Extra: Savannah

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A lo lejos puedo escuchar que La Vie En Rose suena por todos lados, Savannah joder, pinta a cualquier hora que no sea esta.

Me levanto perezosamente de mi cama y salgo de mi habitación hacia el lugar de donde sé que proviene la música.

─ ¡Savannah Isabella! Mañana tengo un examen maldita sea, necesito dormir ¿no podrías pintar durante el día por una vez en tu vida? ─Le cuestiono a mi hermana en un tono bajo para no despertar a nuestros padres.

Estefanía no maldigas, acabo de conseguir la inspiración para este lienzo luego de una semana sin ideas, ¡no puedes reprimir mi arte! ─Me reprocha mi hermana de apenas 12 años.

─Si puedo porque fíjate que soy tu hermana mayor y mañana hay escuela, un día más sin pintar no te va a secar el cerebro ─Le digo y voy directo al reproductor de donde sale la dichosa música y lo apago. ─Y si tanto lo necesitas, no es necesario que todo el mundo se entere que te gusta el jazz, puedes tararear o mejor ¡ponerte audífonos!

─Es algo importante Stephie, no sé si mañana tendré la misma inspiración que ahora ─Me suplica. ─Y si tanto te molesta la música, quédate conmigo y canta para mí, sabes que me gusta oírte, di que sí ─Me pone sus ojos de cachorrito, asquerosa duende adorable.

─Si repruebo será tu culpa -Digo suspirando y sentándome en uno de los sillones que hay en su cuarto. ─Estoy destinada a quedarme dormida en clase por tus ataques de inspiración.

─No puedes culparme, nací para pintar ─Dijo agregándole el dramatismo de una verdadera actriz.

─Naciste para ser una exagerada, no puedo creer que sean las 2 de la mañana y tu estés despierta ¡eres una niña! ─Digo señalándola. ─No debería haber tanta energía en tan pequeño cuerpo, no es natural.

─Eso lo dices porque estas vieja y ya no puedes ni con tu alma ─Me señala riendo y se va acercando a mí. ─ ¡¿Eso es una cana?! ─Me pregunta alarmada mirando mi cabello.

─ ¡¿Dónde?! Yo no puedo tener canas ¡Soy muy joven para morir! ─Lloriqueo viendo desesperada mi cabello.

Escucho a Savannah soltar una carcajada, la miro amenazante.

─ ¡Tenías que haber visto tu cara! Parecías la protagonista de una película de terror ─Se sienta en su cama mientras sigue riendo.

─Muy divertido Savannah, estoy muriendo de la risa ─Mi nivel de sarcasmo ha alcanzado su máximo nivel.

─No te enojes solo juego contigo, si sigues así de amargada si te saldrán canas ─Me advierte.

─Solo cállate y termina de pintar, necesito dormir ─Le digo con cansancio.

─Algún día, todas mis pinturas se exhibirán en las más famosas galerías de arte en Nueva York y podrás decir que todas las noches en vela no fueron en vano ─Dice ella.

─No solo las horas de sueño que perdí aquí contigo, sino también que desgaste mis cuerdas vocales cantando para ti, parezco tu esclava.

Ella ríe por mi comentario y se queda mirando fijamente el lienzo.

─ ¿Sabes qué si no cantas para mí las ideas no fluirán en mi cerebro? ¡Te ordeno que me cantes esclava! ─Me pregunta ella, yo ruedo los ojos.

─ ¿Cuál canción?

─Canta Nature Boy, quiero tristeza en este cuadro ─Dice.

La SeductoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora