Con Una Nota Me Bastó Conocerla.

Capitulo 28

     Llegamos a un lugar muy famosos aquí en Los Estados Unidos, llamado ¡hop, dicen que es muy rico y pues quise llevar a mi princesa, me imagino que ella no ha venido aquí ya que ella llegó hace poquito al país.

Entramos al lugar, ella no decía nada, solo observaba con mucho cuidado. Con su reacción al entrar al lugar supe que no había visto este lugar y ni sabía que existía entonces acepte con mi suposición.

La señorita que estaba en la entrada nos indicó una mesa y nos digo que ya nos venían a atender. Mi princesa seguía sin decir ni una sola palabra entonces decidí romper el silencio.

- ¿Qué pasa, no te gustó le lugar? – dije aunque sabía que le había encantado.

- Para nada, esta hermoso – dijo un poco avergonzada – solo que es muy distinto, nunca había visto algo así.

- Bueno, me alegra que te haya gustado – dije – ¿cuéntame de ti, de dónde eres?

- Soy de Londres, nos vinimos para este país por los negocios de mis padres, en realidad no hay nada que contar. ¿Y tú? Cuéntame de ti.

- Soy de Londres, me fui a vivir a Alemania con mi madre cuando tenía siete años, allí tuve un accidente automovilístico y hace dos años estoy aquí con mi padre – dije sin ser tan detallado.

Y así nos la pasamos todo el tiempo, ella preguntándome cosas del pasado y yo preguntándole cosas de su pasado. Fue chévere pasar tiempo con mi princesa y conocerla mucho mejor.

Terminamos de desayunar y nos dirigimos a la segundaria, habíamos perdido las dos primeras horas pero llegaríamos a la tercera, así que no importa. Ella se fue por su lado y yo me fui por mi lado encontrándome con mis amigos del equipo en el pasillo, estaban hablando de un tema que no le preste tanta atención, solo me quedé ahí escuchando lo que decían. Sonó la campana indicándonos que ya era hora de entrar a clase, me tocaba francés con Daniel.

Llegamos al salón de clase y Daniel no se demoró en preguntarme en dónde me había metido para no llegar a las dos primeras horas, le dije que estaba desayunando con Sara y por eso me había demorado, afortunadamente no preguntó nada más ya que yo no quería entrar en detalles.

Ya era hora del almuerzo, solo faltaba una hora para salir de este lugar y llegar a mi casa. Me encontré con los chicos en una mesa de la cafetería y comenzamos hablar.

- Habrá una fiesta este sábado en una discoteca que queda en el centro, ¿les apetece ir? – mencionó Sebastian.

- Claro – dije.

- Seguro – dijo Daniel.

Cuando dijimos eso todos aceptaron, ya que no había nada que hacer ese día.

El día fue igual que los otros, aburridos. Ya era hora de salida, Daniel me dijo que lo espera ya que tenía que hablar una cosa conmigo, así que me encontraba en la puerta de la segundaria esperando a que él apareciera en algún momento.

Veinte minutos después él apareció muy feliz mientras que yo me moría del aburrimiento.

- ¿Qué estabas haciendo para que te demoraras media hora? – dije con tono de enojado y exagerando un poco.

- Deja de chillar como nena.

- No estaría chillando si me encantara estar después de clase en la segundaria – dije con sarcasmo.

- Estaba follando con Alison Thomson – dijo con tranquidad.

- ¿Alison Thomson? ¿la que está re buena y que no te dan ganas de parar con ella? – dije sorprendido.

- Esa misma – dijo con orgullo – pero de eso no quería hablar, quería preguntarte ¿Cuáles son tus intenciones con mi... con Sara? – dijo ya serio.

- No tengo ninguna intención con Sara, solo quiero conocerla mejor – dije quitándole importancia.

- Está bien, pero solo te quiero decir una cosa, no le hagas daño, ya ha tenido suficiente – dijo serio.

Y dicho esto se alejó para ir en busca de su auto mientras que yo me quedé en la entrada de la segundaria sin entender nada. No sabía porque Daniel la cuidaba tanto como si fuera de su familia.

Me quedé un momento en la segundaria para pensar en lo que estaba sintiendo por Sara, ella es una gran persona, con un corazón muy bueno, y no sé por qué pero ella me hace sentir como si ya la conociera, como si ella es alguien de mi pasado pero ahora está en mi presente. Sabía que ella solo vino a este país por encontrar a una persona que fue muy importante para ella y debo admitir que me gustaría ser ese alguien, pero es una estupidez.