Sentí ruido proveniente de la cocina y me desperté, Alexander no estaba a mi lado asique seguramente sea él. Mire el reloj y marcaba las 20:00 p.m.
Soy un oso! Como pude dormir tanto!
Recuerdos de la noche anterior vinieron a mí, y una sonrisa se esbozó en mi cara, no pudo ser más perfecto solo de acordarme mis mejillas se teñían de color rojo. Suena mi celular y al mirar la pantalla esta la imagen de Aroon y eso hace que mi sonrisa desaparezca , por Dios! Acabo de engañarlo ¿ y a hora que le digo? ¿Cómo le voy a decir? ¿Qué le voy a decir?
Tengo que tranquilizarme, pero no puedo decírselo por teléfono él no se lo merece.
¿Lo quiero? Si, si lo quiero
¿Lo amo? no, no lo amo
¿Lo extraño? No, no lo extraño
Entonces no puedo seguir engañándome a mi misma.
-Hola-digo tratando de parecer normal pero no salió bien, perecía casi un susurro
-Hola amor, ¿te desperté?- no le podía decir que me despertó el chico con el cual acabo de hacer el amor.
Que bien que sonó eso, ese chico es estupendo, la manera delicada en la cual me toco y como nuestros cuerpos parecían que ya se conocían, como si ahora se volvieran a unir. El sonido de la respiración de Aroon me saca de mi sueño y me acuerdo que me había preguntado algo.
-No hace un ratito desperté pero aún sigo en la cama-que incomodo!
-No sabes cómo extraño estar en una cama contigo, necesito que vuelvas- ¿que debía responder? Porque la verdad es que yo no, no creo que pueda dormir con otro que no sea Alexander, mi cuerpo lo busca como si fuera un imán, como si no pudiera resistirse. Solo su voz me trasmite esa paz que tanto necesito. No salía ni una sola palabra de mi boca.
-y que tal estas pasando en Roma- dijo luego de ver que yo no respondía. Seguramente no quiere saber cómo lo estoy pasando, esto solo estaba aumentando mi angustia.
-Bien, la ciudad es bellísima y las tiendas también- le puedo decir que quiero ir al baño, que quiero desayunar, porque no se me ocurre nada!, cuantas mentiras ya le he dicho por favor!
Tengo que tranquilizarme y pensar.
-me alegro, ya quiero que vuelvas te extraño- no tendría que haber dicho, mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
-Tengo que irme están golpeando la puerta, nos vemos- y sin más corte la llamada. Lo que me hacia sentir tan mal es que yo no lo extrañaba en realidad no había pensado en él, porque todo tiene que ser tan difícil. Pero no me puedo mentir a mí misma no siento con él ni la mitad de lo que siento cuando estoy con Alexander.
Cuando estoy con él, el mundo se para y solo somos nosotros, una ola de felicidad recorre todo mi cuerpo, el sol resplandece, el cielo se ilumina, el aire se vuelve especial como más dulce, mi sonrisa se hace más grande no se cómo hace para caber en mi cara, mi cerebro ya no puede pensar, las ordenes de alerta no se disparan. En su mirada se nota con la dulzura con la cual me mira, así expresa sus sentimientos, así me dice lo mucho que me quiere, así me dice que me acepta tal y cual soy .Con solo verlo, con solo verlo sonreír se me ilumina el mundo.
En eso este entra a la habitación y su sonrisa se esfuma cuando me ve, se dirige hacia ni y me envuelve en sus enormes y musculosos brazos, la sensación de paz y tranquilidad vuelve a mí, este es mi hogar.
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No quiero enamorarme
RomanceIsabella tenia una vida rutinaria y solitaria su único entretenimiento eran los libros con ellos si se sentía cómoda. Todo cambio cuando un día entrando a su trabajo se choco contra algo y callo al piso. Unos ojos verdes la miraban mientras sus man...