Sara
Abrí los ojos, estaba en una habitación extraña, ¿Cómo había llegado aquí? ¿Por qué tenía estos aparatos sobre mí? ¿Por qué estaba en un hospital?
Entró el doctor Stevens con una gran sonrisa, pienso que esa sonrisa es porque ya desperté.
- Veo que ya despertaste, ¿Cómo te sientes?
- Bien – dije acomodándome en la cama – aunque me duele la cabeza.
- Es normal que te duela la cabeza después de la emborrachada que te pegaste anoche – dijo el doctor como si estuviera regañándome.
- ¿Qué estoy haciendo aquí? – dije confundida.
- Tu hermano y un amigo de tu hermano te trajeron aquí porque perdiste la consciencia.
- ¿Qué? ¿Cómo?
- Mira – se acercó a mí – te dio ese dolor de cabeza infernal porque el tumor está empeorando por causa del alcohol que tomaste anoche.
- ¿Mis padres lo saben? – dije conteniendo las lágrimas.
- No, solo lo sabe tu hermano y creo que el amigo de tu hermano.
- ¿Cuánto tiempo me queda? – dije con un nudo en la garganta.
- Pienso que unos tres meses, pero si sigues tomando así como tomaste anoche te va a quedar muy poco tiempo.
- Oh Dios mío... - no podría sostener más las lágrimas.
- Perdón.
Y dicho esto el doctor Stevens salió por la puerta dejándome sola con mis pensamientos.
No sé qué iba hacer, si mis padres se enteraran de esto sería mi pérdida total.
Cogí una hoja y un lápiz que estaban en la mesita de noche de la habitación y comencé a escribir.
Saber que te quedan tres meses de vida es muy duro para una niña de tal solo dieciséis años, saber que no vas a tener un vida normal como los demás es muy triste.
Abran muchas personas que estarán tristes por mi muerte, pero así como hay persona que se colocaran tristes también hay personas que se colocaran contentas por mi muerte.
Me duele saber que por causa mía abra mucha gente que se deprimirá y que tal vez no volverán hacer las mismas personas, pero, a la vez me alegra saber que ya no seré un estorbo para las personas que me odian y que estarán felices por no volverme a ver.
Saber que no voy alcanzar mi objetivo por el que vine a este país es muy triste porque cuando yo me muera él no va a saber quién soy en realidad, solo va a saber que soy una chica que conoció en el segundaria y que murió por tumor cerebral. Me gustaría hacer algo para que me recordaras por tu cuenta y que no te lo digan. Intentare, en este poco tiempo que me queda, ayudarte a recordar quien soy sin que tú lo sepas.
Sé que suena un poco obsesivo pero lo único que quiero es que antes de mi muerte recuerdes quien soy, y sé que los escritos que has leído te han confundido un poco pero muy pronto sabrás lo que estoy hablando. Lo único que quiero es saber que todavía mi mejor amigo de la infancia sigue aquí conmigo.
- Hey, ¿Cómo te sientes? – dijo Daniel entanda a la habitación.
Escondí rápidamente el papel en el que estaba escribiendo lo que sentía.
- Bien, aunque me duele saber que me queda poco tiempo – dije entre lágrimas.
- No te coloques así, vamos hacer que ese tiempo se alargue para que te quedes más tiempo con nosotros – dijo Dani tranquilizándome y dándome un abrazo.
- ¿Ya le contaste a nuestros padres?
- Hablé con mi padre y le dije que te ibas a quedar hoy y mañana conmigo, pero no saben que estas en el hospital.
- Bueno... ¿Y Erick?
- ¿Te acuerdas de Lorena Miller y Jane Brown? – hice un gesto con la cabeza diciendo que si – deben estar en el aeropuerto en este momento.
- ¿Enserio? – esta al parecer es la única noticia buena del día.
- Si, ya bien para acá.
Me encanta saber que Lorena iba a estar aquí conmigo, la conozco desde quinto de primaria pero nos dejamos de ver porque ella se mudó a Alemania con Jane. A Jane lo conocí por Erick, él un día me lo presentó y después se enamoró de Lorena y se fue con ella para Alemania y desde allí no los he visto, a veces hablamos por video llamada pero no es tan seguido y me agrada la idea que vayan a estar aquí.
- Dani, ¿qué pasará si me muero? – dije sin pensar lo que decía.
- Pues ya no tendré a una hermanita que me diera consejos cuando los necesito – dijo subiéndome el ánimo – no pienses en eso ahora, piensa en lo contenta que va a estar Lorena cuando te vea.
- Sí, yo también estoy muy emocionada de volverlos a ver.
Alguien tocó la puerta y Daniel fue a ver quién era, no alcance a ver quién había tocado la puerta hasta que Dani se gira con un ramo de rosas en el brazo derecho, me sorprendí al ver ese ramo.
Dani se acercó a mí estirando la tarjeta para que le leyera y decía.
"Espero que ya te sientas mejor en el momento que estés leyendo esta carta, esto es solo un detalle para que te sientas mejor de lo que ya estas. Te quiere. Erick"
Cuando termine de leer la carta que traía las rosas me salió una sonrisa de oreja a oreja, Daniel se encargó de colocar las rosas en un florero con agua para que no se marchitaran.
Después de hablar un buen rato con Daniel, me comencé a preocupar por Erick, hace rato se había ido y ya eran casi las nueve de la noche y nada que aparecía. Decidí esperar un momento y no preocuparme, tal vez el vuelo de ellos se había retrasado.
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Con Una Nota Me Bastó Conocerla.
RomanceErick: Solo quería tener un futuro estable, no ser como mi padre, alcohólico, drogadicto, etc... pude llegar a tenerlo pero la vida me quitó a la chica que desde un principio fue una desconocida, pero al pasar el tiempo me di cuenta que ya nos conoc...