Hospital de Urgencias.

154 11 4
                                    

Cuando terminó la película dimos un paseo los tres juntos. Hacía demasiado frío como para pasear pero yo no quería irme todavía. Fuimos a un lugar apartado del centro comercial en el que estábamos y nos pusimos a hacernos fotos. En todas ellas salíamos riéndonos o haciendo tonterías.

Me senté en un banco y los miré. Los quería muchísimo a los dos. Aunque eran muy diferentes, se podría decir que Vanessa era el día y Jose la noche. Ella la calma y él la tempestad. Me empezaba a sentir mal, estaba mareada y me pinchaba el peso.

-¿Te pasa algo? Tienes mala cara. -Mierda. Se me notaba. Jose estaba poniendo cara de preocupado y Vane me estaba cogiendo la mano.-

-No. Nada. Que hace demasiado frío. Será mejor que nos vayamos ya.

-Sí, aparte ya es tarde. -Miré el móvil. Las siete y media de la tarde, mi madre tardaría en llegar media hora.

Marqué el número de mi madre.

-¿Qué te pasa? -Siempre se ponía en lo peor.-

-¿Nos recoges ya? Es que hace mucho frío y ya sabes. -Mi madre y yo usábamos el ''ya sabes'' como ''Mamá estoy mareada, no me encuentro bien, ven cuanto antes.'' Llevo tomando pastillas de vitaminas tres meses, pero no sentía una gran mejora.-

-¿Estás mejor, Ana? -La voz de Jose indicaba preocupación. Aquella que yo no querían que sintieran por mí.-

-Estoy bien. Es solo que tengo frío, de verdad.

Me cogió y me besó. Vanessa hizo cara de ascos y añadió un ''Uggg'', pero le enseñé mi dedo corazón y se rió. Estuve hablando con Jose hasta que mi madre llegó y Vane soltó el móvil.

-Bueno Jose, nosotras nos vamos ya. Mi madre ya está en el aparcamiento esperándonos.

Nos despedimos con un beso. Vanessa creo que solo dijo adiós, pero lo dijo tan flojito que como si no hubiese dicho nada. Ya estábamos muy lejos de Jose cuando lo oí gritar.

-¡Espera, espera!

-¿Qué te pasa?

-Se me había olvidado. Toma. -Me dió una bolsa preciosa de papel.- Es tu regalo.

-Eres estúpido.

-Eso me vuelve loca.

-Ejem, ejem. -Miré a Vane y ella me señaló con la mirada el regalo. Se estaba muriendo porque abriera el regalo, y yo también.

Abrí la bolsa más grande y había una más pequeña verde que ponía ''Todos tenemos sueños. Cumple el tuyo.'' ¿No sería este regalo la típica broma de ir abriendo envoltorios para luego no haber nada? Sería entre gracioso y ridículo. Abrí el envoltorio y había una cajita preciosa en la que había otra frase; ''Hoy es un buen día para ser feliz'' Yo lo era. Lo era gracias a Jose. Abrí la cajita y había una taza. Una taza blanca de porcelana con un corazón precioso y encima de ese corazón ponía ''Te quiero y te requiero.''

Ya era la segunda vez que Jose me decía ''Te quiero'' de manera indirecta. Lo miré y le sonreí.

-Yo también te quiero chulo. -Vane me quitó la taza para verla y yo besé a Jose.- Tenemos que irnos Jose. -Volví a besarlo y nos fuimos.-

En el coche le contemos a mi madre todo lo que habíamos hecho y como nos lo habíamos pasado. Cuando dejemos a Vanessa en su casa, le enseñé a mi madre la taza de Jose.

-¿Entonces ese Jose qué es, tu novio?

-Sí. -Me puse roja como nunca antes. Nunca había hablado con mi madre de chicos.-

Noviembre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora