3. Una chica misteriosa y mensajes anónimos.

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Capítulo tres.

Luke's POV.

- Vamos bro, olvídala aunque sea un segundo.

- No puedo Ash, me es imposible.

Ashton suspiró y me dedicó una mirada cansada.

- De acuerdo Luke, como desees... -hizo una pausa- espera, ¿en dónde están todos? -miré al rededor y no había nadie.

- No lo sé... ¿qué diablos?

- Ven, vamos.

Seguí a Ash y caminamos por cada pasillo, salones y la cafetería, pasamos por la biblioteca y me detuve.

- Aguarda bro, adelantate, ahora vengo.

- Claro amigo, si me buscas, estaré en el gimnasio -se giró y caminó por el pasillo hasta que lo perdí de vista.

Me acerqué a la puerta y giré la perilla; me adentré en la biblioteca, mirando millones de libros de todo tipo. Casi no me gustaba entrar, pero me encantaba leer. Miré entre unos cuantos libros, y divisé a una chica sentada en el pasillo, rodeada de libros de todos los tamaños.

Tenía el cabello café hasta un poco debajo del hombro, lentes, y ropa holgada.

Crucé el pasillo intermedio y me quedé de pie frente a ella, pero estaba tan concentrada leyendo que no sintió mi presencia.

- ¿Hola? -susurré.

La chica se exaltó, volteó la mirada hacia mi, y puso los ojos en blanco. Se levantó de donde estaba y escondió sus manos detrás de ella, sosteniendo el libro que leía.

- ¿Qué haces aquí?, ¿me espiabas? -soltó insegura.

- ¿Qué?, oh, no, claro que no. Perdóname, mi nombre es... -la chica me interrumpió.

- Luke, Luke Hemmings. Sé quien eres.

- Interesante... ¿cómo es que lo sabes, chica misteriosa? -alcé una ceja.

- Estudio contigo desde hace tres años, por eso lo sé -con su dedo sumió el puente de sus gafas en su nariz.

- ¿En serio?, perdón, no recuerdo haberte visto antes... ¿cómo te llamas? -le ofrecí mi mano.

- Lo sabía, es de esperarse, no te apures -sonrió- mi nombre es Charlotte Stone, un gusto -tomó mi mano.

- Charlotte... lindo nombre.

- Gracias -soltó mi mano y sonrió- creo que tengo que irme. Las clases comienzan y mi salón está lejos. Adiós Luke.

Se despidió con la mano sin dejarme siquiera despedirme devuelta. Caminaba cabizbaja, cruzando la biblioteca. Miré al suelo y había una gran pila de libros en el suelo.

Me agaché hasta el suelo y tomé los libros, acomodando cada uno sólo sabe Dios como, por que no tenía una mínima idea de como la bibliotecaria tenía el inventario.

Escuché la campana, y salí de allí corriendo directo al salón de Artes. De camino tenía que pasar a mi casillero por algunos libros, así que caminé en dirección hacia donde éste se encontraba.

Al llegar, giré el candado con las cifras correctas y mi casillero se abrió. Tomé mis libros y lo cerré de vuelta.

- Esa combinación podría ser adivinada, ¿sabes? - Valerie estaba de pie detrás de la puertilla, de brazos cruzados recargada sobre los casilleros de a un lado.

- No lo creo, ha sido difícil aprendérmela. Son números al azar, Valerie. -dije serio, abrazándome a mi libro.

Valerie se posó frente a mi casillero, empujándome levemente a un lado, tomó el candado con sus dedos y lo giró de tal manera que cada una de las cifras era correcta.

- ¿La fecha del cumpleaños de tu padre? -cerró el casillero.

- Para cualquiera que no mira a su padre durante más de cinco años, es difícil recordarlo -cambié de posición, pasando los libros de mi brazo izquierdo, al derecho.

- Muy bien, supongo que tienes razón.

- Quizá la tenga.

- Bien, me tengo que ir, de nuevo. Adiós Luke.

Se alejó de donde estábamos, caminando lentamente por el pasillo.

{...}

Mi última clase, por fin. Moría por salir de esa lugar, lo anhelaba enserio.

No había visto a Ashton en todo el día, o al menos, desde el almuerzo no; quizá se habrá entretenido por ahí, o se fue a su casa por algún problema.

Si no lo topaba en la puerta a la hora de salir, le llamaría después.

{...}

La maestra Teller entregó los exámenes pasados, y yo tenía un bonito seis. Mierda.

Tendría que pasar la clase en vacaciones de verano si continuaba con este promedio, y como a todo adolescente de 17 años, no me emocionaba la idea para nada.

La vibración de mi celular interrumpió mi autocrítica: un mensaje de un número desconocido.

"Hey, ¿en la salida? No te vayas temprano, hay una propuesta interesante para ti."

¿Propuesta interesante?, ¿de un número desconocido? Es como si tuviera una cita por medio de esos sitios web, con una persona que quizá sea un asesino o algo así.
Pero bueno, esto era la universidad... que si lo pensabas bien, era casi lo mismo.

From The First Kiss »l.h«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora