Capítulo 12: ¿Te cohíbo?

10.6K 605 2
                                    

Maratón 2/3

Me desperté y estaba en la cama, lo último que recuerdo fue que estaba en el sillón ¿Cómo fui a parar a la cama?'

Y supuse como, me fije y tenía la ropa puesta y sentí un gran alivio, eso significa que no hice nada malo.

Fui al baño me lave los dientes hice mis necesidades y me dirigí hacia la cocina, la verdad estaba muerta de hambre al llegar casi se me cae la boca con la escena

Alexander estaba cocinando con el torso desnudo mostrando su espalda ancha y todos sus músculos, y mi mente pervertida empezó a imaginarse muchas cosas las cuales inmediatamente trate de parar. La verdad estaba nerviosa y la situación no era la mejor levantarse en la mañana y ver todo eso es muy tentador.

Necesito tranquilizarme, el destino esta en mi contra. Sin duda!

-Buenos días-dije tratando de ocultar mis nervios

Él se giró con una sonrisa en el rostro que casi me hace desmayar. POR QUE ES TAN LINDO!! Tendría que ser ilegal. Y ahí recordé que cuando fui al baño no me arregle el pelo, sin duda debo parecer un león!

Porque soy tan despistada!

Trate de hacer como que no pasaba nada y me arregle el pelo un poco con mis dedos. El me miraba estaba intentando no reírse y solo hacía que se viera más irresistible.

-puedes reírte si quieres-dije tratando de no parecer enojada

-lo siento, estas muy adorable- y comenzó a reírse, de mi obvio, pero no me hacía enojar sino que disfrutar de este momento de vernos tan relajados como si nada paso y como si fuéramos ¿una pareja?

Que se despiertan en la mañana y van a desayunar mientras se miran con ganas de más, o quizás era yo la que tenía ganas de más.

Claro que no!

Claro que si!

Claro que no!

Claro que sí, te mueres por volver a tocarlo!

Cállate!!

-Ven, vamos a desayunar- dijo mientras señalaba para que me acerque a la mesa. Y eso hice, mientras comíamos el silencio reinaba pero no era un silencio incomodo solo silencio. Así que decidí hablar

-¿Cómo llegue a la cama? -luego de decirlo me di cuenta que sonaba algo raro.

-Cuando llegue estabas durmiendo en el sillón, asique te cargué hasta la cama- se le notaba algo nervioso. Seguramente era impresión mía. Imagine la linda escena de el cargándome entre sus brazos, eso brazos tan fuertes, me hubiera gustado estar despierta para poder sentir si olor y su cuerpo tan pegado al mío.

-¿En qué estás pensando? -y esas palabras me volvieron a la realidad, espero no haber puesto cara de boba mientras pensaba en la escena. El me miraba con intriga y diversión espero que no se dé cuenta que estaba pensando en él.

-En nada-y baje la mirada al plato para seguir comiendo, y que no notase el color rojo de mis mejillas.

-¿ y porque te sonrojas? -maldito! Lo hacía por gusto. Al mirarlo estaba sonriendo. Y su sonrisa me puede. Solo me imaginaba lanzándome sobre el besándolo apasionadamente. Como extraño sus labios sobre los míos.

-Lo siento, me cohíbes- y no mentía está casi desnudo adelante mío. La carne es débil, o acaso él no lo sabe.

-¿Te cohíbo? - dijo mientras me miraba, estaba intentando tentarme. No, no voy a mirarlo, estoy en desventaja.

Sentí como todo se tornaba más tenso, se notaba en su mirada lujuria, deseo, excitación y yo no sabía que hacer, así que hice lo que mejor se hacer y es irme.

-Necesito ir al baño-me pare rápidamente antes de que el pueda reaccionar y me encerré el baño. No podía seguir un minuto más con él, tengo que controlarme. No puedo perder el control.

Malditas hormonas!!!

Sentí como al rato se cerraba la puerta principal, y eso era un alivio fui hasta mi maleta, tome un vestido negro suelto normal y elegante y ropa interior y me dirigí a la baño. Necesitaba una ducha para relajarme y pensar.

Que voy a decirle cuando vuelva, porque no puedo simplemente ignorarlo o hacer como que nada ocurrió.

Al salir me sentía un poco más relajada, tome unas sandalias y salí a caminar, en la noche tendríamos una junta por lo cual iba a tener que estar con Alexander así que necesitaba despejar la mente. Pase por una heladería y la verdad me tente asiqué entre y compre mi helado y seguí caminando.

Al pasar por una tienda me enamore completamente de un vestido era rosa pálido con una moña en la cintura, corto sin mangas y sin espalda e inmediatamente entre a la tienda y pedí para probármelo. Era como si fuese hecho para mí, la verdad que no soy de esas chicas que solo piensan en carteras y tacos, pero de vez en cuando me daba ganas de salir de compras. Pague el vestido y al ver que ya era tarde salí en dirección al hotel.

Alexander estaba en el baño sentí el ruido del agua, fui hasta la habitación y comencé a peinarme y maquillarme. Me recogí el pelo he hice un moño, me maquille muy poco la verdad no soy amante del maquillaje, rímel, delineador, base y rubor. Y decide ponerme el vestido queme había comprado y unos tacos negros. Me mire al espejo y la verdad me encanto mi reflejo.

Faltaban cinco minutos para las nueve de la noche asique baje a tomar un vaso de agua y me encontré con la mirada de Alexander, no quiero exagerar pero al verme casi se le cae la baba. Seguí caminando en dirección a la cocina para tomar un vaso de agua.

Sentía su mirada mientras caminaba pero me hice como si no sucedía nada. Tome el vaso y gire al notar que me seguía viendo le pregunte

-¿Pasa algo? -trate de que mi voz salga natural y creo que lo conseguí

-No, no pasa nada - dijo algo frio y distante. Acaso es bipolar!

-Bien, ¿nos vamos? - dije tratando de que no se note que estaba molesta

-Claro - fue hasta la puerta y como todo un caballero la abrió para que yo pasara.

Esta noche sí que va a ser larga!

No quiero enamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora