Capítulo 1

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Abro los ojos lentamente y veo los tenues primeros rayos de sol que alumbran la mañana. Me siento débil, cansado, y me duele bastante la cabeza. No recuerdo mucho de la noche de ayer, por no decir nada. El pensamiento más claro que tengo por ahora es la imagen borrosa de Alex ayudándome a caminar hacia mi casa, aunque no sé si es de ayer o de otro día.

Me siento en la cama y descubro que llevo la ropa de ayer, ahora empapada en sudor y apestando a alcohol. Hago un esfuerzo y me pongo en pie a duras penas sobre la alfombra. El dolor de cabeza se vuelve más intenso. Habré bebido demasiado... una vez más. Cojo el reloj de la mesilla y lo pongo delante de la ventana para ver mejor. Son las ocho.

Me doy una ducha rápida mientras escucho la melodiosa voz de Rihanna. Siempre me ha gustado la canción de "Stay". Su voz consigue que me olvide de todo lo demás. Salgo del baño y abro el armario. Me decido por una camiseta completamente negra de manga corta, unos vaqueros y una sudadera. Me visto a toda prisa, cojo la mochila, un ibuprofeno, las llaves y salgo de casa.

Camino deprisa hacia la parada de autobús de Santa Eugenia. Allí me estará esperando Alex. Mi mejor amigo. Corro aun más rápido para no tener que perder el autobús (una vez más) y tener que ir andando. El dolor de cabeza no para de joderme la vida. Ya veo la parada. Mierda. El autobús está a punto de irse. Doy un último acelerón y pongo la mano en la puerta a punto de cerrarse. Entro en el autobús y le enseño el bono al conductor.

- Siempre igual...- dice de forma despectiva.

- Gilipollas... -susurro.

Camino por el autobús vacío, como siempre. Veo a Alex en la última fila mirando el móvil. Es un chico bastante guapo de 17 años. Es más alto que yo pero eso no es muy difícil, soy el más bajo de mi clase. Tiene el pelo negro y corto y unos ojazos verdes. Lleva una camiseta de tirantes blanca y unos vaqueros. También un pendiente en la oreja derecha. Me siento a su lado y guarda el móvil.

- ¿Qué tal ayer?- me pregunta de primeras. Lo hace para joder. Sabe que no me acuerdo de nada. Como siempre.

- Dímelo tú- le digo mirándole con una sonrisa sarcástica- ¿Qué pasó ayer?

- ¿Quieres saber mi parte o la tuya?- me pregunta girándose.

- Las dos.

- Llegamos a la discoteca, te pusiste a tontear con un tío de unos... ¿Veinte años?

- No jodas...- el autobús pega un bache y mi cabeza grita de dolor.

- Entonces empezasteis a beber, os liasteis, se fue, seguiste bebiendo y nos fuimos.

- ¿Era guapo?

- Sí, era guapo.

- Eso está bien- miro el reloj. Vamos a llegar tarde -¿Y tu parte?

- Poca cosa... unas copas... y empecé a hablar con el de la barra.

- ¿Qué te contaba?- le pregunto.

- Me preguntó si el que estaba liándose con ese tío encima de la barra eras tú.

- Oh...Entiendo. Los camareros siempre tan cotillas.

Nos bajamos del autobús en la parada más cercana al insti. Nuestro instituto está en el ensanche de Vallecas. No va mucha gente. La mayoría va a uno de más prestigio dentro del pueblo de Vallecas. Está muy bien la falta de gente pero en mi clase apenas se nota. Somos la clase más numerosa.

Al llegar al instituto son las nueve y cuarto. Llegamos quince minutos tarde. Odio los lunes. Subimos las escaleras lentamente para perder un poco más de clase hasta que llegamos a nuestro pasillo. Pasamos corriendo el despacho del director de secundaria y llamamos a la puerta de clase y la abrimos. Alex se asoma y yo me quedo detrás de la puerta.

Cuando te Conocí (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora