17. Convivencia incómoda y olores deliciosos.

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Capítulo diecisiete.

Luke's POV.

- ¿¡Estás listo, pequeño!?- oí gritar a mamá, quien ya estaba en la sala, lista para irnos.

- ¡Ahora bajo!- grité de vuelta. Como hace menos de una hora aun me encontraba recostado en mi cama leyendo un libro sin haberme arreglado aún, mamá se enojó y lo hizo por mi. Pff; no me iba mal aquello, pero había elegido alguna ropa que ni yo sabia que tenía.

Me miré por ultima vez en el espejo, arreglando mi cabello con las manos. Salí de mi recamara y baje las escaleras.

- Por Dios hijo, que guapo estás- murmuro mi madre, tomando mi cara entre sus manos. Para ello tuve que hincarme a su altura.

- Lo dice la hermosa mujer que está frente a mi.

- Gracias querido. Ahora, vamos, se nos hace tarde.

- ¡Yo conduzco!- aplaudí emocionado; esperando a que las llaves del auto cayeran en mis manos.

- Seguro, hijo.

Y adivinen quien manejó esta vez... exacto, yo no.

{...}

Al llegar, bajamos del auto y me encontré con una casa realmente bonita. Grande y al perecer: acogedora. Caminé a un lado de mamá, y cuando ella tocó la puerta me escondí detrás de su brazo; como un pequeño niño cuando algo le asusta.

Escuché pasos detrás de ésta, y al abrirse, salí detrás de mi madre para encontrarme a una hermosa Valerie... llevaba puesto un vestido corto color salmón, junto con unos tacones no tan altos de color negro platinado. Su maquillaje estaba perfecto; y ni hablar de su aroma... ella olía a rosas, de esas rosas que deseas regalarle a una bella dama.

- Hola, mamá Liz, buenas noches- ¿acaso ella acababa de decirle "mamá" a mi mamá?- hola Luke.

- Hola querida, buenas noches- sonrío mi madre, acercándose a ella y dandole un beso en la mejilla.

- H-hola, Valerie- tartamudeé, sin saber que hacer o en donde mierda poner mis manos.

- Pasen, por favor- accedió ella, haciéndose a un lado y dejándonos pasar dentro.

Caminamos a lo largo del pasillo, y mientras mas nos acercábamos a la sala, mas podía percibirse el delicioso olor de la comida que estaban preparando.

- Mamá está en la cocina poniendo en orden todo. Puedes ir si quieres, Liz- habló Valerie, calmada y serena. ¿Que mierda estaba pasando?

-Lo haré, gracias- mamá prácticamente corrió dentro, chillando al ver (supongo) a la señora Carter. Dejándome solo junto a Valerie.

- ¿Quieres sentarte?- me preguntó, señalando a la sala que se encontraba a unos metros de nosotros. Esto parecía una eternidad.

- C-claro... -accedí y volví a tartamudear. Carajo Luke, cálmate, pareces idiota.

Caminamos a la sala, ella iba por delante mío; y sin querer hacerlo (en realidad, quería hacerlo, pero soy algún tipo de caballero chapado a la antigua) miré su cabello; largo y parecía ser sedoso. Mi mirada bajó hacia su espalda, y me di cuenta de que su vestido tenía la ese pedazo descubierto... y mis ojos no dejaban de viajar a través de ella. Se veía malditamente hermosa.

- ¿Luke?, ¿estás bien?- la oí decir, y alargué mi mirada hacia su cara, que me estaba observando con cuidado.

- Eh-h, si, claro.

- Te decía que si gustabas un vaso con agua, o algo así- puso sus manos sobre su regazo, y me di cuenta de que ya estábamos sentados en un sillón.

- Eso estaría bien, gracias.

Asintió y se removió en su lugar, poniéndose de pie y caminando a la cocina. Luke, no mires su trasero, no lo hagas... mierda, lo hice. Lo siento mamá.

{...}

- ¿En verdad pasó eso?, ¡qué divertido!- carcajeó la señora Carter, quien charlaba animadamente con mamá. Mientras tanto, Valerie y yo solo nos habíamos sonreído un par de veces, y picábamos la lechuga de nuestros platos, sin ánimos.

- ¿Luke?

Alcé mi mirada, encontrándome con la mirada curiosa de la señora Carter- ¿Si?

- Tu madre y yo hablábamos sobre hacer un viaje... ya sabes, ambas. Solas. Por unos días...

Esperé a que siguiera hablando, y así fue:- Y acordamos que el viaje es algo un poco... bueno para distraernos. ¿Crees que tu y Valerie puedan quedarse aquí mientas no estamos? Realmente apreciaría saber que ambos están bien, juntos.

Abrí los ojos, mirando a Valerie parcialmente sorprendida. - ¿Es enserio?

- Por favor, cariño. Son tan sólo cinco días... y ambos se harán compañía. Sé que nos vendrá bien a todos- añadió mi madre. ¿Y ahora como digo que no? Simplemente no puedo.

- Estará bien, supongo, si.

¿Para esto era la cena?, en que diablos me acabo de meter...

From The First Kiss »l.h«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora