9. Oh no... ¡Soul!

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-¿Pensabas que no me estaba dando cuenta...?-Le susurró en el oído.- Es hora de jugar Sarah...

La rubia notó como los dientes de Alex se cerraban en el lóbulo de su oreja. Sus pechos estaban pegados, no existía el espacio entre ellos.

Alex subió la mano por dentro de la falda acariciándole el muslo, mal día para llevar puesto el uniforme del instituto. Comenzó a mover sus caderas, simulando ligeras embestidas. Sarah no podía estar más roja, su respiración se había vuelto rápida y cada vez que quería hablar Alex la callaba con un beso. Un beso ardiente.

Dios santo, ¿cuándo fue el día en el que Alex se convirtió en Soul?

Ambos se separaron, Sarah miró sus ojos azules totalmente oscurecidos. Sus mejillas estaban levemente sonrojadas y sus labios estaban entreabiertos, intentando coger aire.

Una vez más, Alex se inclinó para volver a saborear el dulce néctar de los labios de Sarah. La mano que tenía libre se coló por debajo de su camisa pero paró al oír varios toques en la puerta.

-¡Mon tresor!* ¿Alexander despertó ya?-Preguntó Lorenna algo preocupada desde el otro lado de la puerta.

-Oui mama, je me suis réveillé.*-Dijo Alex intentando que su voz no sonara tan ronca.- Nous sortons maintenant, Sarah m'aide à chercher une chose.*

Sarah quería aprovechar que Lorenna estaba allí para que la ayudase pero los penetrantes ojos de Alex le hicieron cambiar de opinión. Esperó un poco a que su mente tradujera la conversación antes de contestar.

-¡Sí! ¡Mira Alex, ya encontré lo que buscabas! –Apartó a Alex con un tirón de sus sensibles patillas, ¿cómo no se le había ocurrido antes? El rubio comenzó a reírse como nunca. Sarah se arregló la ropa muy avergonzada.

-¿Te parece gracioso?-Preguntó Sarah cogiendo el móvil. Mierda, Helen había colgado.

-Para nada.- Dijo serio.

La rubia abrió la puerta y antes de salir Alex la agarró del brazo.

-Yo que tú...me taparía un poco el cuello para no levantar sospechas.-Sarah lo miró extrañada y su cara cambió a una de pánico al ver aquella marca tan famosa en su cuello reflejada en el espejo de la habitación.

Alex sonrió travieso y la empujó al pasillo, cerrando la puerta.

-Será cabrón...-Susurró tapándose el cuello con la mano.-¡Alex! ¡Abre la maldita puerta si no quieres que la tire abajo!

-Mon tresor.

La rubia se sobresaltó al oír la voz de Lorenna.

-¿Estar bien tú?

-Ehhh...Oui oui, no te preocupes Lorenna. Es solo que Alex...

Lorenna abrió los ojos escandalizada. Su hijo acababa de abrir la puerta de su cuarto, saliendo de ella totalmente desnudo.

-¡Alexander! Comment t'arrive-t-il de promener un nu devant Sarah?*-Dijo ella toda escandalizada.

Alex se giro tranquilamente.- Elle n'est pas une visite, elle est Sarah.*

Lorenna se llevó la mano a la cara y suspiró de frustración.

-Peu importe, Quand il y a une visite tu ne peux pas promener un nu par maison.*- Alex se encogió de hombros.

-Je vais pendre une douche.*-Al decir eso, el rubio le guiñó un ojo a Sarah y ella se sonrojó.

Lorenna le cogió las manos a Sarah pidiendo perdón.

Unidos por sorpresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora