Epílogo

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El líquido color miel recorrió la garganta del ya hombre de treinta y siete años que se encontraba en la barra del bar del hotel donde actualmente se alojaba por temas de trabajo. Soltó un suspiro solitario, dando una mirada rápida al establecimiento.

Era su único día libre en su ciudad natal y lo estaba pasando sentado en aquel taburete que le estaba empezando a resultar incómodo y sumergido en sus pensamientos.

Un completo desperdicio. Se decía a si mismo, pero sin embargo no hacía ni decía nada para cambiarlo. Estaba en la naturaleza del ser humano quejarse de las situaciones y no mover ni un músculo para arreglar su molestia. Y él era parte de ellos, por lo que pasaría el resto del día ahí hasta que se hiciese de noche para volver a la habitación.

Bebió un poco más del alcohol de su copa y comenzó a pensar, porque otra cosa no tenía que hacer.

Era un hombre de treinta y siete años que había descubierto su primera cana hace una semana. No estaba ni prometido ni tenía hijos, por lo tanto no tenía una familia propia. Aunque conservaba a su padre y hermana, gente que veía muy poco debido a la agenda de un compositor puesto que sino se encontraba con los demás músicos en el estudio grabando, estaba en su casa componiendo. Y no, no todo era tan negativo. Tenía dinero, era un artista muy proclamado, había ganado varios premios gracias a las películas en las que participó y aún albergaba a su gata Cecilia de ya doce años.

Pero, a pesar de las ganancias y logros conseguidos, aún se sentía vacío. Sentía que la compañía del felino ya no le era suficiente para calmar su soledad que crecía cada día que pasaba de su solitaria vida.

Muchas veces salió e intentó conocer a otras mujeres, pero siempre estaba ese algo que le echaba atrás. Ese algo que le decía que no era la indicada. Ese algo que le decía que no era como June.

Y le costaría admitirlo, pero jamás olvidó esa larga melena color dorado danzando al compás de sus zancadas al igual que esas profundas orbes celestes que parecían conocer cada centímetro de él.

Se pasó las dos manos por su cabello, alborotando por completo el perfecto tupé y dándole un aspecto más salvaje. Otra vez divagaba y terminaba pensando en June. Otra maldita vez. Habían pasado diez años desde la última vez que la vio. ¿Por qué de repente venían a su cabeza todos esos recuerdos? ¿Tal vez era una señal de que estaban más cerca el uno del otro? ¿O era su mente aburrida que solo quería revivir los momentos en los que se sintió un completo caos y vivo a la vez? ¿Quería volverse realmente un loco virtuoso?

Se levantó del taburete y, tirando un billete, abandonó el hotel con su americana.

Benjamin no era del tipo de personas que creía en el destino ni en las coincidencias. Tampoco creía que la presencia de June en su mente era una advertencia. Tampoco le gustaba pensar que aquello era verdad.

Por lo que, tampoco creía como su paso acelerado se dirigía en dirección a la antigua o no casa de la rubia ni su comportamiento tan repentino. ¿No era que al final este hombre solitario tenía la más grande de las esperanzas por volver a encontrarse con la chica que hizo su sueño realidad? 

Se frenó en seco al darse cuenta de lo que estaba ocurriendo. ¿Iba a ir a su casa sin más? ¿Qué le diría si ella seguía viviendo ahí? ¿O y si no estaba? ¿Y si June tenía su familia y carrera listos con un trabajo? ¿O y si la chica...estaba muerta?

A Benjamin, solo de pensarlo, le recorrió un escalofrío desde la nuca hasta el final de su espalda. No. Lo mejor era pensar que, aunque no se hayan visto, June conservaba una salud intacta y tenía una vida plenamente feliz y para nada perjudicial.

Giró su cabeza hacia la izquierda, percatándose de la existencia de un pequeño parque. Anduvo hasta uno de los bancos, donde se sentó y sacó del bolsillo de su americana azul marino un cigarro junto un mechero. Si hoy era su día libre destinado a sumergirse en sus pensamientos y ocurrencias, ¿qué mejor que hacerlo fuera de esas cuatro paredes junto un paquete de nicotina recién estrenado?

June.|Segundo Libro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora