─Perla... ─Siento que alguien me susurra y me toca la nariz. ─ ¡Perla!
Siento mi cabeza caer y empiezo a sentir algo húmedo en mi cara, las risas de los demás son las que me hacen abrir los ojos.
─ ¿Qué pasa? ─Pregunto y me toco la cara para quitar lo que está goteando de ella, miro hacia abajo y veo el tazón de cereal con leche y luego veo a los muchachos que se siguen riendo a más no poder.
─Menos mal que todavía Andrés no te ha arreglado porque hubieras arruinado su trabajo ─Dijo Megan tratando de calmar su risa.
Veo como Andrés se acerca a nosotros y cuando me ve su cara de transforma en una mueca de asco.
─Perla... Creo que leí en una revista que la leche no sirve para suavizar la cara ─Y eso era lo que faltaba para que todos volvieran a estallar en carcajadas.
─Cierra la boca ─Los miré mal a todos y me limpio la cara con una servilleta.
─Parece que no has dormido en un siglo ─Me dijo Patchi viéndome la cara. ─Pareces un oso panda con esas ojeras.
─Anoche no dormí chicos, tenía muchas cosas en las que pensar ─Dije yo empezando a comer mi cereal.
─Necesitas pensar en la forma de meterte en la cama del policía ─Dijo Noah.
Sentí como la comida que tenía en la boca se quedaba a mitad de mi esófago al oír las palabras de Noah, empecé a toser fuertemente hasta que la comida siguió su curso por mi cuerpo.
─Si puedo, saldré virgen de esta porquería ─Dije.
─Los hombres de veintitantos años piensan en autos, trabajo y mujeres querida Perla, no terminaras esta misión sin haberle dado tu cuerpo tan puro al policía ─Dijo Andrés distraídamente mientras se miraba las uñas. Ese gay tiene mejores uñas que yo.
[...]
─ ¿Tú crees que sea totalmente necesario? ─Le pregunto a Andrés mientras él termina de dar los últimos toques a mi look de hoy.
─Es la decimoquinta vez que lo dices ─Me mira exasperado. ─Lo dije como un comentario sin importancia, y de verdad no sé de qué te quejas porque si yo tuviera a un macho como ese, yo iría con todo.
─Es fácil para ti decirlo porque no tienes que hacerlo de verdad ─Le respondo.
─Tu tampoco es que estas tan libre de pecados Perla ─Me señala Patchi que está acostada boca abajo en la cama viéndonos. ─Por lo tan abiertamente que hablas del sexo en ciertas ocasiones, pareciera como si ya supieras como es todo.
─Hay algo que se le llama curiosidad, lectura e información ─Contraataco. ─La niña curiosa que hay en mí no pudo resistirse a la tentación y terminé sabiendo más de lo que necesitaba.
─Mente pecadora, me decepcionas ─Andrés niega con la cabeza.
─De todas maneras no practicaré todo lo que sé con el policía ─Dije tratando de terminar con esta incomoda conversación.
─Nadie sabe Perla, nadie sabe ─Dijo Patchi.
[...]
Mis ojos se cierran solos mientras me encuentro en el ascensor subiendo hasta el piso donde "trabajo".
Definitivamente yo no nací para madrugar...
Escucho el sonido de las puertas abriéndose y rápidamente abro los ojos para ver si llegué a mi piso pero lo que veo es a Alex mirándome con una sonrisa burlona, se monta en el ascensor y se pone a mi lado.