Unidos por sorpresa

12. Halloween no da miedo

-Halloween es una fiesta importante para nuestro centro este año. Lo decoraremos con adornos que indiquen esta festividad y le den a nuestro instituto un aire tenebroso.

Gregoria María, directora de Pontedoura y vicedirectora del instituto Della Rosa, caminaba de un lado a otro por la sala de reuniones. Hoy se convocó una reunión de todos los profesores y de cada uno de los representantes de cada clase.

-Por lo tanto, aprovecharemos para invitar a los alumnos de los institutos vecinos para que vengan a nuestra fiesta y así, recaudar fondos para la reparación del Instituto Pontedourada.-Explicó con su notario acento ruso.

Los profesores asentían con la cabeza, atentos a sus palabras y los representantes de las clases tomaban apuntes y anotaban ideas que tuvieran que ver con esta festividad. Pero no todos estaban en ese plan.

Carlos apoyaba la cabeza en la mano con aire aburrido, había sido elegido portavoz de su clase gracias a un voto de más. Le había gustado ver a la perdedora de Nelly pedir el recuento de los votos en busca de fallos. Pero claro, al ser Carlos Claws, uno de los peores gamberros archivados en los documentos del instituto, no se fiaban de él y, por lo tanto, obligaron a Nelly acompañarlo.

La pequeña estaba sentada a su lado, escribiendo en una libreta totalmente concentrada. Llevaba puesta la cinta negra en la cabeza que le había prestado para jugar al baloncesto aquel día, la cual le había devuelto como agradecimiento por aparecer en dirección, después de la batalla de comida, y calmar los humos del director Iomas.

Carlos estudiaba el rostro de la chica como forma de distracción; sus ojos brillantes y de color avellana, su nariz pequeña y graciosa, sus labios carnosos y rosados...

Un mechón color caramelo se había escapado de la presión de la cinta y Nelly soplaba para que no le hiciera cosquillas. Carlos alargó el brazo y cogió el mechón ondulado con los dedos y lo posiciono lentamente tras su oreja.

Nelly miró el rostro serio de Carlos sorprendida. Él levantó una ceja.

-¿Por qué me miras tanto?-Preguntó ella un poco nerviosa.

-¿No puedo?-Preguntó él.

-Sí...No... No se...

-¿Te pongo nerviosa?-Inquirió el moreno con una sonrisa ladeada.

-Para nada.-Contestó Nelly girando su rostro.

La directora Gregoria carraspeó.

-Siento interrumpir vuestros momentos de pareja pero debéis exponer una idea.-Habló la mujer.

Nelly se sonrojó y escondió su rostro detrás de la libreta, Carlos la miraba divertido porque la había metido en un aprieto.

-Yo opino que sería buena idea disfrazarnos todos.-Comentó una chica de gafas.- También podríamos organizar eventos de todo tipo, puestos de comida... De paso también hacemos publicidad de nuestro centro y así se matricularan más alumnos.

La directora Gregoria pestañeo varias veces. Con la mano en el mentón, ordenó en su cabeza las ideas y las propuestas expuestas por sus alumnos. Aquella idea le había gustado y, con una sonrisa, se giró hacia el director Iomas, que estaba sentado en una de las sillas.

-¿A usted que le parece?-Preguntó la mujer.

El hombre asintió.-Me parece buena idea, sobre todo la parte de la publicidad.-Señaló.

-Decidido, se celebrará una fiesta en nuestro centro para celebrar Halloween.-Sentenció Gregoria.

(...)