Noviembre.

Maletas.

Decir que me sentía más 'sexy' después de levantarme entre esas sábanas no sería mentira. Decir que me veía más bella, no sería un falso hecho. Pero no era la belleza o la elegancia de una persona la que estaba en mí. Era como la elegancia de una rosa; Primero eres un capullo, frágil, hasta que llega el agua y te hace florecer. Y ya no eres un pigmento de color, ahora eres esa flor que todos quieren cortar, pero no pueden, porque tienes tus espinas del pasado, pero la belleza de tu presente. Y eso era yo, era una flor acabada de florecer, llena de espinas y con mi maravilloso presente con Jose.

Habían pasado semanas de la noche que pasé en su casa, y estábamos a un sólo día de el viaje a Madrid, lo que significaba que tenía que darle el regalo hoy a Jose.

Este diciembre estaba siendo lluvioso, pero no era una lluvia que te calaba los huesos, era una lluvia perfecta para bailar bajo ella y pisar charcos. Me puse mis vaqueros negros favoritos, ceñidos perfectamente a mi cintura, una camisa blanca con un pañuelo marrón y chaquetón marrón claro. Me pinté la raya superior y inferior y añadí rímel. Quería estar lo más guapa posible para la gran sorpresa.

Abrí el cajón de los calcetines y cogí los vuelos de avión, ya que lo había escondido ahí para que mi madre no lo encontrase. Abrí el de los sujetadores y saqué los papeles que afirmaban que habíamos reservados las habitaciones de hotel. Los escondí en mi bolso marrón.

Cogí el móvil y busqué a Laura en los mensajes.

-TÚ, SEÑORA DON GATO, TE NECESITO. -Nos llamábamos así desde el primer curso de instituto. Me la solía cantar en clase de Francés hasta que yo me la aprendí y ella la aborreció.-

Tardó como cinco minutos en contestarme, cinco minutos que me hacía falta para organizar todo.

-¿QUÉ TE OCURRE, GATA?

-ME VOY CON JOSE A MADRID. NECESITO, Y NO LA PODÉIS CAGAR, QUE SI MI MADRE OS LLAMA, OS PREGUNTA, O YA OS INTERROGUE, MINTÁIS COMO SABÉIS. NO PUEDE SABER QUE ESTOY EN MADRID, ¿ENTENDIDO?

-¿POR QUÉ HABLAS EN PLURAL? -Esta vez su mensaje fue al segundo, había captado bien la atención de Laura.-

-PORQUE VANE ENTRA EN EL JUEGO. ELLA SUPUESTAMENTE ME LLEVA A SU CASA Y ALLÍ CELEBRAMOS TU GRADUACCIÓN DE LA ESCUELA DE IDIOMAS.

-PERO SI NO ESTOY EN NINGUNA ACADEMIA.

-POR ESO SE LLAMA MENTIR, LAURA.

-VALE, PERO, ¿POR QUÉ NO LE DICES LA VERDAD?

-PORQUE A VECES HAY QUE HACER LO QUE NO ESTÁ BIEN PARA SENTIR QUE TODO LO DEMÁS LO ESTÁ.

-VALE. ¿HAS HABLADO CON VANE?

-NO, TENGO QUE PREPARAR LA ROPA, DARLE EL REGALO A JOSE, PREPARAR JUNTOS SU ROPA PORQUE SEGURO QUE ÉL ES UN DESASTRE, Y LUEGO, IR A SACAR DINERO DEL BANCO PARA HACER TURISMO ALLÍ.

-¿QUÉ ADOLESCENTE TIENE UNA CUENTA BANCARIA?

-UNA QUE SUS PADRES NO SABEN QUE SE VA.

-TOUCHÉ.

-¿HABLAS TÚ CON VANE? PORFA, ME URGE. NO TENGO NI UN SEGUNDO EXTRA.

-DÉJAMELO A MÍ CARIÑO.

Metí el móvil en el bolso y me dirigí al salón.

-¿¡MAMÁ!?

-Estoy aquí, chalada. No grites.

Estaba sentada en el sofá viendo un programa de televisión muy famoso en el país. El programa consistía en que el presentador hacía preguntas a diez concursantes, y el que fallaba, caía a un hueco lleno de gomaespuma, haciéndose así que salieran de plató. Yo solía ver el programa con ella cuando no estaba con Jose, pero desde que estoy con él, todo mis momentos son suyos. Y eso me generaba una cierta nostalgia dulce de mi madre.