Con Una Nota Me Bastó Conocerla.

Capitulo 27

Sara

El día para mí fue muy estresante, ya que mis amigas no me dejaban de preguntar por qué me vine en el auto de Daniel Lowell, aunque esa pregunta es muy obvia nosotros somos hermanos y creo que todos lo saben ya, y otra de las preguntas del interrogatorio fue por qué Erick Peterson salía de ese auto, también me preguntaron que qué había hecho este fin de semana con ellos y me tocó decir ya nos la pasamos en la casa de Daniel, ya que ellas no saben de mi tumor.

En fin, ya estaba en la casa de mis padres, ellos estaban en la sala como de costumbre y yo estaba en mi habitación como siempre. Mi habitación es el lugar más importante para mí, ya que ahí pasa todo y de esas cuatro paredes no sale nada de lo que pasa, es donde tengo toda mi privacidad y me encanta.

Mi madre me llamó a cenar y bajé en seguida ya que a mi padre no le gusta esperar. Me senté en mi lugar en el comedor y mi padre comenzó a hablar.

- ¿Qué hicieron tú y Daniel después de esa fiesta que tuvieron? – dijo algo serio.

- Pues... nos fuimos para la casa de tía Helen, ¿por qué? – deje curiosa.

- Y... ¿cómo te sentiste? – dijo sospechoso.

Sabía que mis padres no tenían la menor idea que me había ido para el hospital ese fin de semana, entonces decidí mentirles.

- Bien, ninguna novedad – dije sin ninguna preocupación.

- Mm... que raro, porque me llego una factura del hospital Green Wood. Dime que pasó – dijo algo serio.

- Me desmallé y me llevaron al hospital, eso fue todo – en realidad eso fue lo que pasó, una cosa es que les esté ocultando información.

- ¿Por qué Daniel no me dijo cuándo lo llame? – estaba serio, muy serio.

- Porque no los quería preocupar.

- Bueno, mañana vamos al hospital para hablar con el doctor Stevens – dijo mi madre, iba a protestar pero dijo – y sin peros.

Terminamos de cenar en silencio y me fui para mi habitación a llamar a Daniel para contarle lo que acabó de pasar, si mis padres se llegan a enterar que mi tumor empeoro gracias al alcohol que tomé en esa fiesta, ellos no me darán permiso de nada y estaré encerrada en la casa para siempre. Bueno eso suena un poco exagerado pero lo que si tengo en claro es que ellos no me dejaran salir a fiestas y cosas así, si se llegan a enterrar.

Daniel me dijo que no me preocupara que él se encargaba. Me coloqué la pijama y como me quedaba tiempo comencé a escribir en mi cuaderno, no sé por qué pero me dieron ganas de escribir una carta de despedía.

Se me pasó el tiempo volando, cuando me di cuenta ya eran las diez y media de la noche así que me fui a acortarme.

Me levanté con el sol brillante que me daba en la cara, fui directo al baño para arreglarme y bajar a desayudar, eran las ocho y media de la mañana, todavía era temprano y no tenía nada de prisa.

Baje concentrada en mi celular, pero me despegué de el cuando escuche una voz que no era ni la de mi madre ni la de mi padre y ahí fue cuando me di cuenta que era la de Erick.

¿Qué hace él aquí? ¿Será que Daniel le dijo que me buscara así no me llevaban al hospital? Y lo más importante ¿Mis padres les abra contado quien soy yo?

Cuando llegué a dónde ellos estaban note que todo estaba normal, Erick estaba hablando con mis padres de un tema que no le preste tanta atención y mis padres estaban... ¿felices?

Erick me saludó con una sonrisa y dejaron de hablar del tema que estaban hablando.

- Sara, por qué no nos dijiste que tenías una cita con Erick Peterson – dijo me madre.

- ¿Qué? – dije confunda y miré a Erick, él me hiso una cara diciéndome "sigue la corriente" y ahí fue donde entendí todo – sí, si voy a salir con él después del colegio, les iba a decir pero no me dejaron.

- No coloques escusas Sara, ve con él – dijo mi madre.

- Erick la cuidas, por favor – dijo mi padre.

- Tranquilo, señor – dijo Erick.

Salimos de la casa de mis padres y nos dirigimos al auto de Erick que estaba estacionado al frente de la casa, él me abrió la puerta de ecopiloto, la cerró y le dio la vuelta al auto para subirse en el asiento del piloto, deje que se acomodara para comenzar a hablar.

- ¿Qué es todo esto? – dije muy confundida.

- Haber te lo explicaré – dice acomodándose para verme – estaba en mi cuarto ayer en la noche cuando recibí una llamada de Daniel, él me contó que tus padres se habían enterado que habías ido al hospital y querían llevarte allí para hablar con el tal doctor ese y saber si tu tumor estaba bien – hiso una pausa para tomar aire y continuar – me pidió que hoy en la mañana fuera a tu casa y que le dijera a tus padres que teníamos una cita para que no te llevaran al hospital y no se dieran cuenta que tu tumor ha empeorado – la última parte la dijo en vos baja.

- Bueno... Gracias por ayudarme – dije sorprendida – ¿y ahora qué hacemos?

- Pues son las ocho y cuarenta y cinco de la mañana, ¿ya desayunaste? – me pregunta y yo niego – entonces que te parece si te invito a desayunar y después no vamos para la segundaria tal vez perdamos la primera clase – dice y a mí se me había olvidado que teníamos clase.

- Me parece – dije aceptando la oferta de Erick

Erick arranca el auto y coloca música para que no nos invada el silencio.