Supongo que tendría que ir a su oficina para re¬coger los papeles necesarios —dijo ______.
La mujer le clavó la vista, como si fuera un moles¬to insecto en el que acabase de reparar.
—Cierto, y sin duda estará aquí muy pronto —masculló-. Yo que tú empezaría a hacer el equipaje para dejar esta casa.
-No se preocupe, no me llevará demasiado -le contestó ______.
Sandy la miró extrañada, pero no inquirió acerca del porqué, y en ese instante se oyó cómo otro vehículo se detenía fuera.
Sandy se acercó a la ventana y levantó la cortina para mirar.
-Es el notario -anunció. Y tras una mirada a su amiga, fue a recibirlo.
-Al fin -dijo Tina malhumorada, yendo tras ella-. Ya era hora.
______ no se movió. Se quedó sentada, observando fijamente el que había sido el sillón preferido de Barry, y Justin, que estaba de pie, la vio estremecerse de pronto y observó cómo la mirada en sus ojos azules se tornaba angustiada. De modo que se sentía culpable... Y así debía ser, se dijo. Esperaba que la remordiera la conciencia, y que en toda su vida, no volviera a tener otro momento de paz.
En ese momento entró en el salón el notario, un hombre alto y con una incipiente calvicie, seguido de Tina y de Sandy. ______ se puso de pie y suspiró entre nerviosa y aliviada. Al fin terminaría todo. No sabía si bien o mal para ella, si Barry le habría dejado al menos unos miserables dólares, o si tendría que empezar de cero, pero al menos la pesadilla había acabado.
ESTÁS LEYENDO
Ted- Justin Bieber y Tu [ Adaptada]
FanfictionEsta historia no es mía, es una adaptación. esta historia se puede encontrar en facebook