★ 𝐎𝐍𝐄𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 𝐁𝐎𝐊𝐔 𝐍𝐎 𝐇𝐄𝐑𝐎 +𝟏𝟖

𓂃˖˳·Shinsou·˳˖𓂃 Pt.1

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"MIS PALABRAS DE AMOR"

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El aire esa mañana parecía más denso de lo habitual, habia tanta humedad que se pegaba a mi piel.
Caminaba por el pasillo principal de la U.A. sintiendo que la ropa se me adhería al cuerpo, las calzas bajo la falda me oprimían las piernas, y por un momento pensé en quitármelas, aunque fuera solo un rato para aliviarme del calor.

Apenas la idea cruzó por mi cabeza. Recordé por qué las usaba siempre.

Las calzas no eran parte del uniforme, eran...una barrera tal vez. Debajo había rastros que no queria mostrar, pequeños moretones, marcas difusas, huellas que se quedaban incluso después de que el dolor se iba. Decía que eran por el entrenamiento, por las caídas o los ejercicios.
Y a veces era cierto. Pero otras veces… no.

Él dice que me ama. Solo que, en sus “juegos”, en sus maneras de probarme, tal vez no había cariño. Había fuerza, exigencia, ese tono que confundía ternura con control. Cuando me miraba después, decía que debía ser más fuerte, que un héroe no debia quejarse por unas marcas.

Respiré hondo y ajusté el borde de la falda.

—Entrenamientos...—Me repetí de nuevo.

Lo vi un poco más adelante, apoyado contra una de las columnas del pasillo. Su voz se mezclaba con la risa de Monoma, y durante unos segundos pensé en seguir de largo. Pero como siempre caminé hacia él.

—Hace calor hoy —dije, intentando sonar ligera— Estaba pensando en ir al comedor. ¿Qué te gustaría almorzar?

Él giró la cabeza. Tenía esa expresión entre aburrida y distante que me hacía sentir fuera de lugar, como si estuviera interrumpiendo algo importante. Aun así, di un paso más y le tomé la mano.

—Podemos ir juntos —añadí, con una sonrisa que esperaba que bastara.

Por un instante no respondió. Me observó en silencio, con los ojos entornados, como si pesara mis palabras. Luego soltó mi mano despacio, con un gesto casi  desagradable.

—No sé —dijo al fin— Después veré. Preocúpate por ti, ¿sí?

El aire entre nosotros se volvió más espeso que antes.

Él se giró hacia Monoma, murmuró algo y empezó a caminar en dirección contraria. Monoma lo siguió, pero antes de alejarse, quien era su amigo me miró, su expresión cambió por un instante. Había algo parecido a la culpa en sus ojos.
Sonrió apenas, de forma apenada, como si quisiera disculparse por algo que no era su culpa.

Yo traté de corresponderle, pero la sonrisa no me salió.

Me quedé quieta, viendo cómo se alejaban por el pasillo. Él no se despidió, ni siquiera una mirada de reojo. Nada.

Suspiré.

El calor seguía ahí, pegado a la piel, y la sensación en el pecho era igual de pesada. Me obligué a seguir caminando.

El aroma del arroz recién hecho me recibió al entrar, junto con el bullicio de los estudiantes. La vida continuaba.

—¡____!

Entonces vi a Itsuka levantando la mano desde una de las filas, mi amiga... Su sonrisa era de esas que parecían empujar la tristeza a un lado.

—Te he estado buscando desde hace rato —dijo cuando llegué a su lado.

—Lo siento, me demoré un poco —respondí, evitando su mirada.

—Vamos a pedir algo. ¡Ay amiga!, tengo que contarte algo importante.