Capítulo 23

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No me puedo creer que mi Danny este aquí, él había sido uno de mis muchos amigos transitorios, pero claramente él poseía una cualidad de la que los demás carecían; interés por mí.

Todas esas personas serían divertidas y bueno, conocidos y geniales pero Dan, era el único aparte de Sarah que me entendía y comprendía mi vida, es más podría decir que el puede llegar a empatizarlo más que mi prima.

Él me apoyaba parara lo que pasara y lo más importante, no se entrometia, y eso era algo, de lo que Sarah era incapaz.

Bueno, desde que mi mejor amigo se mudó, no hemos podido hablar demasiado...

Yo volvía a mudarme, él intentaba crearse una nueva vida.

La verdad es que la mayoría de las personas, nos han confundido como pareja y no nos a molestado a ninguno de los dos, el es gey, ohh bueno eso siempre he asumido yo.

Era fácil estar con él, el tiempo pasaba volando cuando estábamos juntos, no me tenía que preocupar si me miraba el escote o simplemente intentara ligar conmigo.

- ¿En qué piensas Kate? .-preguntó.

Ya se habían acabado las clases y estábamos todos en un aparcamiento al lado del instituto, Sarah y Jason estaban en el todovolumen de él, Megan ya se había ido y el Señor Imbecil, estaba aislado en un rincón, por lo visto tenía una moto parecida a la mía, pero la de él era más grande y más antigua, se veía que tenía más de dos años.

Le observaba, parecía, no sé lo que parecía pero se que no tenía esa chispa que hacía que tanto le odiara... Y tampoco que fuera gracioso...

- Mundo a Kate, ¿Estás aquí?.- preguntó de nuevo Dan, chasqueando los dedos en frente de mí.

Mi mejor amigo, se había ofrecido a llevarme a casa, y yo por ello a invitarle a cenar, para hablar y poder conversar de todo lo que nos habíamos perdido de la vida del otro.

No podía contestarle, seguía mirando a Zack, en su rostro apareció una pequeña arruga en cuanto me pilló observándolo.

Mierda, aparté la vista.

Y vi como Danny dirigió la vista a donde yo la había posado minutos antes.

Le pegué en su hombro y al instante, me miró.

- ¿Es guapo, te gustá? No le conozco, apenas he estado el suficiente tiempo aquí... es una lastima.

- No, claro que no, es un estúpido imbécil.

- Cuando tu insultas es por que quieres ocultar algo, Kate.

Le fulmine con la mirada, parecía que el y Sarah se habían puesto de acuerdo... Espera.

- ¿Qué es una lastima?

- Qué no sea gey.

Reí y el se unió a mí.

- Sería divertido que lo fuera .- volví a reír por esa idea.

- Sería divertido para mí, sí.

- ¡Danny! ¡Tío!

Él se río, por mis palabras.

- Kate, tú eres peor, si no fuera por que piensas, diría que bueno...

- Ya, lo entiendo.- repetí otra vez más rápido.

Miré otra vez a Zack, ¡Mierda!
¿Por qué me intrigaba tanto?

Si no fuera por mi impulso suicida, no habría pensado en absoluto lo que pensé e hice.

- ¿Sabes Dan?

- ¿Qué?

- Me voy.

- ¿Cómo que te vas?.- preguntó perplejo.

- Con él, en esa moto.- ni yo misma podía creérmelo, es como si la parte de mi cerebro que contenía la sensatez, se hubiera ido de vacaciones.

Pero yo se, por que lo iba a hacer, quería demostrarme a mi misma que todo esto, no tenía importancia, que él no la tenía, quería demostrarme que cuando él me miraba, yo no suspiraba en silencio.

Caminé a paso firme, mientras observaba a mi mejor amigo, aún con la palabra en la boca y abierta de arriba a abajo.

También me di cuenta de la mirada de Sarah, sabía que luego me daría una especie de discurcillo "sobre la seguridad de uno mismo" y vi como Jason se estremecía, me apiado de él, ser amigo del Señor Imbécil debe de ser duro.

Aparté todos mis pensamientos, solo me dispuse a seguir andando, a raíz de cuanto más me acercaba más golpes daba mi corazón en el pecho, podía percibir los gritos de mi cerebro que decían que huyera.

- ¿A dónde me vas a llevar hoy?.- le pregunté, el estaba montado en la moto con el motor a todo volumen.

- Ya tardabas mucho en venir KitKat .- respondió con una sonrisa de lado.

Me monté en la parte trasera de la moto y puse mis manos a ambos lados del vehículo para sujetarme.

- Puedes agarrarte a mí, si no quieres ser arrojada en medio de la carretera.

- Ya he ido en moto y se que eso no es verdad.

- Cómo no, tenía que intentarlo.

- No me has contestado.

- Iremos a un lugar al que ni te imaginarias ir.

Y con eso volví a suspirar en silencio y mi mente se rindió ante sus palabras.

Nota de la autora:

Solo quería decirles que, aprecio muchisimo que lean la novela y siento si soy pesada diciéndolo una y otra vez...

Gracias una vez más.





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