Flying αmong secrets ∞ «Logαn Lermαn»

Perdonar al ayer.

Quiero llorar, gritar, destruir cosas. Me siento tan impotente que me quedo parada.
Empiezo a sentir mi respiración entrecorta, como mi pulso se acelera y la piel me arde.
Eso debe de ser, volverme un dragón es un instinto, una reacción. Respiro profundo para no transformarme.
Transformarme me ha metido en problemas.
Pero es algo demasiado tonto dejar de ser lo que soy.
Soy un dragón.
Y debo de tener algo en especial.
Camino hasta la habitación de Isa, toco la puerta.
-Pasa Aleih-Dice mientras abre la puerta.
Entro a la habitación y me siento en la orilla de la cama.
Acaricio la tela peluda de el edredón.
-Isa, me pusiste muy nerviosa con el tema de que podía volverme dragón, desde hace unos días dejé de tener los síntomas que me habías dicho, ahora quiero saber si los dragones tienen un poder o algo en especial. -Trato de sonar lo más normal que puedo.
En cuanto digo eso Isa voltea a verme, se cruza de brazos y frunce el ceño.
-¿Para qué quieres saber?- Parece molesta.
-Desde que hablamos de esto me matas de la curiosidad. -Trato de parecer emocionada. Ella suspira.
-Los dragones controlan algún elemento, agua, tierra, fuego, o otros más como, no sé, hierro o pueden ser qué todos, no lo sé. Es como su modo de defensa, de ataque...
-¿Cómo te das cuenta del elemento que controlas?-Parezco demasiado emocionada.
-¿Para qué preguntas?- Tal vez estoy exagerando.
-Tu estuviste más tiempo con papá y supongo que debes saber eso.
Lo piensa un momento, parece que tiene una lucha con sus pensamientos. Después de unos segundos se aclara la garganta.
-Por el color de piel Ale, por el color- Dice suspirando.
-Solo necesito una respuesta más. -Me mira con el ceño fruncido. -¿Cómo?
-Si es rojo, es fuego, si es azul es agua, si es café y verde tierra, si es verde militar es sanador, y si es negro y morado es demasiado fuerte.
-¿Y sí es otro color como.... Digamos, plateado?- Qué insistente soy.
- Dijiste que solo necesitabas una respuesta más y ya te la di, aparte no sé. - Está molesta desde antes que entrara a preguntar.
-Bueno, me voy para mi habitación.-Digo mientras señaló la puerta.
Camino y abro la puerta.
-No estoy molesta por que vinieras a hablar conmigo.- Emparejo la puerta y le  regalo una sonrisa. -Cualquier cosa, me la puedes confiar.
Salgo de la habitación y camino a la mía.
Debería de decirle a Isa.
Descarto la idea, puede que mamá la esté manipulando.
Entro a mi cuarto y cierro la puerta, suspiro, mañana tengo taller con Logan y por lo ultimo que pasó con él puede que no sea correcto ir.
Tal vez mañana no va a la clase; parece bastante orgulloso.
Quiero saber qué elemento controlo, pero, ¿Quién puede responder mis dudas?.

Llevo toda la mañana tratando de tranquilizarme, pero no puedo, los nervios hacen que me sienta un poco caliente, no quiero saltarme más clases por su culpa.
Entro a la cafetería y tomo un refresco.
Veo a Adam a unos metros de mí, doy la vuelta y comienzo a caminar rápido, pareciera que estoy trotando, pero solo estoy caminando rápido.
Cuando voy a salir de la cafetería escucho qué gritan mi nombre a al menos de siete metros.
Salgo disparada por los pasillos hasta llegar a mi casillero, saco mis cuadernos para las siguientes cuatro clases. No quiero volver a este edificio y encontrarme con  Adam.
Cuándo llego a mi clase presto toda la atención que puedo pero es inútil.
Las horas pasaron eternas.

Cuando menos lo pienso estoy sentada en mi banca de taller.
Veo de reojo la puerta. Todos entran menos él, miro mis apuntes de la clase pasada.
Cuando la maestra entra y saluda veo a alguien entra atrás de ella.
Logan entra.
Tiene una expresión indescifrable.
Veo atentamente mis apuntes y me tapo un poco mi rostro con el cabello.
Hace ruido con el banco qué está a mi izquierda, acerca su silla a menos de veinte centímetro de mí.
Se sienta y escucho como suspira.
Voltea a verme y agacha la cabeza. -Siento lo del otro día -Murmura.
Volteo muy sorprendida. Lo veo con unos ojos de plato y la mandíbula me llega al piso.
-Lo siento demasiado -Repite.
Me volteo y presto atención.
Es imposible,  pensé que sería un arrogante y que lo mejor sería mandarlo en primera clase lejos de mí.
Antes de irnos, la maestra anuncia  que la próxima clase trabajaremos en equipo de mesa en pintado de paisajes.
Lo que me faltaba, trabajar pintando paisajes con él.
Cuando suena el timbre meto mis cosas, asegurándome de no olvidar nada.
Camino rápido por el pasillo, ser dragón me hizo tener una mejor visión y ser más rápida, sin mencionar que escucho mejor.
Cuando me detengo a respirar, veo que Logan está cerca. Sigo mi camino.
Cuando llego a mi casillero guardo mis cuadernos; cuando cierro la puerta veo frente a mí a Logan. Se me cae el alma a los pies.
-¿Me vas a perdonar?- No me equivocaba cuando pensé que era arrogante.
-¿Perdonarte por ser arrogante?- Pregunto cínicamente.
-Sí, y también por ponerme a la defensiva el otro día con lo de Adam. -Dice frunciendo el ceño y poniendo una mirada como si recordara algo.- Dime por favor que no vas a  decirme que lo vas a pensar. -Me mira divertidamente frunciendo el ceño levemente.
-Te perdono, pero controla tus celos. -Digo guiñándole el ojo.
-Yo nunca mencione eso. -Dice mostrándome una amplia sonrisa.-Pero gracias a tu perdón te llevaré a casa.
-Voy a casa con mi hermana -Digo mientras camino por el pasillo.
- Este favor queda pendiente. -Dice mientras me guiña el ojo.
-Ya veré si lo acepto.
Me gustaría jugar a ser difícil, pero eso implica muchas cosas.
-Bueno, si no aceptas mi favor ahora tendré que hacer otra cosa. -Dice con una mirada pícara.
-¿Otra cosa?...-Digo con el ceño fruncido.
Mira atrás de mí y frunce el ceño exageradamente , ésta expresión ya la había visto en Adam hace algunos días. Veo los ojos de Logan fijamente, observo el reflejo de Adam, no puedo ver su expresión.
Sé lo que sigue.
Quiero voltear irme o reaccionar, pero Logan ya me tiene apretada en su pecho, me aprieta tanto que escucho su ritmo acelerado, siento como la sangre me hierbe y mi corazón se acelera.
Inhalo el hedor de su camiseta, es un olor celestial de café que estoy a punto de suspirar, cuando siento como me caliento más, como la vez que me transforme.
¡Cómo la vez que me transforme!