Capítulo 32: Quiero olvidarte pero no puedo.

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Al día siguiente me desperté y la asistenta me trajo el desayuno a la cama, todo eso estaba muy bien, pero me faltaba algo. Mi padre y mi madrastra habían salido a trabajar y me tenía que quedar con la asistenta. Ella no hablaba mucho, solo limpiaba, fregaba los platos, hacía las camas... pero de hablar no hablaba casi nada. Era como si estuviera sola. Estaba en mi cuarto, aún en pijama, hacía mucho frío y yo estaba bien abrigada con el pijama puesto. En mi habitación había una ventana enorme en la que podías ver toda la ciudad. No sabía que hacer, normalmente suelo hacerme yo el desayuno, hacer yo la cama, pero eso y estaba echo, la vida aquí estaba bien, pero aburría un poco. Me puse a observar la ciudad desde mi cuarto, era lo único que podía hacer. Todo era muy diferente, estaba acostumbrada a que mi madre me gritara desde que me levantaba, pero allí nadie te gritaba, te hablaban como si fueras una más. Sabía que me faltaba algo y no tardé en recordarlo, lo que me faltaba era a Luke, quería olvidarme de él, pero se me hacía imposible. Intentaba olvidarle, no pensar en él, pero me venían cientos de recuerdos. De repente me empezó a caer una lágrima por mi ojo, ya estaba rozando mi mejilla, no paraba de pensar en él cuando lo que quería era olvidarle. La asistenta tocó la puerta, estaba abierta así que supuse que podía entrar, se acercó a mí y me dijo:

-¿Qué es lo qué miras ?

-Eh...nada.

-¿Te pasa algo?

-No, nada, estoy bien.

-Bueno, no quiero agobiarte, pero no pensé que la hija del señor Evans fuera así.

Ella abandonó mi cuarto, era la primera vez que no me atiborraban a preguntas para decir lo que me pasaba. Nunca debí subirme a aquel avión, pero seguro que Luke ya me había olvidado por completo. Por la tarde, yo seguía mirando por la ventana, mi padre y mi madrastra acababan de llegar. La asistenta se acercó a mi padre y le dijo algo preocupada:

-Su hija, está rara, señor Evans.

- Ayer estaba muy contenta, ¿ha pasado algo?

-No ha pasado nada, pero hoy no ha salido de su cuarto, no para de mirar por la ventana, de vez en cuando se le escapa alguna lágrima y no ha comido nada en todo el día.

-Eso puede ser porque echa de menos Australia, pero voy a hablar con ella.

Mi padre entró a mi cuarto, yo seguía mirando por la ventana, él me dijo:

-Abie tenemos que hablar.

Yo me acerqué a él y nos fuimos al salón, él miró a su mujer y a la asistenta y les dijo:

-Abandones el salón, por favor.

Ellas desaparecieron de ahí y mi padre me dijo:

-¿Qué te pasa? La asistenta me ha dicho que hoy no has slaido de tu cuarto y que has llorado, ¿es eso cierto?

Yo afirmé con la cabeza, él me dijo:

-¿Hay algo que debo saber?

-..No, nada.

-Sé que no estás bien, puedes contarme lo que te pasa.

-De verdad que no es nada, no tiene importancia.

-Es porque echas de menos algo, ¿verdad?

-No lo sé.

-¿Cómo que no sabes?

-Intento olvidar pero no puedo.

-¿Qué quieres olvidar?

-A mi hermanastro.

-¿Pero por qué?

-Porque por su culpa mamá me ha echado de su casa.

-Pero, habrá razones para no olvidarle, supongo.

-Sí las hay, él y yo estábamos saliendo y eso, pero....

-Pero nada, cuando quieres olvidar a una persona a la que de verdad amas, pues te resulta complicado olvidar.

-...

-No te será fácil olvidarte de él.

Yo me fui a mi cuarto, sabía que no iba a olvidar a Luke, pero yo no lo amaba lo odiaba con todas mi ganas, pero a lo mejor lo amo y lo odio a la vez, pensé.

Solo somos hermanastros. (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora