Noviembre.

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Faltaban 4 días para mi cumpleaños. Me encantaba que fuese el 5, ya que era uno de mis números favoritos.

Esa noche soñé con el beso. Pero era extraño. Notaba la calidez. La sensación de sus labios sobre los míos.

Me levanté y corrí al baño.
Me estaba poniendo nerviosa, el pulso me iba muy rápido. Fui a la cocina a ver la hora, eran las 4 de la mañana. Sabía que no iba a dormir porque seguía teniendo mis preguntas, así que cogí el móvil y le envíe un mensaje a Vane.

-No puedo dormir. Jose está en mi sueño.

No esperaba una respuesta a esa hora, así que me puse a leer. Terminé El teorema Katherine a las seis y media de la mañana. Intenté dormir, pero fue un intento fallido. Empecé a arreglarme para el instituto.
Me puse un jersey gris simple y un pantalón vaquero con unas manoletinas marrones. Me hice la raya en el ojo con el eyerline.

-Vas a aguantarte las preguntas, vas a dejarte llevar porque lo quieres y vas a  disfrutar. -Me dije mirándome. Quería abrazar a Jose y olvidarme de mis tonterías.

Me fui andando al instituto para aclararme las ideas. Quería que fuese mi cumpleaños, pero no sabía que iba a hacer. Tal vez iría al cine a ver Rec 4. Me encantan las películas de zombies.

Llegué al instituto escuchando Whistle de Florida. Esa canción me la enseñó Jose. Escucharla era como tenerle al lado. Subí a mi  clase y Jose estaba  en la puerta con Marcos, Mauro y Pepe. Estaban hablando de quien sabe que partido de fútbol.

Entré a la clase sin saludarle porque quería picarle. Cuando ya casi estaba dentro, una mano tiro de mí hacía atrás, giré para ver quien era. Tenía a Jose a dos centímetros de mi cara. Notaba toda la clase mirándonos y yo poniéndome roja.

-Se dice 'Hola'. -Me dijo en un noto cariñoso.

-No te conozco de nada, ¿tú quien eres? -Dije riéndome.

Jose me sonrió y me dió un beso, acercándome más a él. No había ni un milímetro de nuestro cuerpo separado. Escuchaba a la clase murmurar, pero me daba igual. Sólo me importa Jose, el no separarlo de mí, el que se diera cuenta que ya estaba loca por él.

-Viene el de Sociales. -Dijo Mauro.

Así que nos separemos. Todos estaban sentando en su sitio pero nos miraban. Hasta que uno rompió el silencio. Adrián.

-¿Estáis saliendo?

Yo miré a Jose y él me miró a mí.

-No. -Dijimos los dos a la vez. Le sonreí a Jose y él me miró como el día de la lluvia. Me desnudó con la mirada porque me sentía trasparente.

Vane me hizo un interrogatorio, como cabía de esperar. Le respondí pero no eran muy creíbles porque ni yo las sabía.

-¿Te quiere?

-Sí. Supongo Vane. Cambiemos de tema. Para mi cumpleaños, ¿vamos al cine?

-Bueno, vale. ¿Pero viene Jose?

-No sé. Si quiere. -Que viniera, por Dios.

El profesor de Sociales nos mandó a callar y continuó la clase. Cuando ésta terminó, fui a clase de Cine y me senté con Jose.

-¿A ti quién te gusta? -Esa pregunta me dejó desarmada. Me gustaba él, estaba claro. Pero no quería decírselo. -Yo no sirvo para que nadie me guste. Soy muy borde y demasiado celosa. Estropeo todo lo que quiero. Las personas deberían alejarse de mí. -Jose me miró, creo que mi respuesta no le gustó. Quería cambiar el tema ya.- ¿Y a ti? ¿A ti quién te gusta?

-A mí... A mí me gustas tú.

Cuando lo oí, creo que la Luna bajó y la pude tocar con mis dedos.

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