From The First Kiss »l.h«

10. La llegada...

Capítulo diez.

Luke's POV.

Habían pasado cerca de dos horas, y nosotros continuábamos sentados en la mesa, platicando sobre cualquier tontería y comiendo papas fritas.

- Bien, ¿verdad o reto?- le dijo Michael a Ashton, metiéndose la pajilla de su bebida en la boca.

- Verdad.

Miré a Mike, y el me alzó ambas cejas, en (podría decirse) manera pervertida.

- ¿Te gusta Shay? Ya sabes, la amiga de Valerie.

Ashton tragó el bocado que tenía en la boca, rodó los ojos y respiró: -Elijo reto.

- Te reto a que me respondas.

- Vamos, chico... en realidad no quieres saber, ¿verdad?

- Realmente creo que... -Ashton me interrumpió.

- ¡Demonios! Las papas se han terminado, será mejor que vaya por más... ¿o ya nos vamos?

Se levantó lo más pronto que pudo, tomando la charola con vasos, paquetes de papás y sobrecitos de catsup vacíos encima. Tirando todo a la basura.

Prácticamente corrió hacia la puerta, sin dejar rastro de su sombra y sin esperarnos

- Realmente no creía que iba a reaccionar se así. Es algo normal, ¿sabes? -me dijo Mike mientras caminábamos a la puerta.

- Es algo... tu sabes, complicado.

Salimos de allí y buscamos el auto. Para nuestra sorpresa, Ashton estaba sentado en el suelo, con un cigarrillo en la mano.

- Creí que ya no fumabas, amigo.

- No lo hago.

- ¿Y eso? -señalé el octavo de cigarrillo que estaba sosteniendo.

- No lo he fumado yo.

- Vamos, entonces, ¿quién?

Calum salió detrás del auto, poniéndose una chaqueta y tomando el cigarrillo de la mano de Ashton.

- He sido yo.

Paré en seco y Michael me golpeó el hombro. Volteé a mirarlo y Ashton sonrió grande, muy grande.

- ¿Alguien vendrá a abrazarme?, ¡he llegado! -dejó caer el cigarro, pisándolo y después abriendo los brazos.

Michael y yo corrimos hacia él, Ash se levantó del suelo y Calum se acercó más. Nos abrazamos como en mucho tiempo no lo habíamos hecho; ahora si éramos los cuatro chicos, de nuevo.

- Bien, ¿cómo les ha ido ahora? Tiempo sin estar con ustedes, realmente los extrañaba -soltó Calum, abrazándome por encima del hombro.

- Creo que el que nos tiene que contar todo sobre lo que últimamente ha echo, eres tú -dije soltando una risita y Calum asintió- igualmente te hemos extrañado demasiado.

- Fue tan hermoso. Alemania no ha sido tan magnífico nunca...

- ¿Desde cuando dices "magnífico" -dijo Ash y todos reímos.

- Suena elegante, cabeza de permanente -exclamó Cal, riéndose y agitándo el cabello de Ash.

- Mis rizos son reales -se defendió, haciéndo un puchero.

- Bien, finjamos que lo son. Ahora, ¿qué esperamos? Vamos a casa, hoy es noche de chicos.

Asentímos y subimos la auto, partiendo hacia la casa de Michael, ya que estaría sola justamente por planes de trabajo de sus padres.

{...}

Desperté tirado en el suelo, con una rebanada de pizza sobre mi camiseta y teniendo la cabeza de Ashton a mis pies (literalmente). Al intentar recuperar la vitalidad, Michael entró por la puerta con Calum y una charola de hot-cakes recién hechos.

- Vaya, hasta que despiertas. Patéale la cara a el "señor paliacate", a ver si es que asi abre los ojos de una vez- soltó Michael mientras Cal se reía y ponía la charola sobre la mesa.

Moví mis pies un momento, despacio.

Nada.

De nuevo.

Tampoco.

Ahora sé porque le decían "el cabezota" cuando teníamos trece años, la cabeza de Ashton era enserio pesada.

Moví mis pies ahora más brusco, pero lo único que conseguí fue que se quitara de encima mío, pero no despertó. Se acurrucó a un lado, acomodándose el pelo.

Liberándome de el, quité la rebanada de pizza que tenía sobre mí aún, y me puse de pie. Caminé al comedor, en donde estában los chicos.

- ¿No has podido despertar a la bestia?

- Ni de broma, es como una piedra gigante- me froté el pelo- genial, ¿quién lo ha cocinado? -miré la mesa con aquella charola de antes. Y me dio más hambre aún.

- Claro, obviamente yo -presumió Calum, mirándo a Michael de reojo.

Miré a Mike y el volteó los ojos- fui yo, Luke.

- Lo sabía, Calum no sabe ni servir un vaso con agua.

- El agua hervida me queda bien.

- El agua se evapora, Hood.

Nos reímos al unisóno, mientras Calum nos miraba haciéndo un puchero falso. Luego la risa se apoderó de él también y comenzó a reirse.

Y de un momento a otro, Ashton llegó corriendo a donde estábamos, agitando las manos y sacudiendo su cabello.

- ¡He perdido mi paliacate de la suerte!
_________________________________________________