El sol inundada el cuarto y yo con amanes imposibles de taparlo con mi almohada me rendí.
Abrí lentamente los ojos para acostumbrarme a la claridad de la habitación y rápidamente me levanté para asomarme por la ventana.
Adoraba ver como en el exterior caían las hojas de los árboles y como en ellos golondrinas vivían.
Insconcientemente alcé mis brazos y seguidamente alcancé a tocar el libro posado en mi mesita de noche; un ejemplar de "Orgullo y Prejucio" ya demasiado desgastado en los laterales pero aun con olor a libro.
Siempre me había parecido curiosa aquella historia, en parte por la época pero en realidad ese detalle era lo de menos.
Las personas, eso era lo verdaderamente real en aquellas páginas. Los seres humanos no cambiabamos, independientemente de la época siempre actuabamos en consecuencia de nuestras emociones porque ellas eran realmente las responsables de nuestros pensamientos y por ello de nuestras vidas.
Sonreí al libro inerte encima de la mesilla de madera.
En la noche anterior no podía parar de pensar en lo ocurrido el día anterior.
Zack Evans ese era el nombre del acontecimiento.
Reí, si me oyera se daría aun más importancia.
Suspiré y bajé las escaleras para dirigirme a la cocina.
Cuando llegué a ella, me preparé una buena taza de café y me senté en una de las sillas que rodeaban la mesa del comedor.
Demasiado silencio...
Miré a mi alrededor y me vino el recuerdo de que mi madre estaría trabajando.
Suspiré de nuevo y tomé un sorbo más amplio al líquido que contenía la taza caliente entre mis manos.
Sinceramente no sé cómo puedo estar tan tranquila- pensé- debe ser un sueño.
Antes de que tomará otra bocanada del café el teléfono fiji sonó encima de la encimera.
- ¡No, por Dios! .-grité aunque estuviera sola.
Sin prisas, alcancé el teléfono y lo levanté para llevarlo hacia mis oídos.
Me quedé en silencio.
- ¿Kat? ¿Esto se ha cortado? .- oí a mi prima desde la otra línea.
- No, ¿Qué quieres? .- dije con desgana.
- ¿Sabes? Cuando alguien te llama deberías de contestar.- me reprochó.
Yo reí.
- Se trata que la que estas llamando eres tú por lo que eres tú implícitamente la que tiene algo que decir.- dije en seco.
- Odio tu lógica invertida deja de hacerme eso.
- Cómo quieras. ¿Algo más o solo me llamas para decirme que mi modo de comunicarme no es la manera convencional o adecuada? .- me encantaba ponerla en estas situaciones, lo sé, es un poco cruel pero ¿Acaso la vida no lo era?
- Te quiero y me cuesta recordarlo cuando hablo contigo. ¡Vale! Buenos días.- la Sarah de siempre, alegre e irritante.
Continuó hablando.
- Quería decirte que hoy en un día soleado y hermoso como este, tienes una cita ¡tarán! .- dijo, me imagino sonriendole al teléfono como una boba.
- Ya tengo planes, anulalo.
- De eso nada, mi querido novio, tú, un hermoso chico y yo disfrutaremos de una velada inolvidable .- ¿Acaso hablaba en serio?
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Together
Teen FictionEsta es la historia de una chica con la sonrisa rota y un chico con los ojos de color mar. Esto es algo más que palabras, son dos vidas, son dos personas, es un misterio. Katherine Holt, una chica llena de vida, idiota y sin temor a decir lo que pie...