Al día siguiente me desperté algo tarde a lo habitual. No quería salir de mi cuarto y mucho menos de mi cama. No quería ver a nadie ni hablar con nadie. De repente la asistenta tocó la puerta de mi cuarto y abrió la puerta, ella me dijo:
-Ya es hora de levantarse Abie.
-No quiero levantarme.
-Pero debo hacer tu cama.
-Ya la haré yo después.
-Pero vuestro padre...
-Mi padre no está ahora, así que da igual.
Ella salió de mi cuarto, sé que me había pasado un poco porque le estaba gritando, pero es que no me gustaba que me tenía que levantar de la cama, cuando yo lo que quiero es estar ahí. Pasado un rato recordé que iba a estar una semana sin mi padre y sin mi madrastra, porque se habían ido a no sé que sitio de vacaciones, eso quería decir que me tocaba estar con la asistenta. Ella no solía hablar mucho así que pensé que yo iba a tener la sensación de estar sola por la casa. Decidí levantarme de mi cama, obviamente no iba hacer la cama, me daba pereza. Salí al salón, la asistenta se había ido hacer la compra, yo me fui a desayunar y luego me puse a ver la tele. Era l ahora de almorzar y la asistenta no había aparecido, supuse que me tocaba cocinar a mí, no es que se me diera bien, pero algo sabía. Me puse a cocinar y de repente sentí un grito:
-¡Para! ¡Eso no lo puedes hacer tú!
Me di la vuelta y allí estaba la asistenta algo enfadada, yo le dije:
-Tengo hambre, necesito comer algo.
-Pues coge algo de la nevera.
-No quiero comer algo frío ahora.
La asistenta se enfadó conmigo y no me dejó comer. Yo no podía hacer nada, la asistenta no me dejaba hacer nada. Me senté en el sillón y me puse a ver la tele, no se estaba echando nada interesante, así que me puse a ver los dibujos animados. La asistenta me dijo:
-Quita eso, eso es para niños pequeños.
-Pero a mí me gusta.
-Eres un montón de rara, no te pareces en nada a tu padre.
La asistenta me quitó el mando de la tele de las manos y ella puso una telenovela que se estaba echando, yo le dije:
-Quita eso, eso es una basura.
-Pero a m''í me gusta.
-Pon los dibujos.
-No, yo soy la mayor y yo mando.
-Pero esta no es tu casa.
-Pero la tuya tampoco.
-Pero es de mi padre, así que le voy a decir que te despida, por mala persona.
-No te vas a atrever.
-Ya se verá.
Me fui a mi cuarto al menos allí no iba a estar soportando a la asistenta. Estar en mi cuarto me aburría un montón, no tenía móvil, ya que lo había roto , así que me quedé sin hacer nada. Seguía aburriéndome, no me quedaba otra, tenía que entrar al salón sí o sí, porque no quería morirme de aburrimiento, eso sí tendría que estar soportando a la asistenta. Salí de mi cuarto y entré en el salón, la asistenta me miraba con cara de interés y me preguntó:
-Una cosa, ¿la vida que tú tenías en Australia es igual a la que tú tienes aquí?
-No.
-¿Cuál es mejor?
-No sé, las dos están bastante bien.
Eso a ella, ¿qué le importaba? Ella siguió preguntándome:
-¿Tu madre como es?
-Pues no sé, es una persona.
-¿Qué tipo de persona?
-Persona normal y corriente.
-¿Tenía pareja?
-Sí.
-¿Está casada?
-No.
La asistenta cada vez estaba más interesada por mi vida, yo no me esmeraba mucho en contestarle, porque a ella no le tenía que interesar mi vida para nada. Ella siguió:
-Y tú, ¿tenías novio?
-Sí.
-¿Cómo era?
Yo ya no aguantaba más, el tema ese no lo tenía que sacar para nada y va ella y lo saca, yo no iba a seguir contestando a sus preguntas y le dije:
-No recuerdo que esto fuera un interrogatorio sobre mi vida.
-... Pero sabes que a tu novio no lo vas a volver a ver nunca más, ¿verdad?
-Y tu sabes que no debes meterte en mi vida y que esas cosas no te deben interesar, ¿verdad?
Ella se quedó callada, la asistenta para no hablar nunca, bien que se quería meter en mi vida. Yo tenía mala cara, estaba intentando olvidar a Luke y va ella y me lo recuerda con sus preguntas.
ESTÁS LEYENDO
Solo somos hermanastros. (Luke Hemmings)
FanfictionLa madre de Abie tiene nuevo novio y cree que es el momento de traerlo a casa, Abie no quiere que haya hombres en su casa, pero cambia de idea cuando ve a su hermanastro Luke. Ella se enamora de él, Luke lo es todo para ella. Después de tantos besos...