Capítulo 44: Una gran alegría.

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Al día siguiente me desperté, estaba algo cansada pero no podía seguir durmiendo ya que no tenía sueño. No quería levantarme de la cama, quería seguir acostada, sin hacer nada. Pasada como unas dos horas, decidí levantarme. Salí de mi cuarto y me fui directa a la cocina, me comí algo, lo primero que vi, creo que fue una magdalena. Me fui al salón, Nicolett no se había levantado. Yo me aburrí un montón, pronto recordé que mañana era el concierto de 5sos y que no iba a ir. El pensar eso, hizo qu eme levantara del sillón y regresara a mi cuarto, me volvía  tumbar en la cama y me empezaron a salir lágrimas de mis ojos. Ya mi posibilidad de ver a Luke se había acabado para siempre y es que no es fácil estar un año sin esa persona a la que quieres y amas. Sentí ruidos en la casa, supuse que Nicolett se acababa de levantar. Luego sentí que la puerta de la entrada se abría, seguro que Nicolett había salido a algún sitio. Estaba sola en aquella casa, sin nada que hacer. Era aburrido no tener móvil ni tampoco tele. No sabía mucho que hacer. Yo seguía tumbada en la cama boca abajo, pensando en el concierto. Sabía que no iba a poder ir y eso me hacía sentir mal porque iba a perder mi oportunidad de ver a Luke. Ya era de noche y Nicolett no había regresado, ya me estaba empezando a preocupar. Ella no solía estar fuera de casa tan tarde y además no me había avisado de nada cuando se marchó. Pasado un rato, Nicolett seguía sin regresar, era demasiado de noche como para salir, pero tenía que ir a buscarla, dudaba mucho, hacía mucho frío y no quería resfriarme, pero Nicolett era muy buena persona y debía de ir a buscarla. No sabía que hacer, me asomé por la ventana y vi que estaba lloviendo entonces pasé de ir a buscar a Nicolett. Ya era de madrugada, cuando sentí que alguien abría la puerta, era Nicolett, yo le dije:

-¿Dónde estabas?

Ella estaba mojada de arriba abajo, parecía cansada y le faltaba un poco el aire, me dijo;:

-Toma.

Sacó de su bolsillo un papel, al principio no sabía muy bien que era, pero cuando cogí ese trozo de papel, pude ver que era la entrada para el concierto. No sabía si reír o llorar de la alegría. Nicolett había salido a buscar la entrada solo para mí, yo le dije:

-No hacía falta que..

-Ya da igual, ya la tienes y ahora vas a ir sí o sí.

Yo estaba muy contenta, quizás lo estaba demasiado.

Solo somos hermanastros. (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora